2. Descubrimientos
Habían pasado ya casi cuatro horas, en las cuales no había parado de caminar. Para mi desgracia, el agua ya se me había acabado y el sol era realmente insoportable.
Algo bueno era que el rio no se encontraba muy lejos. Por lo que me encaminaría hacia este y bebería algo de agua. Pero, eso significaba desviarme del camino tradicional.
Asumiendo todo tipo de riesgo, me encaminé al rio.
La fresca y translucida agua se escurría por mis dedos y también por mis labios. Mi sed se había saciado y la energía que me brindaba la dulce agua, la sentía a flor de piel.
Al ponerme de pie, mis ojos quedaron fijos en el otro lado del rio. ¿Por qué? Pues, la hierba que tanto buscaba, estaba creciendo allí, ¡La había encontrado!
—¿Era mucho pedir que hubiese un puente?—me quejé en voz alta a pesar de saber que no había nadie a mi alrededor.
Pese a mis quejas, sabía que no aparecería mágicamente frente a mis ojos, por lo que me arremangué mis pantalones hasta las rodillas y me adentré al rio. La corriente de agua fría chocaba contra la piel desnuda de mis piernas, causando un leve estremecimiento.
Apenas toqué suelo firme comencé a cortar algunas ramitas de hierbas. Bordeé el rio sacando una que otra ramita, hasta que me encontré con otra cosa que me dejo sin aliento. En medio del bosque había una pequeña casa.
La casa, muy similar a los templos antiguos, me causó algo extraño. Algo parecido entre miedo, curiosidad, anhelo, etc.
Como dicen algunas personas, 'La curiosidad mato al gato' y así fue. La intriga y adrenalina me ganaron y terminé por acercarme y abrir la puerta. En el mismo momento en que toqué la puerta, mi collar comenzó a resplandecer.
Cuando la puerta se abrió, destacó entre la oscuridad un brillo en el suelo. ¡El suelo estaba resplandeciendo!
Al mirarlo con más detención, me percaté que la figura que se formaba era un pentágono (El típico signo de brujería parecido a una estrella judía). Mi corazón comenzó a martillar contra mi pecho y realmente aún no podía creer lo que veía.
Tomé un respiro y armándome de fuerzas, entré a esta habitación. Tenía más que claro que mi collar también estaba brillando, pero no era lo suficiente como para asustarme.
En la habitación había dos estantes para libros del porte de la pared, uno a cada lado. En el suelo de madera, estaba el dibujo del pentágono. También, en la esquina de la construcción había un mesón con velas, cruces de madera, un pocillo con hojas molidas y había un gran libro, que al sacarle el polvo, dejaba ver unos símbolos extraños, como una escritura antigua.
De un segundo a otro, mi collar y el pentágono dejaron de resplandecer. Pero, la habitación no quedó a oscuras, ya que las velas se prendieron.
—¡¿Quién hizo eso?!—pregunté presa del miedo, mientras miraba a todos lados. Pero, no había nadie más, estaba sola—¿Hay alguien aquí?—pregunté una y otra vez, pero nada.
Sin razón alguna me acerqué al pentagrama, me agaché a su lado para buscar una explicación al por qué brillaba. Pero, al tocarlo las velas se apagaron y a las milésimas de segundo, mi collar y el pentagrama volvieron a resplandecer. Y para más, esta vez vino acompañado con un sismo tan fuerte, que me dejó en el suelo.
De la nada, el suelo comenzó a abrirse debajo de mí y la temperatura bajó. Mi piel se puso como la de la gallina. Cuando intente ponerme de pie, no lo logré, ya que bajo de mí no había más suelo firme, ¡Estaba cayendo a la nada! Como si fuese un agujero negro…
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Light vs. Darkness © ✓
FanfictionHay un mundo que separa a la Tierra y al Infierno, llamado Inframundo. Donde las criaturas más espantosas existen, donde no existe la paz y donde todas nuestras pesadillas pueden hacerse realidad. Pero, existe una leyenda.. "Una hija de la Tierra vo...