22. Bebe mi sangre

3.9K 173 11
                                    

22. Bebe mi sangre

Iba caminando junto a Louis tomada de su mano. Me sentía tan feliz con ese pequeño gesto, era todo tan increíble.

—¿Cuánto queda?—pregunté un poco agotada. Llevábamos alrededor de una hora caminando.

—Una media hora más—contestó él—Te llevaría más rápido, pero no estoy en las mejores condiciones para ir corriendo—lo entendía, aun llevaba toda la camisa con sangre y se notaba un poco cansado.

—¿Te duelen muchos tus heridas?—pregunté.

—En realidad parece que todas han cicatrizado, amo ser vampiro—era cierto, al ser vampiro se curaba mucho más rápido que un simple humano.

—Estaba tan asustada de que te pudiera pasar algo grave—admití con la angustia a flor de piel que me había invadido hace unos segundos.

—Yo temía no poder verte de nuevo—soltó mi mano para poder abrazarme por los hombros y acercarme a su cuerpo. Era tan lindo lo que me decía y yo que pensé que jamás un vampiro podría ser así, jamás imagine que salieran palabras tan llenas de cariño y sentimiento desde sus propias bocas. Pero, Louis y Harry cambiaron mi manera de ver a estas criaturas de la noche.

Lo que quedaba de camino a casa se me hizo tan corto, pese que fue casi una hora más de lo que pensábamos. Pero, abrazada con Louis, hablando con él, todo paso muy rápido.

—Llegamos—dijo él sonriéndome malévolo a la vez que cerraba la puerta a sus espaldas—¿Qué quieres hacer?—me preguntó apoyándose en la puerta.

—Déjame pensar—miré hacia todo los lugares de la casa supuestamente pensando, pero tenía algo en mente desde que nos encontrábamos donde Orgueil y Luxure.

De un segundo a otro, Louis me rodeó en sus brazos y acercó ferozmente su rostro a mi cuello. Su respiración chocaba contra la piel de mi garganta, causándome un estremecimiento de pies a cabeza, creía que perdería el equilibrio ante sus besos y caricias que recorrían mi cuerpo.

—Te recuerdo que puedo sentir lo que quieres—susurró a mi oído con la voz sensual que me quitaba el aliento.

—¿Ah, sí?—intenté sonar firme, pero me tembló la voz—Y entonces, ¿qué es lo que quiero?—pregunté traviesamente, mientras tomaba el rostro de Louis entre mis manos y lo hacía verme.

—Siento tu deseo, la pasión que llevas dentro—creí que moriría en aquel segundo, pero sus labios en los míos me hicieron sentir tan bien, tan acogida, tan abrazada de emociones que podría llegar a estar así, horas, días, meses o hasta años.

Sus labios se movían pausadamente, saboreando completamente de los míos, como si quisiera reclamarlos suyo. Sus manos recorrían mi espalda, mi cintura y caderas. Mientras que mi mano derecha yacía tras su nuca y la otra abrazaba su espalda. Este era el momento y tenía que ser fuerte si quería estar con Louis. Pero, ¿podría hacerlo?

—¿Por qué dudas tanto de lo que realmente deseas?—dijo a mi oído, antes de morder el lóbulo de mi oreja y logrando que involuntariamente arqueara mi cuerpo hacia él a la vez que soltaba un suave gemido—¿Me lo vas a negar?—rió suavemente mientras posaba con rapidez todo su brazo por mi espalda, a la altura de mi cintura, para que no me alejara de su cuerpo.

Subí mi mirada, desde su pecho, hasta su rostro y me quede mirándolo. Él era perfecto, tenía todo lo que yo deseaba que un hombre tuviera.

No podía negarlo, lo deseaba más que a nadie.

—No te lo negaré—pronuncié cada vez más cerca de su boca, para luego, reclamar sus labios míos.

Mientras nos besábamos, él me alzó unos centímetros y avanzó conmigo, en cosas de milésimas, hasta la pared que quedaba continua al comienzo de las escaleras.

Light vs. Darkness © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora