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37. Volver.. a tu lado

37. Volver.. a tu lado

El primer día después de que volví al inframundo me propuse visitar a los pueblerinos y curar a los heridos en la gran batalla.

Nunca me había sentido tan feliz de permanecer a un lugar, ser tan bien recibida y tan querida.

Quizá yo había roto una regla importante para ellos como enamorarme de Louis, pero al parecer ya estaban aceptándolo al ver como lucho de nuestra parte, eso era algo bueno para mí y para él.

—En nombre de todo el pueblo quiero agradecerles por salvarnos de todas estas criaturas que amenazaban nuestras vidas—Louis bufó, mientras que yo sonreí complacida al escuchar a Casel decir eso.

—Estoy encantada de poder haberles ayudado—les respondí.

—Pero los héroes también se cansan...—gruñó Louis—Rosalie, vamos a casa a descansar... hemos estado toda la tarde en este pueblo y no me siento muy cómodo que digamos—me dijo.

—Cuando quieran pueden venir aquí, serán bien recibidos—agregó Liam.

—Gracias. Bueno, debemos irnos—les sonreí a Casel y a Liam, mientras me alejaba unos pasos y alzaba la mano para despedirme de los demás pueblerinos.

Louis lo único que deseaba era volver a casa rápidamente, me subió a su espalda y corrió conmigo a gran velocidad. No tardamos ni un minuto en estar en casa.

En ese momento me dio angustia..

—Extrañare a Harry y a Elena—murmuré.

Él rió.

—Claire también los sacó del mundo al que nos habían mandando. De hecho puedo oírlos a unos cuantos kilómetros de aquí—rió.

—¡Oh, genial!—me alivia saber que ellos estaban con nosotros—¿Eso quiere decir que tenemos la casa para nosotros solos?—murmuré seductoramente acercándome a sus labios.

—¿Algo en mente?—ocupó el mismo tono que yo.

—Muchas cosas—rompí la distancia entre nosotros dos y lo bese apasionadamente.

Con un rápido movimiento me hizo hacer una presa a sus caderas y en esa posición entramos a casa.  

De un segundo a otro ya me encontraba con la espalda contra la pared del living, no pude evitar reír.

—Tenemos todo el tiempo del mundo, amor. No te impacientes.

—¿Rouis para siempre?—preguntó besando mi cuello.

Solte una carcajada—Rouis para toda la eternidad, mi vampiro—reí antes de volver a unir nuestros labios y dar comienzo a nuestra apasionante escena.

Necesitaba a Louis, después de tantos días, necesitaba un poco de intimidad con mi único amor.

Ahora no temía tener un futuro junto a una criatura como era Louis, quizás no éramos de la misma especie, pero aún así lo amaba y haría lo posible por consolidar una familia a su lado.

De alguna manera lo lograríamos...

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