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38. Una grata sorpresa

38. Una grata sorpresa

Tres años pasaron desde que volví de la muerte junto a Louis, gracias a mi madre.

Dolio saber que dió su vida por la mia, pero nunca deja de visitarnos cada mañana.

Una vez aqui, en el Inframundo, visite a los Dioses, ya que no podia comunicarme con ella. Roge para que nos devolvieran nuestros collares, ya que era la única manera que siempre lograba juntarnos. Gracias al cielo nos lo devolvieron, a Louis, a mamá y a mi. Tambien, por haber salvado al pueblo, le dieron el beneficio a mi madre de poder visitarnos cada mañana si ella asi lo deseaba.

El pueblo estaba a salvo y las únicas criaturas de la oscuridad que existian eran mi esposo, mi cuñado, su esposa y mi pequeño sobrino..

—Vamos Rose, llegaremos tarde y sabes lo impaciente que es Harry cuando se trata de sorpresas—me rodeo con sus brazos y beso mi cuello sacándome de mis pensamientos.

—Ya lo sé Louis, pero..—solte una risita—sabes que me gusta hacerlos esperar—Mire los ojos celeste de mi esposo y me sonrió de una manera maravillosa.

—Si, no me quiero imaginar su cara cuando le digamos—besó mis labios.

—Ciro estará muy feliz seguro.

—Puf, tendrá a quienes morder mas adelante—mis ojos se abrieron y golpee su brazo—¡Auch! Oye, era una broma—se largo a reír.

—Ni en broma, Louis, ni en broma—salí de sus brazos y termine de guardar nuestras cosas para salir hacia la casa de Harry y Elena, ya que una vez casados, se mudaron a una casa a un par de kilómetros de la nuestra.

Su boda fue maravillosa, al igual que la nuestra, ya que la hicimos juntos.

Recuerdo claramente como Elena y yo aparecíamos entre el camino de arboles juntas del brazo de Liam, ver las caras nerviosas pero adorables de Louis y Harry esperándonos en el altar, ir saludando a cada uno de nuestros invitados, la gente la del pueblo y a mi mama, quien lloraba de alegría.

Una boda realmente de ensueño, que cada vez al recordarla se me escapaba una sonrisa.

—¡Rose! Vamos, amor.

—Si, si, lo siento.

Salimos de la casa y Louis me cargo en su espalda y en minutos llegamos.

—¡Era hora, tíos!—grito Ciro al vernos entrar y corrió a nuestros brazos. Lo cargué y besé su mejilla. Era hermoso.

Unos meses despues de su boda, Harry y Elena lo habían encontrado perdido cerca del lago a un par de kilómetros de aquí. Ciro es un pequeño vampiro como ellos y gracias al cielo, los Dioses dejaron quedárselo.

Louis, Harry y Elena cada día se estaban habituando a comer comida humana, ya que se les tiene prohibido volver a morder a un humano. Segun Casel, es muy probable que puedan llegar a dejar de lado toda sangre animal y su cuerpo pueda habituarse normalmente a la comida, como Ciro.

La cena estaba deliciosa, Elena si que era buena cocinera.

—Vamos Rose, ¿cual es la sorpresa?—me alento Harry.

—Bien.. con Louis hemos estado casados por dos años ya y la verdad es que en algún momento esto iba a pasar..—miré a mi marido que no podía esconder su sonrisa.

—¿Se van a separar?—chillo Ele asustada.

—No, no, ¿como crees Elena?—fruncio el ceño Louis—Nunca podría dejar a Rosalie—me rodeo con uno de sus brazos y beso mi mejilla.

—Ya, ya, ¡terminen!—grito Harry con Ciro sobre su regazo.

—Bueno..—mire a Louis con una sonrisa—Seremos papás—dijimos al mismo tiempo y reímos.

—¿De enserio?—dijo sorprendido Harry y ambos asentimos.

—Oh, ¡felicidades chicos!—Elena emocionada vino hacia nosotros y nos abrazo a cada uno—Escuchaste mi vida, tendrás un primito—Ciro vino a mi y me abrazo, pero al ser tan chiquito su cabeza apenas y llegaba a mis piernas.

—¿Que será, tia?—dijo dulcemente.

—Em..—lo alce—tendrás dos primitos, Ciro—abrió sus ojitos y se tapo la boca.

Harry y Elena empezaron a chillar y a abrazar a Louis. Les contamos que habíamos ido al doctor porque no me sentía muy bien. Y salió que estaba embarazada.. ya de 3 meses. Tuvimos que viajar al centro de otra ciudad cercana para hacerme una radiografía, ya que el pueblo aun no contaba con tanta tecnología. Nos emocionamos mucho cuando nos dijieron que eran dos. Un niño y una niña.

Una vez terminada la cena, despues de muchos besos, abrazos y felicidades, nos fuimos a casa directo a dormir.

Me despertaron unos suaves labios en mi estómago. Abri los ojos y la sonrisa de Louis me derrito.

—Buenos días, reina—beso mis labios—Recuerda que hoy tenemos que hablar con tu madre.

Se me abrieron los ojos. Cierto, mi madre. ¿Como es que me había olvidado?

Tomamos un baño rápido con Louis y salimos directo al bosque. Cerre mis ojos y tome mi colgante entre mis manos y pensé profundamente en mi mamá.

—Hola, mi vida—sentí que dijo. Abri mis ojos y la hermosa silueta de mi madre estaba frente a mi.

—Hola, mamá—corrí a sus brazos y la abrace, por mas que ya hayan pasado años, siempre seria su pequeña, estábamos recuperando todo el tiempo que habíamos estado separadas.

—Hola, Louis—dijo con cariño.

—Hola suegrita—Louis estiro su sonrisa y le dio una reverencia. Mama sonrió, al igual que yo. Amo a ese vampiro.

—Madre.. debo contarte algo y preguntarte otra..

Me miro sin entender.

—Em..—desvie mi vista a Louis y asientio con la cabeza animandome a seguir. Vuelvi la vista a mamá—estoy.. estoy embarazada de gemelos.

Claire se sorprendio y se tapo la boca con una de sus delicadas manos. ¿Esto es malo?

—¿Esta.. esta mal?

Ella miro a Louis, aun con los ojos abiertos. Los cerro y se tranquilizo. Cuando los abre parecen estar mas relajados y la ternura vuelve a ellos.

—No, mi amor. Te..—su voz se quiebra—te felicito, mi niña—me abrazo nuevamente pero sabia que esta preocupada.. sabia que algo me oculta.

—Claire.. ¿que esta mal?—dije separándome.

—Nada, Rose. Estoy muy contenta de que voy a ser abuela—sonrió y se escurrio algunas lágrimas que salen de sus ojos—Felicidades Louis—Mama le dio un rápido abrazo pero sabia que algo le dijo al oído. Frunci el ceño, no me gusta que me oculten cosas.

—Y.. hay algo que quiero preguntarte..

—Dime, mi vida.

Louis me abrazo por la cintura y me observaba, expectante de lo que iba a preguntar.

—¿Serán humanos o vampiros?

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