Capítulo 38

63 5 0
                                    

- Keily!! Por que tratas hací a mis invitados.-Maldita voz...Kenneth!- como handan jovenes?

- estaría mejor si no te tuviera en frente- le dijo Mario. A lo que Kenneth respondio con una carcajada.

- creme que si no te uvieses metido con lo que me pertenece estarías por ahi molestando en otro lugar.

- ella no te pertenece!

El volvió a reir y le hizo una seña a Keily a lo que ella respondió dandole con el tubo en la cara dejandole el pómulo derecho igual que el mío echo mierda.

- porfavor Kenneth dejame darle una paliza a esta ratera.

- NO!por el momento NO!

- matenme mejor! Te aviso Kenneth prefiero estar muerta antes de que prentendas que te pertezco.

- eso no está en discución. Keily desaste de ese tubo por hoy. Ten esto- le extendio un pequeño látigo- entretende con estos dos por...-miró su reloj- dos minutos antes de que nos vallamos.

Keily avanzó hacia mi dejando caer las puntas de cuero fino en mi devil espalda con fuerza.

- ahh- chille ante el fuerte golpe

Continuó golpiandome con aquel pequeño látigo que parecía que lo avía sacado del cuarto de juegos de Christian Grey. No podía más con mi vida. Ella hizo camino para donde Mario e hizo lo mismo que a mi.

- ya fue suficiente es hora de irnos- le dijo Kenneth ambos desaparecieron ante la obscuridad que volvía a aparecer en el lugar.

Mi cuerpo me ardia mucho. La barra en donde estaba Mario atado estaba a un medio cuerpo de distancia de mi barra.

--------------------

Ante tanto golpe, el cansancio abundo en mi y quedé "dormida". Luego de un rato me desperté. Ni Mario ni yo hablabamos. Sabía que era de noche pues escuchaba los diferentes ruidos nocturnos. La luna alumbraba tenuemente por un pequeño ventanal que avía. Solo lograba ver parte de los huesos de mi padre. Enseguida comenzé a llorar.

- mi vida...estas...bien?- me preguntó Mario en un susurro.

- no...

- te duele mucho?

- si...

- no te preocupes...princesa...estóy aquí con tigo.

- te van a matar...- toda mi voz estaba echa mierda...hablaba por leves susurros.- como seguire viviendo...

- no princesa...si llego a morir...tu intenta hacer tu vida

- no podre hacerlo sin...-hice una pausa para respirar-...sin ti
- si, si podras...yo te cuidare desde donde esté

- y...si...soy yo...la que muero?

- no lo permitire princesa, tranquila- Mario se movió hacia adelante lentamente. Logró acercarse a mi lo suficiente para juntar nuestras agolpiadas frentes.

- Perdoname...-susurre

- no tengo nada que perdonarte.

- claro que si...por mi culpa estas aquí agolpiado sin razon.

- princesa...por ti hago que me quemen vivo.

Limité a continuar llorando. Mario intentó continuar calmandome con un suave beso.

- bebé... tengo mi celular.

- como...donde?

- en mi bolsillo trasero, se donde queda esta casa estamos en las afueras de Florida.

Eras todo lo que queríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora