Eras todo lo que quería

Capítulo 33

Maraton

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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO!!

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- Ith, dormiste bien?- preguntó Villalobos

- si- respondí extrañada pero sonriente.

- no me lo jure, que paso anoche?- dijo RK

- en todo caso eso se debe decir?- dije

- Mario la cambiaste- dijo Villalobos

Los dos reirmo, y yo me le acerqué

- dejen de bromear, si se refieren a dormir pues si eso hicimos dormil.

- exacto!- dije-Mario me llevas a mi casa? Acabo de caer en cuenta en que no tengo pantalones- le dije más bajito.

- muy sexy la niña sin pantalones- habló Mario en voz alta para que los otros dos escucharan.

- ey ey ey cuidado aqui no!- dijeron al unisono

- este es el comedor pero no de comer personas- dijo Rk

Todos reiamos y yo pasmada detras de Mario escondiendo mi anatomía sin pantalones. Me fui a la habitación de Mario donde avía dejado la ropa que llevaba antes puesta. La tome y me puse la falda negra y las botas que llevaba puesta antes.

Mario me dejo frente a mi casa, lo invité a pasar aunque fuera por un baso de agua. Dios... de nuevo en mi casa a solas con Mario. Ya estabamos adentro de mi casa.

- oye bonita- dijo tomandome de la cintura y atrayendo mi anatomía hacia la de el.

- dime- le dije en el mismo tono seductor en el que antes me habló.

- dejaras un poco a un lado tu caracter difícil y me podrias decir algo bonito.- reí

- hay Mario cuando me dejaras sorprenderte?

Le respondi colocando mis brazos sobre sus hombros. El me apegó más a el abrazandome por la cintura más fuerte.

- falta mucho para que me sorprendas?- negué con la cabeza.

Poco a poco nos envolviamos en un pequeño juego de leves movimientos de nuestras cabezas sin tener ningun contacto. Le dejé un fugáz beso en los labios.

- solo dejate sorprender.

Lo volví a besar fugazmente. Estabamos cerca del mueble de mi sala de estar. El se recostó del mismo. Y nos envolvimos en un apacionado beso. Nos desvestiamos dejando nuestra ropa tirada. Mario acariciaba cada centímetro de mi cuerpo y yo el de el. En fin! El mueble fue víctima de nuestro amor. Amor que yo evitaba y Mario demostraba. No puedo negar que al principio me dió un poco de miedo y nervios. No se si la ternura de Mario y el amor que me daba fue el calmante para estar tranquila y evitar pensar en el mal nacido de Kenneth.

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La resolana del fuerte sol de la mañana me despertó. Me encontraba sobre Mario, quien aun dormía. Cerre de sopetón los ojos intentando aclarar mi vista un poco nublada. Devolví la mirada a donde Mario, se veía tan angelical durmiendo que no quería despertarlo. Verlo dormil tan placenteramente me inspiraba seguir durmiendo sobre su esculpido pecho. Su olor... su olor era mi pequeña droga. Coloqué mi cabeza nuevamente en donde estaba.. en su oloroso pecho y comenzé a escuchar como su corazón latía a un rítmo muy calmado. Continué escuchando su respiración, era tan calmada que del mismo modo me hacía sentir muy en paz. Sentía que estando junto a el, no avía quien me hiciera daño. Porque me sentía muy protegida. En uno de sus respiros, movió su mano que la tenía en mi espalda baja hacia más arriba. Alzé mi cabeza para mirarlo. Aun con los ojos cerrados sonrió.

- buenos días princesa- dijo muy dormido.

- buenos días bello durmiente.- respondí

- que horas son?

- ni idea- me intenté mover para tomar mi celular que estaba sobre la mesa de centro- son las... 11:00 am

- que?- abrió los ojos

Comenzé a reir y me sali de encima de el. Tomé mi ropa que estaba tirada en el piso y fui a mi habitación. Luego hice camino para el baño. Me lavé los dientes y el rostro. Al mirarme al espejo noté un único brillo en mis ojos. Jamás lo avía visto. Continué mirando por el espejo y Mario se me hacercó ya con pantalones, sin camisa y con el cabello muy revuelto...al menos más de lo de costumbre.

- tienes en los ojos un único brillo, que hace que tu mirada sea más hermosa y cautivadora de lo normal.- me abrazó por la espalda posando sus manos en el lavamanos yo puse las mías sobre las de el.

- yo tambien lo noté.

Acercó su rostro a mi alborotado cabello, me dio un tierno beso en el craneo.

- me tengo que ir y no quiero

- no te vallas entonces

- si tengo que irme, hoy se graba el programa en vivo y tengo que arreglarme un poco, ya sabes aquello de peinarme y todas esas cosas que odio hacer.

Puse cara triste y me voltié para tener mejor visión de su hermoso rostro.

- me prometes llamarme?

- te lo prometo es más algo mejor,paso a recojerte a las...8 y vamos al cine tu y yo.

- solos?- pregunté con cierto tono seductor.

- solos, solitos y sin compañia... tu y yo.

Le sonreí y le dejé un tierno beso en los labios.

Salimos del baño y el se dirigio a ponerse la camisa para irse. Yo llevaba una bata puesta, tan pronto se fuera quería concentirme un poco, me daría una deliciosa tina con mucha espuma.

- adios mi vida, te amo- me dió un corto y cálido beso

- adiós bebé también te amo

Se detuvo y giró para verme, me encontraba en el regazo de la puerta.

- puedes repetir lo que dijiste?- me dijo acercandose de nuevo y con una mirada coqueta.

- ya-reía-vete, se te hara tarde

- es que no escuche bien y quiero que lo repitas

- QUE YO TAMBIÉN TE AMO- grité, sin importar que cerca vivían unos ancianitos que pasaban casi todo el día durmiendo.

- primera vez que me lo dices y... Dios no me hagas esto no me quiero ir.

- ya vete tontito, se te hara tarde.

- okay, ya ahora si me voy- me dejo un beso más largo y se fué.

Cerré la puerta y me quede junto a la puerta. Hací mismo sonrreí, parecía una niña pequeña. Me dirijí de nuevo al baño esta vez dando pequeños brinquitos de felicidad. Estaba muy feliz.