Raoul, Ivan y Winslow se han ido. Quedamos seis. Silvia nos ha dejado la tarea de resolver algunos presupuestos que se han dado últimamente y como se debería repartir el dinero para cada una de las acciones en las cuales se usaran. Muy fácil. Soy bueno en las matemáticas y aunque no lo crean, si pongo atención en los Report. En cuanto termino, decido ir a la biblioteca y leer un buen rato. Le pido a Marcus que esconda mi trabajo y me despido de ellos. Cuando salgo de la biblioteca, la voz de Krystal me alerta.
—He hecho todo lo que está en mis manos—murmura
—Si has hecho todo, explícame esto
Las voces se quedan en silencio.
—Yo...
—No puedo creer que pude tener una hija tan inútil
—Mamá
—Todo esto pudo haber sido nuestro—la voz está llena de rabia—. Y no de ella.
—Si el príncipe no te escogió fue por algo
—Por dios, Krystal. ¿Que tenia de especial America Singer al lado de Kriss Ambers?
Tiro los libros al escuchar ese nombre y en cuanto me doy la vuelta para encarar a la chica, de golpe la reconozco. Cabello castaño, ojos oscuros, y esa expresión dulce. Es la misma chica de las revistas, solamente que más madura.
— ¿Quién eres?—pregunto tratando de sonar normal—. ¿Qué haces aquí?
—Tranquilo, solo...
Antes de que me dé cuenta, aprieto el botón de seguridad y los guardias acuden rápidamente. Los guardias toman a Kriss Ambers y la llevan hacia la salida cuando una voz los detiene.
— ¿Que está sucediendo aquí?—pregunta la reina Ames
—Una intrusa, su Majestad
Kriss baja la mirada, su cabello le cubre su rostro. Ames camina hacia la intrusa, yo trato de impedírselo, pero ella sigue caminando. El guardia levanta la cabeza de Kriss y suelta un grito ahogado.
—Tu...
—Mucho gusto en volver a verte, America
Toda la familia baja. Mis padres corren hacia mí para ver si no estoy lastimado a o algo, cuando mamá reconoce a Kriss Ambers sus ojos se llenan de preocupación.
—Ambers
—Tames—saluda sarcásticamente
Y en su rápido movimiento logra zafarse del guardia, noquearlo, quitarle el arma y tomarme como rehén. Trago saliva al sentir el frio metal de la pistola en mi cabeza. Mamá parece estar a punto de desmayarse. Las cosas se tornan más feas cuando el rey Maxon baja las escaleras corriendo.
—Kriss, ¿Que estás haciendo aquí?
—Vengo a reclamar lo que me pertenece
La reina Ames gira bruscamente hacia Kriss
—¿Lo que te pertenece?—pregunta incrédula—. Nada de esto te pertenece, Kriss
—Te hare sufrir como el día en el que me quitaste todo
Dicho esto, Kriss Ambers dispara hacia el gran candelabro varias veces, provocando que caiga, Maxon tira de America rápidamente. El polvo llena la sala, y Kriss aprovecha para salir de ahí. Conmigo. Pese a que es un poco más baja que yo y más menuda, la fuerza con la que me aprieta el cuello con su brazo, es indescriptible.
—Vamos niño bonito—canturrea—. Vamos a divertirnos.
***
Sé que estoy en peligro. Ni siquiera he abierto los ojos, pero sé que estoy en peligro. El color negro inunda mi visión. Tengo las manos amarradas, al igual que los pies. Con cuidado, me quito las cuerdas y el trapo sucio que tapa mi boca. Una punzada de dolor me llega a mi cabeza, instintivamente llevo mi mano a mi cabeza y noto que esta algo húmeda. Contemplo mis dedos y me doy cuenta de que es sangre. Alguien me ha golpeado en la cabeza. Me duele todo el cuerpo y el frio cala en mis huesos. No recuerdo haber salido del palacio, no recuerdo nada más. El traje que llevo puesto está sucio y un poco roto. Unos pasos me alertan. Las luces de unas cuantas linternas me ayudan a verificar que me encuentro perdido en el bosque.
—...Kile!—grita una voz conocida—. ¡Kile!
Intento levantarme, pero lo único que logro es caerme de nuevo al suelo. Las linternas se tornan en mi dirección.
— ¡Lo he encontrado!—grita otra voz. Alguien se sienta en frente de mi—. Señor, ¿Se encuentra bien?
No lo sé. Asiento.
—Kile... Oh por Dios—una cara familiar tira de mi—. Estas bien. Ya estas a salvo. ¡Traigan más ayuda, está herido!
Los ojos verdes de Aspen Leger me observan. Creo que tiene razon. Ya estoy a salvo. Unas terribles ganas de sueño me entran. Mis parpados comienzan a cerrarse.
—No lo hagas, Kile—suplica Leger—. No te duermas. Hazlo por tu familia. Por Eadlyn.
De pronto, una increíble fuerza llena todo mi cuerpo.
***
—... fue golpeado varias veces. Tiene una contusión fuerte en la cabeza y ha perdido mucha sangre debido a las heridas de bala en la pierna. Además, una de ella ha rozado uno de sus pulmones. Aun no puedo creer que esté vivo...
Intento abrir los ojos. Pero no puedo. Quiero mover mi brazo, pero es inútil.
—Es un luchador, Marlee—dice la reina América—. Al igual que tú.
—No puedo perderlo. No de esta forma
Los sollozos de mi madre inundan la habitación. Quiero decirle que estaré bien. Que no se preocupe. Ya he tomado mi decisión. Una luz me traga.
***
—Es idéntico a ti. ¿Lo sabias?
—Siempre estaré orgulloso de mi hijo— ¡Papá!—. Es mi pequeño, aunque a él no le guste que le digan así. Lo amo con toda mi alma, al igual que ha Josie.
—Él lo sabe, y eso es lo importante—dice el rey Maxon—. Y él también está orgulloso de ti.
—No hay día en el que no me diga eso.
***
Unas terribles ganas de hacer del baño entran en mí. Abro los ojos y veo que tengo puesta una especie de mascarilla de oxígeno. Las puertas de la enfermería se abren y veo a Eadlyn entrar. Cierro los ojos. Se sientan en la silla que está al lado de mi cama y toma mi mano con delicadeza.
—Hoy han regresado, ¿sabes?—aprieta mi mano suavemente—. Muchas chicas han dejado ramos de flores en las puertas del palacio para que despiertes pronto.
Toma una pausa. Escucho su sollozo.
—Y yo también quiero que despiertes. Ha sido una semana muy larga
"¿He estado inconsciente una semana?"
—No puedo imaginarme un mundo sin ti, Kile— su voz se rompe—. No quiero perderte, cariño. No puedo. He sido una egoísta y muy grosera contigo. Nadie podrá superarte, nadie lograra hacerme reír como tú lo haces. Y... y... yo...
Se queda en silencio unos minutos. De pronto, siento como sus labios rozan los míos dulcemente. Tengo que usar la poca fuerza que me queda para evitar corresponderle. Su voz es apenas un susurro cuando habla.
—Te amo, Kile Woodwork, te amo con todo mi ser.
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Yes!!!
Lo ha dicho.... Soy tan feliz como una pequeña lombriz!!!!
Jajajajajajaja
No se preocupen.... Kriss Ambers pagara por lo que ha hecho!!!!
Comenten y voten!!!
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El Pretendiente (Editando)
FanfictionHace veinte años, América Singer entro a la Selección y gano el corazón del príncipe Maxon. Ahora, es el turno de Eadlyn Schreave, futura reina de Illéa, debido a que nació siete minutos antes que su hermano gemelo, Ahren, tiene que escoger entre t...