Respire hondo mientras abrazaba mis piernas con fuerza y mordía ligeramente mi labio inferior. Desde que comenzó todo esto de la Selección me he encargado de perderme en mi misma. Y hasta ahora, no me he vuelto a encontrar. Puedo tardar, segundos, minutos, horas, días, meses... hasta años, en volverme a encontrar; y siempre que lo hago, encuentro una nueva versión de mi misma. Enrosque en mi dedo un mechón de mi cabello y comencé a juguetear con él. Siempre he sido consiente de mi atractivo físico, de que soy la típica chica bonita con dinero, al igual que Diane. Lo único que nos diferencia, es que ella es amable y tímida, pese a tener una vida de reina. Yo en cambio, soy la típica niña mimada que siempre obtiene todo lo que quiere, y esa vida ya me está cansando. Una lágrima rebelde se desliza por mi mejilla, lo cual aumento aún más mi estado de melancolía. Siempre he tenido miedo de perderlo, cuando en realidad yo me he perdido. Trago saliva y escondo mi cara en mis piernas, ahogando mis sollozos, ahogándome en mi propio mar de tristeza. Él nunca me llamara a la medianoche para decirme que me extraña, no vendrá a buscarme ni tampoco me mandara cartas. El simplemente no hará eso porque nunca le importare. Este no es un cuento de hadas, sé que él es un príncipe, pero yo jamás seré su princesa; y eso es lo que más me duele.
Ya nada me importa en esta vida, ya nada.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que por acto de reflejo me limpiara mis mejillas empapadas en lágrimas saladas. Estaba a punto de levantarme cuando los ojos azules de Aaron me ven preocupados. Trago saliva ruidosamente.
-¿Estas bien, Julie?-pregunto, preocupado.
-Sí, solo estoy un poco cansada.
-¿Quieres hablar?
Niego con la cabeza y me dispongo a caminar cuando su mano atrapa la mía. El me mira dulcemente lo cual hace que mi tristeza crezca más. Me ayuda a sentarme de nuevo, pero esta vez el envuelve sus fuertes brazos alrededor mío, compartiendo su cálido calor. Mi cuerpo se estremece de placer al sentirlo tan cerca.
-¿Qué es lo que pasa en tu mundo?-insistió, de nuevo.
-Ni yo misma lo sé.
-¿Sabes que hago cuando estoy triste?-me susurro al oído, yo negué con la cabeza-. Dibujar.
-¿En serio?-replique, atónita.
-Aja.
Aaron se levantó y camino hacia el estante del fondo de la biblioteca para tomar un cuaderno empastado en cuero. Lo abrió y quede impresionada al ver miles de dibujos hermosos. Desde sus hermanas, tío, abuelos y sus padres, hasta las chicas de la Elite.
-Este es nuevo-dijo, enseñándome una hoja aparte.
Sonreí al ver que era un dibujo mío; estaba sentada en uno de los sillones de la Sala de Mujeres, admirando el paisaje a través del cristal con un libro en mis manos. El siguiente era Diane, quien lucía preciosa asta en un dibujo.
-Hacen una linda pareja-dije, con la voz rasposa.
-Gracias-murmuro algo azorado.
-Ella sería mejor princesa que yo, no sé porque me tienes aquí aun.
-Juliette...
-Se afrontar este tipo de situaciones, no te preocupes-brame, mas lastimada que nunca-. Para que tanto problema.
-Juliette.
-Por favor, no digas nada más porque...
No pude decir más cuando sentí los suaves labios de Aaron en los míos. Mi tan esperado primer beso. Cerré los ojos y correspondía a aquel dulce beso. Pase mis manos por su cuello, atrayéndolo más hacia mí, lo cual tomo el como una buena iniciativa. Fueron los cuatro minutos más hermosos de mi vida.
Me beso por última vez y sonrió.
-Siempre serás bienvenida aquí-comenzó a decir-. De todas las chicas de la Elite, tu, Diane y Khloe son mis favoritas. Si tuviera que elegir entre ustedes, creo que me quedaría con todas.
Solté una carcajada, al mismo tiempo en el que me abrazo fuertemente.
-Gracias.
-De nada, preciosa.
Volví a sentarme en el sillón, con el viéndome directamente a los ojos. Había química entre los dos, algo especial, tangible, mágico.
-Si no funciona con ellas, no veo nada que me impida en ser feliz contigo-murmuro.
-No sé qué decir.
-Solo sonríe. Tu sonrisa es muy hermosa como para estar ocultándola.
Sonreí, mas ruborizada que nunca.
-No te rindas, querida. No dejes que la oscuridad apague tu luz.
Dicho esto, me beso de nuevo y salió despidiéndose de mi dulcemente.
Después de todo, quizás si tenga mi oportunidad con él.
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Ultimo capitulo escrito por mi... lo se... es triste.... A partir de aquí, una nueva chica o chico escribirá los últimos capítulos, y se que me mataran a mi por dejar la historia a otro autor, ese nuevo autor de matara por el final y después reviviré para comer perdices.
Jajajajajaja.
Bueno, pues la chica o chico me enviara los últimos capítulos y yo los publicare aquí, pero la tercera temporada sera publicada en la cuenta del nuevo autor. No se preocupen, no borrare esta historia, El Pretendiente seguirá en mi cuenta.
Y pues qui viene la parte fea...
Pues quiero agradecerles a todos por sus leídos, votos y comentarios. A las acosadoras, y a mis amigas que me motivaban. A Kiera Cass por haber existido y a mi gato.... jajajaja.
Los quiero y recomienden la historia con su hermana, amiga, novio, enemiga, a la pared, a su amigo imaginario no se...
Comenten y voten... nos seguimos leyendo en mi otro FanFic.
*Maddie*
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El Pretendiente (Editando)
FanfictionHace veinte años, América Singer entro a la Selección y gano el corazón del príncipe Maxon. Ahora, es el turno de Eadlyn Schreave, futura reina de Illéa, debido a que nació siete minutos antes que su hermano gemelo, Ahren, tiene que escoger entre t...