El Pretendiente (Editando)

La carta que nunca se leyo

Querida America:

Antes que nada... por fin pude decirte querida ... Que estoy diciendo, soy un idiota, aunque soy una idiota al que amaste durante mucho tiempo. Aguantándome, riéndote, regañandome (Y debes aceptar que me regañas mucho), amándome, que es lo mas importante. Aun recuerdo la primera vez que te vi; estabas tan hermosa con tu bata de dormir y tu cabello pelirrojo enmarañado. Hemos pasado un sin fin de aventuras juntos, como la vez en la que gritaste tan fuerte por culpa de una araña, que quede sordo por una semana. O la vez en la que tuve que dormir en el pasillo debido a la depresión post-parto. También recuerdo la vez en la que me cantaste y escribiste una canción. My Love. Son muchas cosas las que hemos vivido, todas y cada una de ellas viven en mi corazón cada vez mas débil, pero que sigue luchando para poder seguir viéndote sonreír con esas ganas y felicidad que posees. Son las tres y media de la mañana, estoy despierto y llorando porque lo has hecho, te has ido sin mi de este mundo. Pero aun así sigues estando tan hermosa y viva como nunca. Tu piel aun sigue cálida, pero tus hermosos ojos azules ya no se abre, ya no mas. El nudo en mi garganta sigue creciendo mas y mas, ahogándome lentamente mientras tu te alejas cada vez mas de mi. Te has ido y no te despediste de mi, pero yo si lo hice. Te he dicho que te amo miles de veces, pero creo que la que mas importa es esta. Te amo, America Schreave, siempre lo haré. Ya sea en la tierra como el cielo, en la tristeza o en la pobreza. Te lo prometí el día de nuestra boda, mientras bailábamos al son del vals de los amantes, mientras me veías a los ojos y sonreías. Mis palabras siguen en pie, tu eres la única que me puede romper el corazón y lo has hecho este día. Si tu te vas, yo voy contigo, no te haré esperar mucho tiempo. Y como te lo dije aquella vez, o mas bien lo escribí, no me gusta hacer el ridículo, pero lo sigo haciendo por ti. 

Tuyo, Maxon Schreave.

Posdata: Tírate de la oreja cuando quieras.

***

Maxon dejo la carta a un lado y miro hacia su cama, en donde descansaba su esposa difunta. Sonrió y se recostó a su lado, abrazándola por la espalda, oliendo por ultima vez el aroma de su cabello. Se acurruco contra ella y cerro sus ojos. Al abrirlos, vio a America esperándolo sentada en su banco, lucia preciosa, con un vestido blanco y una corona de rosas en su cabeza. El bajo la vista a sus manos y vio que lucia un traje negro. Eran de nuevo jóvenes, detrás de su esposa, su madre Amberly, también lo esperaba. Maxon camino gustoso, acercándose a las mujeres de su vida. 

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Sigo llorando... estoy llorando por mi propio capitulo. 

No es broma... psss como ven, ya se nos fueron Maxon y America. 

Para aclarar, ya solo quedan cinco capítulos mas antes de la tercera y ultima temporada temporada.

Lo se.... lloren...

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