Capitulo 1

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Julieta

Amaba los oídos selectivos, en serio, eran los salvadores cuando un tema te aburría pero no podías decirlo, o mejor dicho, no podías decirlo si querías que tu mejor amiga lo siguiese siendo.

Veía como la boca de Charlotte se movía, e incluso podía escuchar un par de palabras, pero mi cabeza no procesaba nada de lo que decía, no me malinterpreten, la había estado escuchando por media hora, pero incluso todo el cariño que le tenía no era suficiente como para estar escuchando pendientemente por una hora y media como hablaba sobre algo que realmente no tenía nada que ver conmigo...a pesar de que la versión oficial era que el tema del que hablaba era de interés popular.

-No me estás escuchando, ¿verdad, Jules?-La voz de Lottie me trajo de vuelta a la realidad, su expresión ya era resignada.

Sabía que me había sacado el premio gordo en lo que se refería a mejores amigas, Charlotte Levington había obtenido una excelente práctica en lo que respectaba a perdonarme el obviar un tema cuando este me aburría, y por alguna razón que no entendía, la cantidad de temas que me aburrían era alarmantemente alta.

-Lo siento-Murmuré, al mismo tiempo que le dedicaba la mejor sonrisa de disculpas que podía obtener.

Ella suspiró y me sonrió de vuelta antes de fijar su vista tras de mí y formar una mirada de compasión.

-Están mirando...otra vez-Dijo en voz lo suficientemente baja como para que sólo yo escuchara.

Logré reprimir un gemido de dolor, también había notado las miradas las miradas de los hombres en el salón de té en el que estábamos, aunque había estado prefiriendo fingir que no lo sabía, pero cuando Lottie me lo decía, no me quedaba de otra que atender a la cruel y molesta realidad.

-Ya lo sé, ¿cómo hago que paren?-Pregunté.

Ella sonrió y me dedicó una mirada que yo ya conocía y que en lo personal no me agradaba ni un poco.

-Acepta a uno-Dijo, antes de que yo pudiera decirle que se callara.

-No, ¿cuántas veces debemos tener esta conversación?

-Hasta que entres en razón-Sentenció ella.

Rodé los ojos, yo era una persona razonable...la mayoría del tiempo.

-Vamos, no debe ser tan malo-Dijo ella.

-Si no es tan malo, ¿por qué no te consigues tú un prometido?

-Porque yo ya sé con quién quiero casarme, sólo estoy esperando el momento adecuado para que él se dé cuenta-Dijo con obviedad.

Mordí mis labios para no reír, lo que ella decía era cierto, ella ya tenía decidido quien sería su futuro esposo, y yo sabía que su postulante sentía lo mismo, pero se tenía que ver cuál de los dos era más vergonzoso que el otro.

-Pues bendita tú, lo que es yo, no quiero casarme todavía, tenemos apenas diecinueve años, Lottie.

-Sí, y luego serán veinte, y veintiuno, y veintidós, y así hasta llegar a una edad donde el matrimonio será casi imposible.

Me las arreglé para no volver a rodar los ojos, Lottie seguía siendo mi mejor amiga, a pesar de sus tontas tácticas de casamentera.

-Ninguno de ellos me conoce realmente, ¿cómo pueden estar tan seguros de querer casarse conmigo?, estoy segura que no aguantarían ni un día conmigo y mi verdadera personalidad-Dije.

Ella me vio un segundo antes de bajar la vista, de acuerdo, habían pocos temas que la ponían así, y el único que tenía algo que ver con lo que estábamos hablando era uno que había dejado de mencionar hace años.

-Hay uno-Murmuró.

Dios, no podía ser cierto, pensé que habíamos conversado y terminado ese asunto cuando teníamos dieciséis, desde entonces ella había tenido terminantemente prohibido siquiera mencionarlo.

-Ya discutimos eso hace años, Charlotte Rose Levington, punto final-Sentencié y tanto ella como yo sabíamos que no aceptaría ninguna réplica.

Ella abrió la boca para decir algo, pero le dediqué una mirada y ella la cerró de inmediato, realmente no quería ni siquiera volver a escuchar esa hipótesis tan ridícula.

Al parecer ella notó que casi había metido la pata, así que guío nuestra conversación hacia el tema anterior de mis tontos postulantes a esposos. Y era un tema que nuevamente me aburría.

-Oh, vamos, ¿cómo puede no interesarte?-Preguntó.

-Simplemente no lo hace, Lottie, además, ¿qué tiene de interesante un tonto y vil ladrón?-Pregunté.

Ella me miró como si hubiera cometido el sacrilegio más grande que podía existir, era la misma mirada que me había dado desde que ese tipo había vuelto luego de un descanso de diez años, y desde entonces todas las mujeres de Londres se habían vuelto locas por el dichoso ladrón.

-No es un tonto y vil ladrón, es un héroe, le roba a los ricos y se los da a los pobres...

-Sólo tiene un complejo de Robin Hood-Indiqué.

-Y nadie lo ha podido atrapar en dos siglos-Siguió ella, ignorando completamente mi comentario.

Suspiré, no tenía caso que discutiera con ella, era igual o más terca que yo.

-Sólo asegúrate de que ninguno de nuestros padres te escuché diciendo que es un héroe-Dije.

Ella me dedicó una mirada de molestia, pero ella sabía que tenía razón, nuestras familias pertenecían a la aristocracia de Londres, el blanco principal de su héroe, alias ladrón común y corriente con algo de inteligencia.

-Ya quisiera verte si se te aparece en frente-Masculló ella.

Yo no pude evitar soltar una risa sarcástica, las probabilidades de que eso pasara eran tan altas como que Londres tuviera clima tropical los trescientos sesenta y cinco días del año, y las posibilidades de que a mí me provocase algo eran aún más escasas.

-No lo creo-Dije mientras me levantaba.

Charlotte frunció el ceño mientras me miraba, al parecer aún no se había dado cuenta del pequeño tumulto que estaban haciendo las demás chicas en la entrada del salón.

-¿A dónde vas?-Preguntó.

-A escapar de los chillidos-Dije mientras me dirigía al ventanal que daba al jardín del establecimiento.

Ella me miró interrogante durante alrededor de dos segundos antes de que la ola de suspiros y risillas tontas llegaran a nuestros oídos, entonces el entendimiento pasó por su rostro y asintió con la cabeza, yo le sonreí.

Caminé sigilosamente para que nadie se diese cuenta de mi huida, pero una vez que llegué al ventanal me volteé un poco durante el tiempo suficiente para que unos ojos azules se encontraran con los míos, la sonrisa en su rostro hizo que una apareciera en el mío. Nicholas nunca cambiaría.

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Hola, aquí el primer capitulo oficial, espero q la historia les gust y porfavor díganme q les parece.

Porfavor perdonen las faltas d ortografía, voten, comenten o lo q quieran...

PD. En multimedia Julieta Blackwood.

Nos vemus XD

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