Juegos de Ladrón

Capitulo 28

Nicholas

Miré fijamente máscara que tenía entre mis manos, me parecía gracioso (en un humor completamente oscuro) que por primera vez verla me hacía sentir nauseas, aún podía recordar la primera vez que la había usado, y la sensación de bien estar y libertad que había tenido era algo que no había experimentado nunca. Pero aquí estábamos, años después con ganas de romperla en mil pedazos para luego incinerarlos.

Por supuesto no podía culpar a "The Raven", tampoco podía hacerlo desaparecer, aunque claro estaba la posibilidad de que Julieta fuera corriendo a decirle todo a la policía una vez que se hubiera calmado lo suficiente, y si ese era el caso no me quedaba de otra que esperar resignado mi condena. No quería creer que ella fuera capaz de ello.

Suspiré mientras arrojaba la máscara lejos en la cama, no sabía que hacer, Jules posiblemente me odiaba y para empeorar las cosas aún tenía que ver que hacía con la policía (¿quién hubiera pensado que ese anciano gordo y de bigote gracioso me iba a traer tantos problemas?)

-Quiero desaparecer-Murmuré mientras tapaba mi rostro con mis manos.

-Eso me pondría muy triste, cariño-La voz de mi madre me interrumpió.

Dirigí mis ojos hacia ella, tenía una expresión triste en su rostro, y odiaba saber que yo era el responsable de ella, ¿por qué diablos le hacía daño a todas las mujeres importantes de mi vida?

-Lo siento, mamá.

Ella me dedicó una sonrisa débil, oh, mi dulce madre, siempre intentando ayudar al idiota que tenía por hijo.

-¿Asumo que Julieta está molesta?-Preguntó.

-Me detesta.

-Dale tiempo, hijo, ahora mismo ella debe estar muy confundida.

-Ya lo sé, pero...¿qué va a pasar si no me perdona?¿si me odia por el resto de mi vida?¿qué voy a hacer sin ella?

Escuché como suspiraba mientras tomaba asiento junto a mí en la cama, estiró su brazo hasta tomar la máscara entre sus manos y la miró con nostalgia, era la misma que había usado mi padre, y mi abuelo, y cada hombre Rockford de las últimas generaciones.

-La primera vez que vi a tu padre supe que era algo más de lo que se veía a simple vista.

-¿Él te dijo la verdad?-Pregunté.

-Sí, me lo dijo el mismo día que me propuso matrimonio, dijo que debía saber en lo que me estaba metiendo al volverme su esposa.

-Definitivamente él supo hacerlo mejor que yo.

-Hijo, Julieta entenderá, ella te adora.

-Eso espero-Dije.

Ella alargó su mano hasta que acarició con cuidado mi mejilla.

-¿No dirás "te lo dije"?-Pregunté.

Vi como una pequeña sonrisa se curvaba en sus labios.

-Creo que no es necesario-Dijo.

***

-Te vez miserable-Dijo Matt apenas me vio.

-Muchas gracias, amigo, en serio-Dije desde el sofá.

Estaba acostado a lo largo del sofá, mi cabeza apoyada en uno de los porta-brazos.

Él me sonrió a modo de disculpa mientras tomaba asiento en un sillón frente a mí. Había pasado una semana desde que Jules se había enterado de todo, una semana desde que  ella no quería saber nada de mí, una semana en la que no había salido de mi casa y en la que me había limitado a quedarme recostado en la cama o en el sofá.