Juegos de Ladrón

Capitulo 11

Julieta

Era un idiota, estúpido, cavernícola, sin cerebro, insensible, arrogante, sin sentimientos...¡lo detestaba! Nicholas Thomas Rockford era el hombre más detestable que había conocido en mi vida, era un...un...un...no sabía exactamente que era, pero no era nada lindo.

Había pasado una semana desde que el muy hipócrita me había echado de su casa, y desde entonces él no había nada para intentar disculparse, de hecho el muy idiota ni siquiera se había aparecido por mi casa, así que si las cosas eran así, yo tampoco planeaba hacer nada para arreglar las cosas ¡él fue el que hizo algo malo!¡no yo!

-Cariño, ¿te sientes bien?-La pregunta de mi padre hizo que lo mirara.

Había pasado un tiempo desde que él había querido tomar el té, así que no había puesto ninguna excusa para zafarme de esta, además, era lindo pasar tiempo con mi padre de vez en cuando.

-Claro-Dije mientras llevaba la taza de té a mis labios.

-¿En serio?, porque desde hace unos días estás actuando un poco extraño...como molesta.

Lo miré, sus ojos marrones me miraban con cuidado, como si supiera que estaba pisando terreno peligroso.

-¿Qué te dijo Anne?-Pregunté mientras me erguía todo lo posible en mi silla.

-¿Por qué se pelearon con Nicholas?

Ugh, era la primera vez en una semana que escuchaba su nombre, y el enojo seguía tan fuerte como hace siete días atrás.

-Por nada.

-Cariño...

-Papá, no quiero hablar de él-Interrumpí.

-Pero...es que...la última vez que dejaron de hablarse por una discusión fue cuando tú tenías trece y rompió por accidente uno de tus libros favoritos.

Entrecerré mis ojos hacia él, ¿Qué parte de que no quería hablar del hombre idiota que se hacía llamar mi mejor amigo no había entendido todavía?

-Julieta...

-No-Dije tajante.

-¿Puedes decirme al menos qué fue lo que pasó?

Guardé silencio, no iba a hablar del tema y esa era mi última palabra, ¡y debería estar implícito!

Al parecer mi padre lo entendió, porque luego de  un rato suspiró.

-Le va a costar bastante esta vez ¿eh?-Murmuró.

Si se refería a Nicholas, definitivamente iba a pasar por un infierno para conseguir mi perdón, si es que se lo daba.

***

-Por favor, Jules, sé que me porté como un idiota pero por lo que más quieras perdóname-Pidió.

Me volteé para ver a mi ex-mejor amigo, el muy cretino había estado sin asomar las narices por dos semanas y hoy aparecía pidiendo perdón, ¡pues estaba muy equivocado si creía que iba a perdonarlo tan fácilmente!

-No quiero-Dije antes de apartar mis ojos de los suyos.

El muy manipulador me había acorralado en un salón de té, y no sabía como (bueno, en realidad creo que tenía una vaga idea del cómo lo había logrado) pero había conseguido que la traidora de Charlotte lo ayudara para poder llevarme al jardín para hablar conmigo (razón por la cual ahora estaba de pie frente a unos rosales, con algo de suerte haría algo tonto y yo tendría una excusa para lanzarlo contra ellos), de eso hace media hora, donde se había estado disculpando de diversas maneras.