Juegos de Ladrón

Capitulo 33

Julieta

Podía sentir las miradas de las mujeres clavándose en mi espalda como cuchillas, y no era necesario que preguntara el porque. La noticia de mi compromiso con Nick se había hecho público hace un par de días y el rumor se había extendido más rápido que la pólvora.

-Están bastante molestas-Dijo Lottie como si no fuera obvio-, pero que no te perturbe, son un grupo de envidiosas.

Suspiré, sabía que ella tenía razón, además, no era como si no estuviera acostumbrada, durante toda mi vida había soportado las malas miradas de las chicas que estaban enamoradas de Nick, después de todo era una de las pocas que siempre había estado a su alrededor.

-Descuida, nada puede arruinar mi felicidad-Dije.

Ella me sonrió y soltó un pequeño chillido de felicidad.

-Dios, no puedo creerme que se vayan a casar-Dijo con una sonrisa-, es increíble.

-Lo sé, aún no puedo terminar de creérmelo, la verdad.

Mi mejor amiga soltó un suspiro con ensoñación, era realmente gracioso verla.

-Pareces una niña pequeña-Dije-, ¿por qué estás tan feliz?

-Es sólo que pensé que nunca vería este día, me siento como tú cuando estás leyendo un libro y los personajes principales por fin hacen las cosas bien.

Me eché a reír ante eso, definitivamente me había sacado el premio gordo con una mejor amiga como ella.

***

Los labios de Nick depositaron un pequeño y casto beso en mi frente cuando me acerqué a él. Fruncí un poco mi ceño, cuando lo vi alejarse, su postura estaba lo suficientemente tensa como para que me diera cuenta.

-¿Sucede algo?-Pregunté mientras caminaba hacia él.

Sus ojos azules se fijaron en mí, y la pequeña sensación de que tal vez se sentía como un niño atrapado se cruzó por mi mente. Eso no me iba a detener de preguntar.

-Nada, primor-Contestó fingiendo una sonrisa y sentándose en la silla de su escritorio.

Solté un suspiro mientras caminaba hacia donde estaba, apoyé mi cadera contra el borde del escritorio a su lado, volteé mi cabeza para verlo. Era gracioso que intentara ocultarme las cosas cuando era evidente que algo ocurría, era oscuramente gracioso.

-Nicholas-Llamé.

Suspiró y se pasó una mano por el rostro, de acuerdo, ahora si que me estaba empezando a preocupar seriamente.

-Estoy un poco preocupado, eso es todo.

En silencio llevé mis manos hacia él y ahuequé su rostro con mis manos para que me mirara, sus hermosos ojos no sólo lucían preocupados, sino que también torturados, ¿qué cosa tan grave estaba ocurriendo y yo no sabía?

-Nick, se supone que seré tu esposa ¿cierto?

-Por supuesto-Dijo, sonando un poco alarmado.

-Entonces se supone que puedes hablar conmigo lo que sea, esa es mi idea de matrimonio, Nick, puedes contarme tus problemas y yo intentaré ayudarte en lo que pueda.

Una débil sonrisa tiró de sus labios, sus manos tomaron las mías y de una u otra manera terminé sentada sobre sus piernas con sus brazos rodeándome. Lo miré desde la poca altura sobre él que tenía a pesar de la postura. Juntó sus ojos con los míos.

-Me imaginó que te has dado cuenta de que han habido muchos policías dando vueltas últimamente ¿cierto?

Asentí con la cabeza, una de mis manos jugando con algunos de los mechones de cabello que habían en su nuca.