2. El Renacimiento

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CAPITULO II. EL RENACIMIENTO

-ALBUS!!!!!!! ERES TÚ...COMO...ERES UN FANTASMA....UNA VISIÓN....UN RECUERDO....

-Tranquila Minerva...soy corpóreo, vez –y toco su cara sin atravesarla-, no soy tampoco un recuerdo atrapado porque de ser así significaría que cree un horrocrux, ¿me imaginas matando a alguien para realizar magia negra? Sé que están sorprendidos pero todo tiene explicación y responderé a todas sus preguntas. Remus algo que decir...

Remus Lupin se encontraba parado de frente apuntándolo con su varita, era un miembro de la orden y no confiaba en nada tan fácilmente, aunque fuera la imagen del director. Él tendría que dar muchas respuestas antes de que relajara su posición. Pero no era el único. Harry Potter hacia exactamente los mismo, él lo había visto morir y esto parecía un engaño.

-Dinos Albus como se supone que regresaste, ni la magia puede revivir a los muertos-preguntaba el licántropo-

-Es que en realidad no morí Remus, solo pareció así porque debía ser así. Cuando la maldición del anillo me toco Severus se encargó de buscar alguna manera de eliminarla, solo había logrado contenerla, pero ustedes saben que él es una gran conocedor y estudioso de la magia oscura, además de muy obstinado en conseguir algo si se lo propone. Sabíamos que mi muerte fue encargada, y yo le pedí que llegado el momento me matara antes de que la maldición de Draco lo hiciera, no quería condenar su alma. Claro que mi muchacho no estaba feliz con el encargo, así que decidió sin consultarme, buscar la manera de cumplir con la misión de Voldemort y salvarme. Sí, magia oscura extremadamente poderosa fue lo que uso. Cuando la maldición asesina me tocara mataría mi alma, eso es lo que hace, pero no fue mi alma lo que destruyo, fue un trozo de otra dada voluntariamente en sacrificio, que como un escudo protegía la mía.

-Pero yo lo vi caer, estuve junto a su cuerpo, lo enterramos, no respiraba y un cuerpo muerto no se preserva se desintegra, y entonces como es que está aquí. No lo creo esto es una trampa.

-Harry querido estamos hablando de Severus Snape quien ha sobrevivido a lo impensable, crees que esos pequeños detalles no los tomo en cuenta; ¿el mejor pocionista del mundo sin saber cómo conservar un cuerpo y como dice en sus clases, retrasar la muerte?. El detuvo la muerte de mi cuerpo, me dio a tomar durante meses diversas pociones que invento, uso complicados hechizos, y al momento de... liquidarme la unión de ambas cosas logro el efecto deseado; protegerme de la caída y conservar mi cuerpo hasta que mi alma pudiera habitarlo otra vez.

-Pero dijo que la maldición no lo mato, entonces si no toco su alma, que paso.

-Ah si... no lo explique. Una maldición tan poderosa no puede dejar de tener sus efectos, así como al rebotar en Harry expulso a Voldemort de su cuerpo, a mí me dejo fuera del mío, incorpóreo, no estaba muerto ni vivo, mi alma estaba como mi cuerpo conservada, pero toda alma necesita estar en un lugar, así que termine en el limbo. ¿Les dije de quien era el trozo de alma dado en sacrificio?

-Snape – dijo Harry- fue el cierto, pero como lo hizo

-Sí, mi pobre muchacho hizo otro sacrificio por mí. Recuerdas el sacrificio de Colagusano en el cementerio para su señor Harry.

-Corto su mano y la arrojo en el caldero, magia negra antigua.

-Exacto, magia negra antigua que Severus investigo y si no supongo mal, de allí saco la idea para hacer que yo sobreviviera. Verán, ustedes solo han oído de división del alma para crear horrocruxes a través del asesinato, pero existe un poderoso conjuro que utilizaban antiguos reyes que eran magos para que sus más fieles servidores les entregaran parte de ella, era voluntario y quienes lo hacían se sentían orgullosos de servir a su señor para tales fines, era la manera de asegurar su forma de vida de dominación sobre los más débiles, era una vida corrompida por todos los pecados imaginables, pero era la que predominaba en esos tiempos y nadie quería que terminara. Era magia negra pura y poderosa que permitía que los reyes no pudieran ser destruidos por sus oponentes y al mismo tiempo conservaban sus cuerpos de manera incorrupta. Quienes la daban seguían viviendo aun con el precio de tener un alma mutilada, pero era imperceptible para ellos, porque estando carcomidos por la sed de poder, de la riqueza, de la dominación y de la lujuria, simplemente no notaban la usencia del faltante.

El Cielo Tras el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora