18. Muerte y Abismo

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XVIII. MUERTE Y ABISMO

Parecía que el tiempo transcurrido eran años en vez de solo dos días. Los pesares y las angustias transforman los segundos en horas, los minutos en días y los días en años, y eso se traduce que en solo dos horas todas tus perspectivas, todos tus conocimientos, todo lo que creías saber se transforma o se destruya. Quizás ese sea el objetivo de Cronos al permitir que sucediera de esa manera; aprender y entender más rápido, crecer y madurar en un parpadeo, todo para que cuando la vida decide llevarte al límite demuestres tu fortaleza, te sobrepongas a lo impensable y hagas lo que tienes que hacer.

Dos horas fue el tiempo que tardo Hermione Granger en salir de su estado crítico; fue cuanto tardaron los medimagos en dar esa noticia; fue el periodo durante el cual todos los allí reunidos miraron su vida como nunca antes; fue el momento en que decidieron los nuevos senderos a tomar; fue el instante en que muchas dudas desaparecieron; fue cuando se enfrentaron al límite y decidieron salir vencedores de todas sus pruebas y sobreponerse; fue todo; y fue la creación de un vínculo, un lazo, un nexo entre ellos que se mantendría irrompible más allá de sus muertes; fue de esas cosas que solo suceden un vez en la vida y solo a pocas personas; una maldición y una bendición al mismo tiempo, porque para obtener eso hay que tocar el mismo infierno y resurgir de sus llamas. Todos excepto una persona se encontraban en ese estado, solo faltaba ella que aunque irremediablemente estaba unida a ellos aún no alcanzaba la luz.

Severus recordaba nítidamente el momento que Kingsley le comunico los hallazgo, el día siguiente a que su novia tuviera un ataque y se agrediera. Esa insinuación a que ella no tendría a nadie mas no dejaba de rondar en su mente y en cuanto pudo le pregunto. La narración de cómo la orden llego solo un día tarde para salvarlos era horrorosa; el reporte policial muggle describía que al menos dos personas habían irrumpido en su hogar, los habían torturado y los dejaron desangrándose hasta morir, extrañamente para ellos dado el nivel de violencia ningún vecino vio ni escucho nada y no habían pistas. Eso no era exacto, si los torturaron pero murieron por la maldición asesina. Pudieron recuperar sus cuerpos con documentos falsos y la ayuda del ministerio alemán de magia. El proceso para la repatriación se tardaría más y en ese ínterin contaban con que Hermione se recuperara lo suficiente para darle la noticia; la fecha aproximada para el entierro seria el dos de septiembre.

Nadie más que Kingsley, Albus y los dos miembros de la orden que los consiguieron lo sabían y acordaron no decir nada hasta tener más información y que Snape decidiera contarlo. Mientras las chicas terminaban de alistarse para marchar del hospital en la habitación de Remus se reunían el, Molly, Arthur, Bill, Charlie, Albus, Minerva y Severus, y este último les dio la noticia. Este nuevo golpe era nada en comparación del momento en que les informo que dieron con el paradero de los Granger gracias a que Ronald en una de sus reuniones con sus nuevos amiguitos y al parecer estando bastante tomado les dijo todo lo que la chica hizo para proteger a sus padres y que estaban en Australia, ese fue el punto de partida para la cacería los asesinos que no sabían aun quienes eran. Descubrieron que fue el chico el indiscreto al interrogarlo luego del hallazgo, era sospechoso que los encontraran si solo su círculo más cercano sabía algo de eso, y obviamente a menos que tuvieran otro traidor entre ellos, él era la apuesta más segura a la filtración; pero entre tantos sospechosos de sus nuevas amistades y cualquiera relacionado con ellos, había sido imposible determinar a los culpables.

Hasta el día 28 de agosto no habían conseguido a los responsables y de una manera irónica gracias a lo acontecido y los interrogatorios posteriores, encontraron a los asesinos de los Granger, dos apresados y dos en fuga que resultaron muertos horas más tarde.

No había temido ser espía doble, ni enfrentar al señor oscuro, ni siquiera a la muerte; pero tener que darle la noticia a su novia de que era huérfana lo hacía sudar frio de puro pánico, temía por ella y por cuanto sufriría. Él no tenía más remedio que ser fuerte y apoyarla de todas las formas posibles, y se estuvo preparando y escogiendo cuidadosamente sus palabras para ese momento. Al final llego lo impostergable y un par de horas después del desayuno del día treinta en su habitación hablo con ella.

El Cielo Tras el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora