41. Intermedio III

792 31 3
                                    


XLI. INTERMEDIO III

Que tanto puede ocurrir en cuarenta y ocho horas, es algo que no muchas personas se preguntan o piensan muy a menudo, bien sea porque sus expectativas son pocas, o porque la rutina los ha absorbido, o sencillamente porque no tienen unos novios llenos de sorpresas ilimitadas y vidas tan atribuladas como dos heroínas de guerra.

- ¿Cansada cariño?

- Agotada Sev. Este sí que ha sido un fin de semana movido, solo quiero meterme en la cama. Como quisiera que mañana no fuera lunes

- Antes tienes que comer algo mas y beber las pociones

- ¿Más comida?

- Todavía estas pálida, la sesión de hoy estuvo fuerte, y Lucios me amenazo con que si volvíamos a ir no estando bien comida y descansada, me sacaría todas mis fuerzas para dártelas a ti, y no le va a importar dejarme tirado en cama por una semana, creeme

- Me parece increíble que Lucios Malfoy se preocupe por mi

- No solo el, Narcisa y Draco también. Bromas aparte, estaban preocupados por tu condición cuando llegamos a la mansión. Y tienen razón, debimos ser más cautos teniendo en cuenta que iríamos a romper la maldición horas después

- Quizás, pero me puedes cansar así cuando quieras

- ¿En serio? No debería sorprenderme si recuerdo tu rostro y sonidos

- Y yo no recuerdo profesor, que te quejaras de nada

- Oh no, yo también lo pase bien, muy bien. No has tenido tiempo de procesar todo pero... ¿sientes algo de arrepentimiento o incomodidad?

- No. Aunque no lo creas mientras ustedes estaban con los conjuros, yo me puse a rememorar todo. Visto desde afuera quizás no se entendería, o pareciera complicado; la verdad es muy simple, amo a mi prometido quien me enseño a disfrutar de mi sexualidad sin complejos y culpas. Una de las cosas que aprendí es que me siento muy bien siendo una gran y lujuriosa perra, que le encanta dar y recibir placer y no se limita por reglas sociales. Tu eres un pervertido, yo soy una pervertida, hacemos una excelente pareja, y todo lo que hacemos juntos en ese ámbito está bien porque ambos lo deseamos, y no merma nuestros sentimientos; no nos hace menos fuerte como pareja el divertirnos y experimentar. Tan loco como pueda sonar, me siento más unida a ti ya que no hay nada que no puedas compartir conmigo, no necesitas buscar nada afuera

- Eso último es muy cierto, no hay nada que no pueda tener a tu lado. De todas formas preguntar no está de más; todo fue algo nuevo y bastante intenso. ¿De verdad te sentiste bien con todo?

- Sí, no me arrepiento y no me importaría repetir si quisiéramos. No hay nada de malo en compartir algo tan íntimo con tus mejores amigos, y la conexión que Ginny y yo tenemos es especial; nos queremos y esto es una forma de expresárnoslo

- Bien. ¿Qué tanto te sorprendiste por el club?

- Oh vaya eso fue alucinante. No es algo que haría de forma permanente pero, para jugar nada mal; y tampoco creo poder con la parte más fuerte de ese estilo. Ya sé que dijiste que no es lo tuyo pero, ¿te agradaría tenerlo más? ¿una sumisa?

- No, como juego está bien, hasta ahí, además tu no podrías ser una sumisa permanente y yo tampoco te quiero así. Soy de carácter dominante lo sabes, y en el sexo me gusta tener el control, solo que control no significa necesariamente todo eso de BDSM. Yo te podría subyugar y quizás llevarte más allá en el límite de lo que estas dispuesta a hacer, pero realmente no lo disfrutarías, así que para que. No necesito una sumisa, necesito una mujer que en muchos sentidos sea mi igual y mi contraparte, todo en uno, y tengo la suerte de conseguirlo en ti, así que no deseo mas

El Cielo Tras el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora