Cuando aparecieron por la puerta, el sonriente veterinario les dio la bienvenida y abrió la barrera de madera sagrada para que Derek también pudiera entrar a las oficinas de la parte trasera de la clínica. Allí, Stiles le comentó acerca de su interés en ampliar sus conocimientos de elementos sobrenaturales y, como habían previsto, el veterinario le surtió con una gran cantidad de material.
─¿Y tienes algo acerca de armas contra los lobos? ─preguntó interesado Stiles, mientras Derek fingía ojear un bestiario que solo tenía Alan Deaton.
─¿Como el acónito? ─preguntó el veterinario.
─Sí. En plan... ya sabes, hechizos o algo así.
─¿Pretendes expulsar a Derek? ─bromeó el veterinario, que sabía de muy buena tinta que, en esos momentos, Derek era el único lobo en la ciudad.
─No. ─rió Stiles. ─De momento se porta bien... ─dijo, notando la mirada indignada del aludido. ─Pero si intentaran atacar Beacon Hills... bueno, ahora sería uno de los momentos en los que seríamos más vulnerables. Derek por el momento se va a quedar, pero si se marchara... ya sabes, esto no es algo que se aprenda en dos días y quiero estar preparado para protegerme a mí y a mi padre.
Derek intentó ocultar su sorpresa y admiración hacia las grandes dotes de creación de excusas que tenía el muchacho enterrando su mirada de nuevo en el bestiario único del veterinario, quien asentía frente al interés de Stiles y le dio un manuscrito más.
─Me temo que vas a tener demasiado material para investigar... ─bromeó el veterinario mientras se despedía de ambos, a la puerta de la clínica.
─Ya sabes que paso demasiado tiempo despierto y quiero matar horas libres. ─rió Stiles.
─Un placer volver a verte, Derek.
─Igualmente, Alan. ─asintió Derek, dándole la mano al veterinario, para después subir al coche, en el que Stiles ya estaba metiendo parte del material de investigación.
El motor rugió, alejando a los muchachos de la clínica veterinaria de Alan Deaton, que observó cómo el Camaro negro del único superviviente (a excepción de Peter) de la manada Hale.
─Ya ha comenzado a recordar... ─murmuró bajito el veterinario.
*flashback
Alan Deaton estaba sentado en el salón de la sede de la manada a la que protegía y pertenecía frente a la gran alfa de la misma, Talía Hale, y una loba de territorios lejanos que había sido acogida en el seno de la manada a pesar de mantenerlo en secreto. Entre los tres se mantenía una conversación tan particular que, debido a que siempre solían tener varios ojos y oídos sobrenaturales sobre ellos, el propio Alan Deaton había tenido que poner varias barreras que impidieran a extraños enterarse de la conversación.
Las dos lobas frente a él le exponían temerosas ciertas informaciones delicadas, así como dudas razonablemente inquietantes. Él, gracias a su amplio conocimiento y a su oficio heredado de varias generaciones anteriores, contaba con la respuesta a muchas de las preocupaciones de las lobas.
Él mismo había logrado desvelar la incógnita acerca de la extraña y única naturaleza de la loba en acogida, Claudia, y había expuesto todos y cada uno de los detalles acerca del interés en sus habilidades extrañas e incomparables, pero el problema que ahora le presentaban era uno mucho mayor y sobre todo, mucho más complejo de solucionar.
─Estoy segura de que Derek siente algo por Stiles. ─dijo preocupada la alfa de la manada. Claudia, a su lado, asintió antes de hablar.
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La Loba
Fanfiction¿Dónde está La Loba? Eso es lo que todos se preguntaban. Tras lo acontecido en México, la pelea de la manada de Beacon Hills contra Kate Argent y Peter Hale, Derek Hale desaparece junto con el clan de Las Calaveras para averiguar dónde está la tan i...