La Loba

Déjà vu

Los días fueron pasando entre investigaciones en libros, manuscritos, bestiarios y manuales de cazadores para atrapar criaturas (mayormente centrados en los lobos), así como también algunos momentos de intimidad más propios de personas normales que no a las que ellos mismos se habían acostumbrado entre tanto lobo, emparejamiento, druidas... Pero lo bueno era que, al menos, investigaban juntos, y acabaron leyendo un montón de leyendas absurdas acerca del emparejamiento (algunas tan ridículas como las propias de los libros de Crepúsculo) a la par que obtenían información relevante.

En esos días, Derek mantuvo su promesa al sheriff, no contándole a Stiles que su padre estaba recuperando sus recuerdos y, con ello, mucha información que les sería útil. Sin embargo, aunque había prometido no decírselo a Stiles, nunca prometió no interrogar e indagar él mismo en las memorias del sheriff, por lo que de vez en cuando, el lobo asaltaba al adulto con intención de recapitular información.

Sumado a la información de los libros y demás documentos escritos y a los recuerdos del sheriff, Derek también añadía sus recuerdos, aunque no tenían, tanto de información, sino sucesos de hacía años que se centraban, en su mayoría, en la relación que humano y lobo tenían.

─¿Sabes? Estaría bien que alguno de tus recuerdos nos diera información. ─espetó frustrado Stiles al escuchar el relato de su último recuerdo, que había sido esa misma noche. El lobo lo miró con las cejas en alto y Stiles se apresuró a rectificar. ─Que sí, que sí, que ha sido un recuerdo muy tierno... Tú de pequeño cuidando de un yo bebe como si se te fuera la vida en ellos es, como mínimo, enternecedor... Pero no sé... Ya sabes, algún recuerdo de cuando cotilleabais las conversaciones de nuestros padres.... Sin duda algo así sería mucho más útil.

─"Recuerdos a la carta" ─murmuró Derek con una media sonrisa.

─No estaría mal. ─añadió con una sonrisa aliviada al ver que el lobo se lo había tomado con humor y no como un ataque personal.

─Estoy agotado. ─murmuró el lobo dejándose caer sobre la cama.

Stiles lo miró con una sonrisa de medio lado y se tumbó él también al lado del moreno, que comenzó a acariciarle como acto reflejo. El humano cerró los ojos y disfrutó de las caricias del mayor.

─Normal que estés cansado... Últimamente no duermes nada. ─dijo Stiles mirando a su novio y emparejado y viendo cómo este le miraba sorprendido. ─¿Crees que no me iba a dar cuenta?

─No sé de qué me hablas.

─"No sé de qué me hablas" ─imito el castaño, incorporándose un poco para fijar su mirada en la del lobo. ─Sé que te levantas por las noches y vas a no sé dónde. Esperaba no tener que sacar yo el tema y que me lo contaras tú... Pero como veo que pasan los días...

─No es nada. ─respondió el lobo tras una pausa

─Y una mierda. ─dijo Stiles levantándose del todo y cruzándose de brazos para mirara al lobo. ─O me lo dices o me pillo un rebote de la leche.

─Stiles...

─No. ─dijo el humano frunciendo el ceño, viendo como Derek se incorporaba para mirarle sereno. ─Y no estés tan tranquilo, joder. ¡Me estoy enfadando! ¿Desde cuándo soy yo el que se enfada por todo y tú el que se queda ahí como un pasmarote?

─Desde que eres más yo que yo mismo. ─contraatacó Derek aún tranquilo, e incluso se atrevió a esbozar una sonrisa que automáticamente imito Stiles.

─Idiota. ─dijo relajándose y sentándose a los pies de la cama.

Derek reptó por la cama y se colocó tras Stiles, comenzando a darle suaves besos en el cuello. En un principio, Stiles opuso cierta resistencia al intentar esquivar los besos del lobo, pero después de que Derek le impidiera moverse rodeándole la cintura con los brazos, se dejó hacer y se permitió deshacerse con besos en su zona más sensible.