Viviendo con The Vamps 3: Independence Day

Capítulo 8

-Nos vemos en unas horas, espero encontrarla allí.- le digo a Tristan cuando me deja en el aeropuerto.

-Ya verás como si.- me dice desde el coche.

-¡Hasta la noche!.- le digo sonriendo.

Arranca y se marcha, yo entro al aeropuerto y me encuentro con un par de chicas que me reconocen y me sacó un par de fotos con ellas. Llego a la terminal y entrego el billete y la documentación.
Durante las tres horas de vuelo no paro de pensar nervioso las razones por las que ha podido irse:

La primera y más obvia:
Leigh y yo.

Se me ocurren otras razones:
No me quiere.

Decido eliminar esa, es imposible que no me quiera.

Otra:
Se ha cansado de aguantar mis tonterías.

Las fans.
Esa no, nunca ha pasado nada.

Se ha cansado de mi y de todo.

¿y si necesita un cambio de vida? Connor ya me lo dijo, quizás sea eso, que necesitaba salir de aquí.
¿y si ya lo tenía planeado antes de lo de Leigh? ¿pensaba dejarme tirado sin decir nada?
Empiezo a pensar que me esconde algo, y eso me hace ponerme aún más nervioso de lo que ya estoy.
Llego a Edimburgo y me voy a la estación de tren, el siguiente a Aberdeen sale en media hora así que compro un billete y simplemente espero.
Me cuelgo mi mochila a la espalda y bajo del tren, cuando voy por la calle encuentro otro grupo de chicas que me piden fotos, y no voy a negarme así que unos quince minutos después me vuelven a dejar tranquilo.

La última vez que estuve aquí fue en la "boda" de Summer, guau, cómo pasa el tiempo. Llego a la puerta de su casa y llamo, poco después sale su abuela.

-Hola, ¿está Summer?

-No.

-¿Y sus padres?

-En Manchester con los de Colton.

-¿Sabe algo de ella?

-Pasa hijo mío.- dice abriéndome la puerta.

Por favor que esté en su habitación.

-Siéntate.- dice señalando el sillón que está frente a ella.

-Claro.

Me siento y la miro.

-Mi nieta no está aquí.

-¿Sabe algo de ella?

-Si, que está bien.

-¿Dónde está?

-No lo sé querido.

-¿No?

Ella niega con la cabeza.

-¿Qué os ha pasado?

-Digamos que, la he engañado.

-Ya lo sé, me lo contó.

-¿Cree qué podrá perdonarme?

-Te quiere muchísimo, ¿crees qué no va a perdonarte? Mi nieta es muy orgullosa.

-Lo sé, es una de las cosas que más me gustan de ella.

-¿Si?

-Si, me encanta como arruga la nariz cuando se enfada y cuando sé que está sonriendo a pesar de estar cruzada de brazos y dándome la espalda.

-Ella te quiere, muchísimo.

-¿Si?

-Te lo aseguro.