Tatuajes

21

GABRIEL

Ella estaba fhermosa como siempre. Julia se puso un vestido color azul que le llegaba hasta las rodillas, con escote en V y que tenía una bonita cinta en su cintura, dejándola como una muñeca de pastel de cumpleaños. Se movía tranquila en unos sandalias de taco aguja color plateadas, no parece tener ninguna dificultad con ellos. Recogió su cabello en un rodete sencillo en la cabeza y casi no estaba usando maquillaje.

–Ese vestido se ve muy costoso para haberlo conseguido por aquí –Señalo Justin mirando el bolso que brillaba bajo su bolso.

Julia trataba de mantener la fachada de una chica común y corriente pero a veces se le escapaban ciertas cosas que la delataban con su vida pasada.

–Sabes lo que tienes que decir ¿verdad? –pregunto Justin, a mi lado, como siempre.

Mi amigo también llevaba traje, y al igual que yo, muy incómodo. Miro para todos lados...Las chicas lo estaban devorando con los ojos. Le ponía inquieto que alguien se lo quedara mirando por mucho tiempo.

–Te espero afuera –Dijo al fin, sin poder soportarlo un minuto más.

Negué con la cabeza y lo agarre del brazo. No iba a abandonarme ahora.

–Maldición...

Sonreí y negué con la cabeza. El mira por un momento a Julia y rueda los ojos.

–Es hermosa –me queje.

–Si tu dices...

Volvió a rodar los ojos pero no se movió de mi lado. Justin Queen no era de los que te abandonan. A pesar de lo incomodo que esta situación era para él, se iba a mantener a mi lado firme tanto como yo lo necesitara.

–Voy por ella.

–Suerte –murmuro.

Le hice un gesto con la cabeza y el me respondió, pero el antes toma mi brazo y me detiene.

–Si llegas a arruinarlo de nuevo no serán solo unos golpes. ¿Entiendes?

Lo mire y apretó aún más mi brazo.

–Pregunte si entiendes.

–Lo entiendo... ¿por qué lo haces?

El mira para otro lado.

–Porque desde que tú y esa niña se pelearon no solo aquí la tengo que ver si no también en mi casa "Hola, Justin" "¿Porque eres así conmigo, Justin?" "¡Stephen! ¡Gabriel me hizo esto!" –Imito el tono de Julia -arruínalo...

-entiendo –le interrumpí...

Cuando quería si podía llegar a asustar.

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JULIA

Era la sexta vez que Stephen me pisaba. Aun así sonreí para que no se sintiera tan mal. Papá me enseño a bailar cuando era pequeña y tengo un poco de práctica para no hacernos pasar tanta vergüenza.

-Lo lamento -dijo el muy apenado. Tenía las mejillas teñidas de rojo, como su cabello, y no dejaban de sudarle las manos.

–Está bien –Repetí, intentando sonar indiferente.

El volvió a pisarme y sonrió nervioso.

-¿Te dije lo hermosa que estas? -me pregunto otra vez.

"Si. Cada vez que me pisas" pensé.

-si. Ya lo dijiste, Stephen.

Puso una mueca en su cara, me hizo girar y después volvió a pegarme a su pecho de un golpe brusco. El golpe fue un poco brusco que dolió en la parte baja de mi espalda y en mi nuca.