Tatuajes

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JULIA

Bajo la cabeza y descendió desde mi oreja regando besos hasta mi cuello. Con cada beso que me daba, mi cuerpo temblaba un poco más. Separe nuestros labios unos breves segundos y eche la cabeza hacia atrás para mirarlo a los ojos. Su mirada era cariñosa. Sonrió de lado y me beso en la frente.

Justin subió sus manos por mis brazos hasta mi cara y pasó un mechón detrás de mis orejas, acariciándome con la punta de los dedos detrás. Me acaricio el puente de la nariz con sus labios y me beso en el entrecejo. La calidez de sus caricias me llegó por mis extremidades y me acerque más. Separe los labios para dejarle paso a su lengua y esta acaricio la mía.

Justin me saco la remera por encima de la cabeza y la lanzo al suelo, sin dejar de mirarme a los ojos un segundo. Su boca volvió a la mía y clavo los codos a cada lado de la cara, mientras con la mano abierta subía por mi cuerpo y la dejaba en mi pecho, encima de mi corazón. Justin me beso en el cuello y dibujo círculos en mi carne con su carne, me beso, me dio mordidas pequeñas en la garganta, debajo de la oreja y chupo mi labio inferior.

Me estremecí. Baje las manos de sus hombros y recorrí su espalda ancha con los dedos hasta llegar al cinturón de su pantalón, pase las manos delante de su cuerpo y con dedos torpes abrí su cinturón y desabroche su pantalón. Metí las manos debajo de su remera y le acaricia los abdominales, subí a sus costillas y me deslice por su espalda con las uñas. Justin gimió y me beso con más insistencia, perdiendo el poco control que le quedaba. Sacando valor de no sabía dandonde, y matando al miedo, puse los dedos en el dobladillo de la remera y se la saque.

Habia perdido la cuenta de la cantidad de veces que vi su pecho desnudo, pero todavía seguía impresionándome Cada centímetro de su cuerpo era perfecto.

Estaba bastante asustada en realidad, a pesar de que confiaba en Justin y sabía que no había nadie más con quien me gustaría más vivir esto. Mi corazón latía desbocado. Pase mis dedos por sus tatuajes y luego bese una de las flechas tatuadas de sus hombros.

–Puedo esperarte, Julia –volvió a decir bajando el cierre de mi pantalón.

Negué.

–Te deseo, Justin –confesé.

Sus ojos viajaron por todo mi cuerpo y mire hacia otro lado avergonzada. Muchas veces note que Justin se quedaba mirándome de una forma distinta, así que esta no sería la primera vez, pero todavía no terminaba de acostumbrarme a la idea de que él me deseaba.

Solo mírenla...

Sacudí la cabeza, tratando de borrar esas palabras, y lo bese con más insistencia, concentrándome en él y en que él me deseaba tanto como yo lo deseaba. Gabriel y sus palabras no tenían lugar aquí.

-Te amo -dijo apoyando su frente en la mía.

Justin separo nuestros cuerpos y se arrodillo en la cama, engancho sus dedos en la cintura de mi pantalón y lo fue deslizando por mis piernas. Levante las caderas para que tuviera más facilidad y él doblo el cuerpo y me dio un beso en la rodilla.

No note que estaba temblando hasta que él lo dijo y se acercó para besarme. Entonces comenzamos a reírnos, mientras nos besábamos.

. –Eres muy lindo.

Alzo los ojos hacia mí y me guiño un ojo.

Sus labios besaron mi vientre y muy despacio se deshizo de mi bombacha. Puso sus manos detrás de mis rodillas y las abrió haciendo que mirara hacia otro lado cuando me miro...ahí. Alargo su mano por mi rodilla y bajo por la parte interior de mi muslo. Me removí inquieta en la cama. Sus dedos continuaron su recorrido y, entonces, cuando su dedo estuvo en el lugar donde nadie estuvo, y lo mire. Sus labios volvieron a atrapar los míos y sus caricias hicieron que se me arqueara la espalda y un suspiro se escapara de mis labios entreabiertos.