GABRIEL
La puerta se abrió de repente y Julia retrocedió asustada al verme parado delante de ella. Sin embargo, en este momento ya no me importaba verla y solo clave la vista en su novio, que estaba parado detrás de ella con los ojos abiertos como platos, petrificado, y sin saber donde meterse.
– Tu mamá nos esta esperando abajo para almorzar – le dije en modo automático, sin escuchar lo que me estaba diciendo. Vi de reojo como se movían sus labios, pero fui incapaz de prestarle atención. – Vine a buscarte porque Paul me dijo que sabía que Justin estaba aquí. Deberían ser más cuidadosos, él ya sabe que se viene quedando desde hace mucho.
Vi de reojo que Julia se pasaba un mechón detrás de la oreja.
– Te veo después – dijo Justin por fin, hablando con voz calmada y bajo para que nadie fuera de nosotros tres lo escuchara. – Julia, me voy. Después te llamo.
Ella se le acerco, le agarro de los hombros y le susurro algo que no llegue a escuchar pero Justin le dio un beso en los labios, se acerco a la ventana y dos segundos después desapareció.
– Gabriel, no hagas nada estúpido – me dijo Julia, mirándome preocupada – Si viniste a pelear de nuevo, por favor, no quiero. No me importa lo que haya pasado con Sia o si ella se quiere disculpar o no… te perdono, solo no me digas. – se paso otro mechón detrás de la oreja, nerviosa. – Solo te voy a pedir disculpas por lo que dije el otro día. No quise herirte ni ser cruel contigo… Estaba molesta porque Sia no dejaba de tocar a mi novio y estaba enojada contigo porque la llevaste con él. No pensaba bien, perdón.
Sabía que todo esta mierda me la estaba diciendo para proteger a Justin y eso me hizo sentir más enojado, me estaba tratando como si fuera un matón de mierda. Aquí el único puto traidor era Justin, que se cago en mi, de nuevo.
– Julia, no le voy a hacer nada a tu novio. – escupí, odiando que lo estuviera protegiendo.
– Por favor, Gabriel. – me rogo.
Estaba cansado de que siempre pensaran lo peor de mi y que pensaran que era el único problema. Justin acababa de tomar una decisión de algo que no le correspondía solo a él pero era a mi al que le miraban mal y le reprochaban cosas.
– Julia, ya te dije que no – saque mi mano de la suya – Además, ni siquiera sabes porque quiero hablar con él.– ¿Y por que es? – grito. – ¿Estuviste escuchándonos?
Rechine los dientes.
– ¿Qué pasa?
Julia estaba intentando sacarme información de nuevo, pero, a diferencia de Justin, a mi no me iba a convencer para que le dijera nada. Odiaba cuando Julia empezaba a investigar cosas que no le conciernen, asi como cuando cualquier persona se metia en mi vida privada. No sé cual es la necesidad de estar haciendo preguntas de mis cosas y de la de los chicos. Me pase las manos por la cara, ansioso.
Tranquilo, Gabriel. Es solo porque se preocupa por Justin
– Es por Sia. – dije apresuradamente antes de que hiciera alguna idiotez – Un imbécil intento violarla en la fiesta de Evan, yo aparecí justo a tiempo y, como ella no quería ir a la policía a denunciarlo y tampoco a su casa, la lleve a la cabaña. Quería convencerla de denunciarlo, pensé que podía hacerlo porque si alguien hubiera ayudado a mi hermana ella estaría viva y quise ser esa persona que no tuvo mi hermana. Justin mal interpreto la situación y ahora cree que estoy jugando con ella de nuevo, solamente quiero hablar con él y explicarle lo que paso.
Había venido justo para decirle todo esto pero ya no me importaba lo que pensaba de mi o hablar con ella para arreglar las cosas. Solo quería salir de aquí ya mismo, buscar a Stephen y arreglar esta mierda que nos hizo su hermano.
Julia se puso pálida como una hoja y su expresión se torno horrorizada…
– Hizo la denuncia, no te preocupes – dije, sintiendo un dolor agudo en el pecho al ver su expresión angustiada. – No te sientas culpable. No sabías y tampoco ella se porto bien contigo. Sia estaba buscando sacarte de quicio apropósito, asique no te sientas culpable.
– Si, pero no cambia nada que me digas eso… ella después de todo estaba sufriendo y yo…
Le pase un mechón detrás de la oreja y me incline para mirarle mejor la cara.
– No vine a contarte esto para que te sintieras mal, Julia. Solo que mereces una explicación, la cabaña también te pertenece y tenía que pedirte permiso antes de llevar a alguien.
La incertidumbre cruzo por su rostro y sus labios se arrugaron…
Desde que estaba embaraza había un brillo especial en su rostro y se veía más bonita que antes. Ni siquiera la ropa holgada de Justin le opacaba, se veía más femenina, su piel resplandecía y los ojos parecían brillar como una noche estrellada. Stephen pensaba que su sentido del humor que cambiaba todo el tiempo era molesto, pero a mi me parecía adorable.
Todo el enojo que sentí en ese momento se desvaneció. Tenerla en mis brazos era reconfortante y me hizo sentir en paz. Apoye la mejilla en su cabeza y cerré los ojos. A pesar de que su perfume estaba empapado del perfume de Justin, su olor seguía siendo el mismo… olía al perfume floreado de su shampoo y a frutas por los carameros que comía todo el tiempo. Le acaricie el cabello con la mano, sedoso, y luego mire el pequeño bulto que había dejado un pequeño espacio entre nosotros y de nuevo hacía arriba.
¿Por qué tenía que ser ella?
Quisiera no haberla conocido. Sabía desde que la vi en esa mesa, rodeada de todos los imbéciles con los que se junta Michael, que estaba fuera de mi alcance y que no me convenía juntarme con ella…. pero una y otra vez volví a ella como si estuviera obligado a quedarme atada para siempre a su lado.
Estaba tan convencido de que no iba a tener nada bueno en la vida que no te quise arruinar con mis problemas. Vi lo que paso con mis padres y con mi hermana que tenia miedo de que me pasara lo mismo y que al final me abandonaras como todos. Nunca nadie me quiso tanto para quedarse y tenía mucho miedo de perderte.
– ¿Estas bien? – pregunto acariciando mi espalda.
– Solo pienso en Clary y en lo diferente que hubiera sido si alguien la hubiera ayudado.
– Si, entiendo.
Parecía ausente y como si estuviera a punto de llorar. Julia era muy sensible y demasiado gentil, supuse que tenía que sentirse mal por haberla echado pero me pareció que era demasiado exagerado si se ponía a llorar. Otra chica le hubiera hecho algo peor si viera que le estaban coqueteando a su novio delante de su cara pero Julia no era agresiva y no hizo nada extremo… ¿Qué le pasaba? Le agarré la cara con las manos y la mire con el entrecejo fruncido.
– Shhh… no pasa nada, Juls.
Asintió.
– Quisiera disculparme con ella – murmuro
No, eso ni hablar. Sia se volvería loca si se enteraba que Julia sabía lo que le paso.
– No me parece buena idea.
Volvió a asentir.
– Si, lo menos que quiere seguramente es que alguien sepa lo que le paso...
– No, no quiere que nadie sepa. Estaba preocupada por lo que los demás pensaran de ella.
– Cuando hables con Justin avísame – susurro dando un paso atrás y alejándose de mi – Seguro va a estar enojado con él mismo y se sentirá culpable por no haber estado con ella en ese momento. Parece que no le importa nada, pero es muy sensible.
– Cuenta con ello.
Se le dibujo una sonrisa arrebatadora y casi me caigo de rodillas. Era preciosa.
– Bueno, bajemos – Se desvaneció su sonrisa y se acerco a la puerta – mi madre seguro va a sospechar.
Fui detrás de ella y le seguí hasta la cocina…
Al salir de la casa de Julia, llame a Stephen y le dije que teníamos que vernos en la cabaña. Estaba seguro que Stephen estaba al tanto de las decisiones de su hermano y que estaban arreglando en este momento que mentiras decirme después para intentar calmarme. Es más, seguro Stephen se había salido junto a su hermano y me dejaron en las garras de Winston para que me ocupe de todo.
– Justin me conto lo que paso – dijo agotado, sin sorprenderme.
– ¿Dónde están?
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Tatuajes
Teen Fiction"No te enamores de mi, te hare daño" Novela comenzada en el 2015 y finalizada en el 2017 Tiene incluida dos temporadas *Tatuajes *Los chicos de los tatuajes.