Tatuajes

23

GABRIEL

Algo estaba roto, algo no andaba bien. Nosotros ya no éramos los mismos y no lo volveríamos a ser.

Me aleje lentamente de ella sin mirarla. Su rechazo fue igual que si me hubieran pegado una trompada. Incluso dolía más.

-Lo siento -dije en un susurro dándole la espalda.

Escuche como se movía en la cama y se recostaba de un lado, dándome la espalda.

-No lo entiendo -admití.

Durante todo este tiempo pensé que solo durarían meses hasta que pudiera volver a besar y tener esa cercanía que solo había tenido con ella y nadie más. Ese algo que me completaba...algo que nunca había experimentado y ahora me era arrebatado.

- ¿Qué no entiendes, Gabriel? -Me volvió a golpear.

-Esto...lo que sucedió recién. ¿Por qué no?

Julia soltó un suspiro.

-Los amigos no se besan, Gabriel -respondió.

Me volví a ella y mire su cabeza.

¿Y qué hay de nosotros?

Desde mi lugar me quedé observando sus facciones, sus mejillas levemente sonrojadas, su nariz pequeña y sus hombros delgados.

Al oírla hacer un sonido de disgusto y verla correr un mechón de su cabello detrás de su oreja me puse de pie. Me levanté de la cama de un brinco, sintiendo que la cólera invadía mi mente nublando todo, y camine hasta ponerme delante de ella, apuntando su cara con mí dedo índice.

-Pero nosotros si -le contradije enfadado.

Julia todo los ojos y se dejó caer contra el colchón, agarrándose la frente. Se notaba cansada por la situación En ese momento tuve fuertes deseos de zamarrearla y obligarle a mirarme de una maldita vez. Quería decirle que nosotros no éramos así.

-No -declaro -ya no.

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso?
Al menos ten el coraje de mirarme ¡No seas cobarde!

Julia se sentó en la cama y cruzo las piernas. Sentía que con cada cosa que decía solo lograba enojarla más. Eso no era bueno para mí. ¿Pero a quien le importa lo que sea bueno para mi? A Julia, claramente, le daba igual lo que yo quisiera o lo que yo necesitara. ¡A ella le daba igual todo el maldito mundo, aparte de ella!

-No está bien que nos besemos cuando somos amigos, y más si uno de nosotros en algún momento sintió algo por el otro...no está bien porque... no es correcto.

- ¡Eso es una completa estupidez! -Una mierda. ¿Desde cuándo?

Julia continúo hablando pero yo ignore todo lo que dijo. Estaba demasiado sorprendido, y a la vez molesto, por lo que estaba sucediendo. ¿Desde cuándo?
¿Cuándo se volvió tan egoísta?
Era obvio que iba a pasar un tiempo hasta que pudiéramos volver a ser lo mismo que antes... pero esto...

Nunca hubo una posibilidad.

-Pero yo no quiero eso -Me resistía a creer que lo nuestro había terminado. -Yo quiero estar contigo como antes...Te extraño, Julia. Ne...

-Gabriel, no pienso ser tu amiga con derechos ¿Lo entiendes? -Exclamo, volviéndose furiosa a mi y levantándose de la cama también. - ¡No quiero verte con otras chicas! ¡No quiero ser tu juguete para que vengas conmigo cuando no tienes nada mejor que hacer!

- ¡JULIA!

- ¡JULIA NADA! ¡NO PIENSO SER TU PUTA, GABRIEL!

La culpa me oprimido el pecho al escucharla decir eso. Julia era mucho más para mí. No iba a rebajarla a eso nunca.
¿De donde saco eso?