Tatuajes

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GABRIEL

Julia no me hablaba y no podía culparla porque tenía razones para estar enfada conmigo cuando intente algo imperdonable.

-Te llevo a tu casa. -le dije mostrandole las llaves de mi auto.

Al no tener que llevar a Julia a su casa me sentia bastante solo en el auto. Era cada vez más molesto. Me había acostumbrado a escuchar su voz cuando sonaba una canción buena en la radio.

-Justin ya se fue. Seguro. -se encogio de hombros.

Si... con ella.

-¿Puedo conducir? -me pregunto caminando a mi lado.

-No. 

Stephen le subio el volumen apenas escucho sonar a Green Day en la radio. Pase mis dedos por mi cabello, mirando el espacio vacio que hasta hace poco ocupo el Jeep de Justin por el espejo retrovisor, y nos puse en marcha. Mi Torino rugio bajo mis manos logrando obtener la atención de algunos y los dos abandonamos el estacionamiento.

-Voy a llamar a casa para avisarle a mamá que vas a casa. -me dijo, sacando su telefono del bolsillo de su chaqueta.

-No, esta bien. Creo que te dejo y me voy a la casa de Evan.

-¿Evan? -repitio.

-Se lo que piensas de el, Stephen, pero no lo conoces. Es un buen chico.

-Es un tramposo, Gabriel.

Por fin, después de varios días, pude sonreir.

Sus miedos eran algo que a cualquiera le harian catalogarlo como "paranoico", pero a mi no me importaba. Estaba bien. Evan era un chico coreano que llego a vivir aqui hace cinco años. No hablaba mucho aunque su español era perfecto. Tenia un mal temperamento y estaba forrado en dinero, por lo que vivia en la parte cara de Greenstown. Tenía la mala fama de ser un tramposo cuando se jugaba y por eso casi nadie queria negociar con el.

-Ven a mi casa. Justin y Julia deben estar en la casa de ella. -me aseguro, y guardo su telefono en el bolsillo de su chaqueta.

Julia y Justin... Justin y Julia...

Jamás me acostumbraría a esa idea. No podía escucharlos en la misma oración...

-A mamá no le gusta para Justin. No creo que duren. -se encogio de hombros. -El dice que no le molesta pero mamá sabe como sacar a alguien que no le gusta. La conoces.

Al llegar a su casa me tengo que estacionar detrás del auto de su papá. Stephen se baja primero y cuando ve que no estoy tratando de seguirlo, me hace una seña con la mano para que lo siga y me abre la puerta. El se siente tranquilo. Quizás mis preocupaciones son estupidas y en realidad ellos no estan aqui.

Saco mi telefono y le envio un mensaje a Evan diciendole que salga sin mi.

Sin embargo cuando entramos dentro de su casa me encuentro con una escena asquerosa.

Ellos estaban acurrucados en el sofá, mirando en la televisión una pelicula de acción. Julia tiene apoyada su cabeza sobre el hombro de Justin, del chico más frio del mundo, mientras él rodea sus hombros con un brazo. Cuando me mira, veo el desafiante, pero claro, mensaje en sus ojos de "No te acerques".

Julia estira sus brazos, sonriendole, y entonces al voltearse se encuentra conmigo. Su sonrisa lentamente va cayendo hasta desaparecer por completo, sus mejillas rosadas pierden su color adorable y se pone cada vez más palida. Justin la mira. Después a mi.

No he sido capaz de disculparme con ella porque cada vez que lo intentaba ella salia huyendo de mi. No es como realmente lo hubiera intentando. En realidad, acepte que se distanciara de mi facil porque era menos complicado.