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GABRIEL

Los médicos no me decían nada... estaba sentado en la sillas metálicas con los codos apoyados en las rodillas, agarrándome de la cabeza. Había perseguido a cada doctor y medico para que alguien me dijera algo, lo que sea, pero de "estamos haciendo lo posible" a "recién llego" no había nada más que decir.

Estaba por volverme loco. Julia había llegado al hospital y había sido atendida con la urgencia que requiere un paciente que acaba de sufrir un accidente tan grave como el que acababa de pasar. Después de pasar la puerta ya la rodearon dos medicos y un enfermero. Uno de ellos me hizo muchas preguntas con histeria y lo unico que alcance a decir una y otra vez es que tenía un embarazo de seis meses y preguntar si el bebé iba a estar bien. No sé ni siquiera porque me pareció apropiado esa pregunta en ese momento, Julia también estaba peligrando su vida. Pero, de alguna manera no dejaba de hablar del bebé y les recordaba una y otra vez de su existencia, temeroso de que alguien se pudiera olvidar por alguna razón de que ella estaba embarazada. Cerré los ojos, la luz empezaba a molestarme, asi como también los sonidos a mi alrededor. Cuando no me dejaron pasar y me pidieron que esperara casi me dio un ataque. Me sentía tan responsable de ella que no quería dejarlas solas a ninguna de las dos. No era de ayuda para ellos, es más creo que ni me querían cerca, pero necesitaba estar con ella paso a paso. Y sobre todo porque sus padres no estaban, Justin tampoco y ella estaría sola con esos desconidos... mi miedo se intensifico cuando imagine que se despertaría y se asustaría al ver todos esos desconocidos y que le dirían.

- ¡Gabriel!

La mamá de Julia choco contra mi cuerpo y casi me tambaleo, pero logro mantener el equilibrio y evito de esa manera que los dos terminemos en el suelo. Le agarro de los brazos.

Estaba llorando y me agarraba con tanta rudeza que casi podía sentir las uñas clavándose atraves de mi campera gruesa. Habían llamado muchas veces a mi madre por encontrarme en situaciones parecidas pero ella nunca se puso así, mando a su marido o solamente apareció para firmar y llevarme a casa. La mamá de Julia estaba tan histérica que me estaba poniendo más nervioso de lo que estaba y empecé a temblar asustado.

- ¿Qué le paso? - vocifero, agarrándose de mis brazos - ¿Cómo esta?

Había pánico en su rostro mientras me agarraba de la cara

- ¿Qué le paso a mi hija?

Quería contarle pero no podía hablar. Estaba paralizado, la veía pero era incapaz de responder...

- Cariño, esta en shock - susurro su marido, apartandola suavemente y obligando a que retrocediera. - ¿Dónde esta mi hija?

- ¿Llamaron a Justin? - fue lo primero que pregunté, hablando de repente.

Estaba tan asustado que no podía pensar y solo reaccioné cuando llego una mujer hasta la sala de espera y empezo de nuevo a preguntarme los datos de Julia. Fue viendo esa larga planilla que me di cuenta que tenía que avisarle a sus padres y a Justin... su madre me había respondido al primer timbre, pero Justin no me había atendido en las diez llamadas seguidas que le hice ni leía mis mensajes. Sabía que tenía que enterarse porque era su novio y el papá del bebé asique seguí intentándolo varías veces más hasta que después empezó a decir que el teléfono había sido apagado.

- No, aún no... ¿Podrías llamarlos, Gabriel? - pregunto con la voz temblorosa, dandose cuenta de lo grave que era y que involucrado estaba Justin en esto - Creo que... no puedo hablar con él...

Me pase las manos por la cara y me apoye contra la pared. Yo tampoco hubiera podido si me hubiera cogido la llamada... no se como habría empezado el tema. Me imagine a Justin del otro lado haciéndome las mismas preguntas que la mamá de Julia me hizo recién y empecé a sentir como me latía la parte izquierda de la cabeza.

TatuajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora