—¡Titanes!
El suelo comenzó a temblar con más fuerza y las tejas de las casas se precipitaban contra el pavimento. Los gritos de horror pronto hicieron acto de presencia. La gente comenzó a correr sin una dirección marcada, escapando de los dedos de los titanes más adelantados. Venían como una manada de hienas hambrientas.
—¡Prot y Vista con Klaus! ¡Poner a los civiles a salvo es la prioridad!
Asentimos en silencio y anclamos nuestros ganchos en las paredes cercanas, levantando el vuelo. Los titanes se acercaban a gran velocidad mientras nosotros intentábamos rescatar a los pocos civiles que quedaban en las cercanías del pueblo.
Una casa a mi derecha estalló en pedazos, tirándonos a todos al suelo. Desorientados intentamos incorporarnos entre los temblores que provocaban las pisadas de aquellas gigantes aberraciones.
No veíamos nada entre la nube de polvo que se aglomeraba a nuestro alrededor. Miré a ambos lados, achinando los ojos para poder distinguir los rostros de mis compañeros. Repentinamente el polvo se esfumó y una enorme mano se cernió sobre el cuerpo de Liu.
—¡No! —grité mientras observaba cómo Liu ascendía por el cielo envuelto en la sebosa mano del titan. Me giré, esperando que Klaus comenzará a dar instrucciones para salvarlo. Pero no fue así. Se quedó callado, observando como Liu se acercaba más y más a la boca de aquella criatura. Entonces miré a Vista, que miraba con horror a Liu, el cual no dejaba de forcejear y gritar—. ¡Vamos!
Ante mis palabras Vista pareció despertar de un profundo sueños y juntas comenzamos a escalar al titan.
Conforme nuestros ganchos se iban clavando en su carne aquel ser se movía y retorcía, intentando mandarnos lejos de un manotazo. Escuchamos el sonido de correas y gas, y entonces de un golpe seco que me apartó de la trayectoria de una de las manos que estaba a punto de aplastarme.
—¡NO! —Vi como poco a poco me alejaba de Liu, que fue precipitadamente metido dentro de la boca de aquella bestia, entero. El que me sujetaba era el Capitán Levi mientras que Vista era alejada por Mark.
—¡No podéis hacer eso! ¡Casi os matan a las dos! —La voz de Mark sonaba enfurecida a mi lado. Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas mientras era incapaz de apartar la vista de la boca del titan. Liu estaba ahí, necesitaba salvarle. El corazón me latía con tanta fuerza que hasta me dolía. A los pocos segundos me vi liberada del agarre del capitán. Fue entonces cuando, con un grito de rabia salí disparada hacia él. Me acompañaban estaba vez Mark y Levi.
Mis cuchillas rasgaban sin cesar la carne de aquél animal, con tanta fuerza y rabia que tuve que cambiarlas por unas nuevas viendo que las primeras quedaban inutilizadas.
—¡Devuélvemelo! —grité con rabia. Pero el titan no hacia más que intentar atraparme a mí también. Vi una sombra moverse a mi derecha y poco después una columna de vapor ardiente comenzó a ascender. Me aparté y el titan cayó al suelo, de lado. Me acerqué a toda velocidad hasta su estómago y comencé a escarbar con mis cuchillas, acelerando el proceso de desaparición de la carne. Podía sentir como los ojos de todos mis compañeros estaban fijos en mí. Mark se acercó y empezó a ayudarme. Él mejor que nadie sabía lo duro que era perder a alguien querido.
Dentro de mí la desesperación crecía mientras arrancaba cachos de carne sin resultado. No conseguía ver a Liu por ninguna parte, hasta que llegó el punto de que mis lágrimas no impedían ver con normalidad. Una mano humana salió de la abertura del estómago del titan.; y mi corazón comenzó a latir fuerte contra mi esternón. Sacamos el cuerpo por completo y entre la baba y jugos gástricos del titan pudimos diferenciar la cara de Liu. Grité con fuerza y comprobé que seguía vivo. AL tocarlo un quejido salió de sus labios y pronto comenzó a toser.
—¡Liu! —Me abracé con fuerza a él, haciendo que su tos parase momentáneamente. Todos a nuestro alrededor respiraron aliviados. Abrí los ojos, y los miré confusa. Las pisadas ya no se sentían en la tierra, y el cielo comenzaba a despejarse de columnas de vapor candente—. ¿Dónde...
—Eran cuatro. - Me cortó Jean.
—Acabamos rápido con ellos —dijo Mark con una ancha sonrisa. Asentí y mis ojos se encontraron con los de Klaus. Su gesto era serio y parecía molesto. Le miré por un rato, pensando. Klaus, nuestro jefe de grupo no había hecho nada por salvar a Liu, uno de sus soldados. Le miré fijamente hasta que la mano de Liu me distrajeron.
—¿Liu? —Él simplemente tosió y esbozó una pequeña sonrisa.
Nos pusimos en marcha. El pueblo estaba semiderruido, por lo que no pudimos comprar nada, nos llevamos los pocos sacos que habían sobrevivido al asalto y reemprendimos la vuelta a casa. El viaje transcurrió en silencio. A lo lejos podía divisar el gesto pensativo de Hanji, a la cual no le encajaban algunas cosas, y no era de extrañar. ¿Por qué estaban allí esos titanes? ¿Se había roto alguna muralla? Imposible. Si se hubiese roto la muralla hubiesen llegado muchos más; además habría llegado alguien del cuartel trayendo noticias. Las preguntas rondaban la cabeza de todos, pero nadie se atrevía a ser el primero en hablar.
Cuando llegamos al cuartel llevamos a Liu a la enfermería, donde Livanni y yo curamos sus heridas.
—Liv... —Simplemente emitió un pequeño gruñido, haciéndome entender que me escuchaba—. ¿No te parece raro que los titanes estuviesen dentro? Es decir... ¿Cómo entraron? —Se encogió de hombros—. Además no es lo único raro... Cuando el titan nos encontró y cogió a Liu Klaus no hizo nada—. Levantó la vista y me miró, indescifrable.
—¿No hizo nada? —negué con la cabeza—. Mmm... Deberíamos hablar con Hanji.
—Pero... —En ese momento la puerta se abrió y un soldado apareció por la puerta.
—Prot... El capitán Levi quiere verte en su despacho.
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Shingeky no kyojin. El despertar.
FanfictionLas Tropas de Reconocimiento bailan constantemente con la muerte. Pero, ¿cómo llevarían la existencia de los titanes personas que ni siquiera sabían que existían? Únete a Prot, Liu, Livanni, Vista y Mark en una aventura para descubrir la verdad tras...