Shingeky no kyojin. El despertar.

Chapter 15.

Al despertarme Armin permanecía a mi lado sentado en una silla cercana a mi cama.

El alba aún no había despuntado, y Armin cabeceaba en la silla, intentando quedarse dormido, lo cual era muy difícil.

    —Tsch, Armin. —Alcé la mano para alcanzar su brazo—. Armin.

Sobresaltado dio un respingón en el sitio y me miró asustado.

    —¿Qué pasa? ¿Te encuentras mal? ¿Te duele algo? ¿Quieres que llame a la enfermera?

Conseguí cogerle del brazo antes de que saliera disparado en busca de la enfermera.

    —No. —Intenté no hablar muy alto y despertar al resto de enfermos—. No es eso. Te vas a romper el cuello si sigues durmiendo sentado. Ven. —Le indiqué que se tumbara conmigo, ante lo que se sonrojó de forma estrepitosa.

    —Pe.. pero...

    —Venga Armin. Te vas a romper el cuello, y no pasa nada. Ni que fuésemos a hacer algo con la orquesta de los soldados moribundos de fondo.

Le sonreí de forma amable y di un pequeño golpe en el brazo, haciendo que se sonrojase más aun si es que era posible. A regañadientes conseguí que Armin se tumbara en la cama. Era algo estrecha, y nuestros brazos se tocaban, pero no llegaba a ser incómodo. Armin estaba muy tenso, pero pronto se olvidó y ambos caímos dormidos. 

Nos despertamos escasas horas después. El brillo del sol nos golpeaba la cara y unos gruñidos graves llegaban hasta nuestros oídos.

Abrí los ojos lentamente, haciendo que se acostumbrasen poco a poco a la intensa luz del Sol. Al abrirlos por completo encontré a Liu enfrente de la cama, con su brazo bueno apoyado sobre su cadera.

    —A ti, te quiere ver el capitán Levi —dijo señalando a Armin—, Y tú, ya hablaremos tú y yo.

    —¿Qué? —Armin se despidió de forma rápida, intentando huir de Liu, el cual no me extrañaba que le causase pavor—. ¿Se puede saber qué te pasa? Nada más despertarme me golpeas y ahora le hablas así a Armin, se puede saber qué te pasa.

Sin previo aviso Liu se abalanzó sobre mí, por un momento creí que me iba a volver a golpear. Sin embargo, con su brazo bueno me cogió por el pecho y mientras me abrazaba apoyaba su cabeza encima de la mía.

    —Me asustaste tanto. Pensé que te morías. Todos pensábamos que te morías.

Alcé un poco la vista y pude ver que estaba llorando. Levanté las manos hacia su rostro. Yo estaba temblando, cosa que hizo sonreír a Liu. Limpié sus lágrimas y deposité un suave beso en su frente.

    —Venga Liu, ¿en serio pensabais que os ibais a librar tan fácilmente de mí?

    —Eres una idiota —dijo entre risas—. ¿Cómo se te ocurrió arriesgarte tanto?

    —Bueno... No quería que la muerte de Roger fuera en vano.

Ante el recuerdo de Roger mis tripas dieron un vuelco. Roger, la mirada de Liu también se había vuelto más sombría al decir ese nombre.

    —La misión se completo con éxito, a pesar de las muchas bajas que hemos sufrido. La muerte de Roger no fue en vano, ni mucho menos.

Sonreímos, seguramente allá dónde estuviese Roger estaría orgulloso de haber sido útil.

    —¿Y dónde están los demás?

    —Livanni y Mark están ayudando con los enfermos. Vista... bueno, está encerrada en la habitación, es incapaz de moverse, la misión la ha dejado muy tocada. —Me levanté de la cama y un latigazo de dolor de atravesó las costillas—. Eh, estate quieta, tienes algunas costillas rotas, si te mueves harás que empeore.