Say I Love You.

Capitulo 2, tercera parte

Me despierto.
El canto de los grillos, la luz de la Luna y el ulular de un búho...

Enciendo mi celular y lo primero que me aparece es la notificación de 30 llamadas perdidas...

Pero qué...?

*Desconocido - - - - - 20
*Casa - - - - - - - - - - - - 3
*Noan - - - - - - - - - - - 2

Mi celular suena en ese momento.

*Llamada entrante:
Desconocido

Quién será?

-Bue...

-Daniel?!- grita alguien con fuerza, tengo que despegar un poco el celular de mi oído para no quedarme sordo.

-Si? ¿Quién es?

-Estaba muy preocupado por ti... Eres un ¡idiota!

Reconozco la voz de Fernando...

-¿Donde demonios te has metido?- me pregunta-. Fui a buscarte a tu casa antes del entrenamiento y tu mamá me dijo que no te había visto en todo el día y que no respondías el celular, así que me preocupe mucho...-su voz se comienza a quebrar- Yo... Yo te...-suerbe la nariz

-¿Dónde estás?

-¿Qué? No se supone que tu me deberías de decir eso.- su voz tiene un tono enojado

-Dónde estas...-mi tono serio

-Hmmm... Afuera de tu casa...

-No te muevas, voy para allá.

-Si...

Cuelgo y meto el celular en mi bolsillo, me pongo la capucha de la chamarra y me hecho a andar hacia mi casa.

El entrenador va a matarme por faltar al entrenamiento de hoy...
Tengo otras cosas en que pensar...
Fernando estaba preocupado por mi, lo primera vez en mi vida, siento que realmente le importo a alguien.

--------♥--------

Bajo la luz de una farola, veo la silueta de Fernando, esta sentado en la banqueta, justo frente a mi casa, sus codos apoyados en sus rodillas y su cabeza en sus puños.
Levanta la vista, y voltea hacia donde estoy, una sonrisa se dibuja en su rostro, me detengo en seco. Nunca había visto una sonrisa tan genuina como esa.

-Daniel!

Grita, se pone de pie y hecha a correr hacia mi.
Esta a unos centímetros de mi, abre los brazos y me envuelve con ellos. Debido a la rapidez con la que corría, ambos caemos al suelo, el duro asfalto choca contra mi espalda.

En pocos minutos, mi pecho esta húmedo. Tomo la cabeza de Fernando entre mis manos y la levanto, sus ojos están muy rojos... Lo que significa que tiene mucho tiempo llorando.

-Fernando...

-N-no... No me mires, por favor- suerbe la nariz-. Debo de estar hecho un desastre...-gira la cabeza a un lado y una risa tímida se escapa de su boca.

-No, no es eso... Es solo que... Tienes tu rodilla en mi entrepierna

-Oh!- da un salto y se pone de de pie-. Yo... Lo siento mucho- a pesar de la poca luz, noto como la sangre sube a sus mejillas.