Especial 2: Mi charla con el doctor Robbison.

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Se recomienda leer nuevamente Capítulo 3, segunda parte. Ya que, se puede considerar ésta, como la continuación de dicha parte narrada desde otro punto de vista.
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Narra Fernando.

Las palabras de Daniel me hirieron.
¿Qué otra cosa podía hacer además de huir?
HUIR. Era lo único que sabia hacer cuando tenia problemas. Pero ni eso podía hacer bien, pues tropiezo patéticamente al bajar de la cama.

Las lágrimas hacen que mi vista se vuelva borrosa. Al salir tropiezo con un doctor ( me doy cuenta de ello, ya que, a pesar de mi borrosa vista, distingo claramente la bata blanca que lleva).

-L-lo siento- digo entre sollozos.

-¿Te encuentras bien, muchacho?

-No... -hago una pequeña pausa-. No lo sé- las palabras salen a trompicones de mi boca

-¿Conoces a Daniel?- dice apuntando hacia la puerta.

-Desearía no hacerlo- suervo mi nariz y la tristeza comienza a ser sustituida por ira-. El hecho de estar en el hospital no le da derecho de tratar así a las personas...

-¿Eres su familiar? ¿Cómo te llamas?

-Fernando, y no. No soy su familiar... Yo soy... O mejor dicho, yo era su novio

-Ya veo, pero ¿no crees que eres algo joven para él? ¿Cuántos años tienes? ¿Once, quizá doce?

-Tengo trece y él dieciséis... ¿Por qué a todas las personas les importa mucho la edad?

-¿De causalidad asistes al psicólogo?

-Si... Su nombre es Oliver, de la clínica Del Air...

-Ya veo... ¿Cómo es que tú y Daniel terminaron siendo pareja?

-En realidad, es una larga historia

- Me gustaría escucharla si no te importa- posa su mano sobre la perilla de la puerta de Danny, la gira y la abre apenas un poco-. ¿Puedes esperar? No tardo.- entra en la habitación y cierra la puerta tras de si.

La ira es sustituida por la confusión, las lágrimas se han amainado.
¿Qué clase de doctor es este? Sus preguntas no tenían sentido y mucho menos un orden coherente...
Espera... ¿¡Le dije que era el novio de Daniel!?
En verdad que mi vida es un desastre, tal vez podría huir, es lo que hago, ese doctor no podrá encontrarme... Pero sabe mi nombre... ¿y eso qué? Bueno, solo sabe que me llamo Fernando... y que mi psicólogo es Oliver de la clínica Bel Air y que tengo 13 años... Deos! Estoy jodido, supongo que esta vez no podré huir, ¿por qué tengo que ser el único paciente de Oliver llamado Fernando?

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Finalmente, decido esperarlo, al fin y al cabo ¿qué es lo peor que podría suceder?

-Ah! Sigues aquí- dice el doctor-. Pensé que te irías.

-Sí, igual yo...-digo y me pongo de pie.

-¿Qué te parece si vamos a mi consultorio? Así podemos hablar mejor.

-De acuerdo.

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Cuando llegamos me ofrece asiento y café.

-Gracias digo cuando coloca una taza humeante frente a mi.

-¿Y bien?

-¿Quiere que le cuente como lo conocí y todo lo demás?

-Por favor- dice y toma asiento frente a mi.

-De acuerdo, pues conocí a Daniel cuando...

Y así, dando rienda suelta a mis emociones en cada palabra que pronunciaba le conté todo al doctor Robinsón.
Le dije que me había unido a un equipo de voleibol, en el cual estaba Daniel; le conté como fue que revele a todos que era homosexual, y como a partir de eso, me distancie de Daniel por miedo a que él se alejara primero de mi; como, poco a poco me enamore de él, de su entusiasmo por hacer las cosas, de su aceptación cuando yo era el nuevo, de como hizo mil intentos para que hiciera amigos, de como, después de haber dicho que era gay, él intento una y otra vez que habláramos normalmente,de la manera en la que me defendía cuando los demás me insultaban por ser gay, de los ánimos que me daba para hacer las cosas a pesar de que sabia que era un torpe. ¿Y por qué no? De lo atractivo que me parecía físicamente.

Le hable de aquel día en las duchas, le conté de la vergüenza, de la alegría, el amor, y de todas las emociones que experimente en aquel momento.
Le conté sobre lo mal que me sentí en los días que no estuve con él; inclusive, le conté sobre lo duro que había estudiado para obtener la beca en el instituto Vinci por el simple hecho de poder llamarlo senpai y poder pasar mas tiempo con él.

Y le conté sobre aquella noche...

Say I Love You. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora