▶▶Narra Benjamín◀◀
En el momento en que Daniel y yo entramos en el salón, un murmullo se esparció por el salón.
-¿Quién crees que sea el seme?
-Yo siempre supe que Daniel era uke- al oír esto, sonreí, pues era verdad.
-Son tan lindos juntos.
-Harían una pareja muy hermosa.
Al escuchar lo ultimo, le paso un brazo sobre los hombros a Daniel, quien inmediatamente se detiene en seco, me detengo también.
-Kyaa!- se escucha fuerte en la habitación.
-P-por favor, sueltame. -susurra Daniel mientras mantiene la cabeza baja, gracias a mi altura (1.85 cm) distingo como los dedos de sus manos, juegan nerviosamente con la parte baja del suéter.
-Esta bien- digo y retiro mi brazo-. Tú te lo pierdes- digo mientras me alejo hacia la parte trasera del aula, donde se encuentra mi pupitre.
En aquel momento suena la campana, dando inicio así, a otro día jodido de clases. La maestra entra en el aula, Daniel sigue parado en la parte delantera del aula, la cabeza baja y sus manos en sus bolsillos.
-Daniel, ve a tu lugar, ahora.
Daniel se acerca al escritorio de la maestra, susurra algo.
-No. Ahora, ve a tu lugar.
Cabizbajo, Daniel se da la media vuelta y se hecha a andar, se sienta junto a mi, coloca su mochila sobre la mesa y recarga su cabeza en ella, ocultando su rostro con ayuda de sus brazos.
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Suena la campana del almuerzo, todas las chicas salen apresuradamente del aula, haciendo demasiado ruido, parloteando y sonriendo, unas cuantas, voltean hacia acá, sonríen y regresan la vista al frente, patéticas. Mientras guardo mis cosas, observo a Daniel, quien no se ha movido desde la mañana, creo que el idiota se ha quedado dormido. Se ve tan... Uke.
Me acerco a su nuca, y soplo. Esto hace que el chico se estremezca y se levante inmediatamente provocando que nos golpeemos las cabezas.
-¿Qué te pasa, idiota?- dice tratando de sonar rudo.
-No. La pregunta aquí es, ¿qué te pasa a ti?- una punzada de dolor en mi nariz, llevo mi mano a ella y siento húmedo. Veo mi mano: sangre. Al ver la sangre emanando de mi nariz Daniel se levanta de su asiento.
-Lo siento! ¿Estas bien? Vamos, te llevaré a la enfermería.
-Eso no es necesario -digo y suerbo la nariz, frotó mi mano por debajo de mi nariz para limpiar la sangre.
-Pero aun estas sangrando- apunta a mi nariz.- Vamos- me toma de la mano y me arrastra fuera del salón-. Te llevaré a la enfermería quieras o no.
No me opongo, pues quedo en shock en cuanto toca mi mano, su mano es tan cálida.
Salimos del aula, él arrastrándome, las chicas se orillan para darnos paso, y los murmullos y miradas no se hacen esperar.
El uke arrastrando al seme... ¿qué sigue? ¿Onodera diciendo que es amor?
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Say I Love You.
Teen FictionDebido a las influencias de su madre, Daniel va a parar al instituto Vinci, una escuela exclusiva para chicas. Pero estar rodeado de chicas todo el tiempo no es el paraíso como muchos creerían, o al menos, no lo es para Daniel. Ya que, se entera de...