Capitulo 7, tercera parte.

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-¿Puedo?

-Si...

Ya con el permiso de Daniel, desabroche su pantalón y lo baje junto con su ropa interior, busque en la oscuridad, y mis manos encontraron la erección de su pene, era ridículo, era bastante grande para mis manos pequeñas. Lo masajee, mis manos subieron y bajaron, primero lento, después mas rápido, Daniel no paraba de gemir.
Después de un par de segundos lo deje descansar y me encamine hasta sus labios otra vez, me reviste sobre él, y sentí su erección en mi pierna, estaba seguro de que él sentía la mía contra su pecho. Él me abrazo, yo lo sujete por la cabeza. Nos besamos, pero esta vez, no con desesperación, un beso tierno.

-Eso no es justo.

-¿Qué no es justo?- pregunte

-¿Tú si puedes tocar pero yo no?

Me reí, se escuchaba condenadamente adorable.

-Tienes razón, no estoy siendo justo- acaricie su suave cabello.- Ok- me puse en cuatro patas-. Pero no puedo desvestirse yo solo, ¿me ayudas?

Obedientemente, Daniel, comenzó a desabrochar mi camisa, cuando esta estuvo completamente abierta, puso sus manos sobre mi pecho, estaban frías, un escalofrío me recorrió el cuerpo. Las manos de él recorrieron mi pecho y abdomen, hasta llegar a mi pantalón, y como hizo con la camisa, la desabrocho y lo bajo hasta mis rodillas (justo como había hecho yo con él), junto con mis boxers, subió sus manos por mis piernas hasta que tocaron mi pene. Lo masajeo, lo apretó un poco, y un par de gemidos salieron de mi boca. Hizo aquello por varios minutos, ya no podía resistirme.

-Daniel y-yo... Me voy a correr...

En lugar de detenerse, Daniel siguió con mayor insistencia.

-N-no... p-puedo...

Y entonces, me corrí. Aquello termino en el estomago de Daniel.

-L-lo siento- dije con voz agitada y me deje caer sobre su pecho, su estomago estaba pegajoso gracias a mi.

-No te disculpes por eso...

Lo bese dulcemente en los labios, nos quedamos así un par de minutos para recuperar el aliento.

-¿Listo?

-¿Para qué?

-¿Confías en mi?

-Si, lo hago, Fernando.

Me deslice hasta sus piernas, me deshice completamente del pantalón, levante sus piernas y las puse sobre mis hombros, metí dos de mis dedos en mi boca, mientras con la otra tocaba el trasero de Daniel, ¡bingo! Saque mis dedos de mi boca y lentamente, me abrí paso por su ano, los gemidos no se hicieron esperar. Cuando mis dedos estuvieron completamente dentro, los comencé a sacar y meter, sacar y meter, y así durante unos minutos. Con la otra mano, masaje mi propio pene, que seguía erecto, preparándolo. Llegado el momento, saque completamente mis dedos y poco a poco, mi pene sustituyo su lugar. Mis manos se aferraron a sus piernas y comencé a embestirlo, uno, dos, tres, cuatro, cinco...

-Fer-Fernando... -detente...

Oírlo decir mi nombre de aquella manera solo me incitaba a seguir. Sentí sus manos sobre las mías, un pequeño tirón, y estaba sobre su pecho, el enrolló sus piernas en mi cuerpo, y me abrazo fuertemente contra su cuerpo. Mi pene aun estaba dentro de él, y entonces, Daniel comenzó a frotarme contra su cuerpo, haciendo que mi pene entra y saliera de él. Lo sujete por los hombros, el rasguñaba mi espalda.
De repente se detuvo. Mi pene quedo fuera de él. Trepe un poco sobre él y lo bese, acaricie su cabello.

-Tú  turno

-¿Qué?

Me senté sobre sus piernas y lo ayude a sentarse, enrolle mis piernas en su abdomen (nuestros penes se tocaban) y mis brazos en su cuello, él me sujeto por las piernas y me levanto un poco, me bajo y él se encontró dentro de mí. Apoyándome de su cuerpo, me levantaba y baja. Cada vez con más fuerza, gemidos salían de su boca y de la mía. Un par de lágrimas rodaron por mis mejillas, ¿cómo algo que dolía tanto, se podía sentir tan bien?

Finalmente nos detuvimos, nuestros cuerpo estaban sudorosos, y el olor de aquello en el estomago de Daniel inundaba la habitación.

Nos quedamos sentados acariciando nuestras nucas y el cabello, besándonos tiernamente de cuando en cuando. Pasado un rato, dije:

-Te daré tu recompensa

-¿A que te refieres?-pregunto confundido.

Agache mi cabeza e introduje su pene dentro de mi boca, con la lengua lo lamí un par de veces en la punta.

-Fe-fe-fernando yo...

Un sabor salado, quizás un poco amargo y ácido, como limón con sal. Intente tragarlo todo, pero un poco se escapo de mi boca.

-P-perdón...

Lo saque de mi boca y me senté otra vez, me pase el dorso de la mano por la boca para quitar lo que se había escapado, lo abrace y bese su mejilla, él me abrazo también.

-No te preocupes.

Cerré los ojos por un par de segundos, los volvía a abrir e inmediatamente los cerré de golpe, la luz que entraba por la puerta me lastimo los ojos.

-¡Dios santo! ¿Qué significa esto?

Abrí los ojos poco a poco hasta que se acostumbraron a la luz, lo que ví fue a la enfermera bajo el marco de la puerta.

Estábamos jodidos.







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Konichiwa! :3

La segunda actualización del día ewe
Ahora saben que paso e.e
Ámame más Ariadna onii-chan! :3
Team #Fernny no se pueden enojar, o ¿sí?
Lemmon! \(^•^)/

*no se aceptan reclamos*

Escribí esto pensando en Pico :3 (Boku no Pico e.é)

Capitulo dedicado a:

@Celaena87
@ABBYthePSYCHOhappy
@soylaenamorada
@silix12

Bueno, nos leemos luego Miniminos! :3

Nya! :3

-MH

Say I Love You. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora