Especial 6, segunda parte.

61 10 10
                                    

-Pues no lo dejes ir- dijo Fanny animandome. Sus dedos aun se movían entre mis cabellos.

-Pero seria egoísta... No quiero que sufra, pero yo tampoco quiero sufrir... Y quiero tenerlo a mi lado aunque eso implica que le pasen cosas malas...- dije ya mas calmado. Las lágrimas ya habían cesado.

-¿Qué es eso que tanto te preocupa? ¿Por qué...?- ella hizo una pausa, como si pensara en su siguiente pregunga-. ¿Por qué le tienes tanto miedo a tu padre? ¿Qué fue lo que te hizo?

-Yo... No le tengo miedo, solo temo por lo que puede hacer... Por lo que le pueda hacer a Daniel si se llegara a enterar sobre mis sentimientos por él... Ya paso una vez, y no quiero que pase de nuevo... Yo...

Respire, me levante de su regazo, me recargue en la fría banca, heche la cabeza hacia atrás. Y un torbellino de imágenes llenaron mi cabeza. Hace mucho que guardaba aquello, hace mucho que el recuerdo de Sebastian era solo mio. Nunca se lo había dicho a nadie. Él era como mi secreto.

-pfff...hace unos años, cuando tenia 12, yo vivía en España, para ese entonces mi mamá ya nos había abandonado, había muchas veces que me quedaba solo en casa, papá siempre tenia que viajar para Estados Unidos por su trabajo... Vivíamos en un apartamento, papá había dicho que no necesitábamos una casa si no había quien la atendiera... Cuando papá viajaba, me quedaba en casa de mis vecinos, los Ruescas, eran muy amables conmigo... Ellos tenían un hijo de mi edad, pero él estaba enfermo, y no podía salir de casa, así que los Ruescas apreciaban demasiado cuando papá se iba... Pues yo jugaba con él. Ellos decían que el que yo me mudara a aquel lugar había sido como una bendición... Que Sebastian se deprimía mucho estando encerrado, y sus papás creyeron que eso solo haría que su enfermedad terminara con él mas rápido... Fue cuando aparecí. <<Un rayo de luz en los días nublados.>> decía la sra. Ruescas... Llegue a conocer lo suficiente a Sebastian, llegue a quererlo como el hermano que nunca tendría... Así paso un año, un año en el que prácticamente viví con los Ruescas... En ese año, convivi más con Sebastian... Y me di cuenta de que no lo quería como a un hermano... Lo que sentía por él era algo mas fuerte, mas sincero, mas inocente. En aquel año, me enamore de Sebastian Ruescas. Sus padre me habían dicho que él no viviría mucho, que su vida seria de tan solo 17 años si es que no empeoraba... 17 años... Eso no es la mitad de una vida... A pesar de que sabia eso, no pude evitar enamorarme de aquel tío enfermizo, tenía el cabello castaño claro, sus ojos eran color avellana... Y su sonrisa... Dios! Deberías de haber visto aquella sonrisa, su sonrisa era justo aquello de lo que me culpaba su madre: Un rayo de luz en los días nublados. Nunca he visto una sonrisa como aquella desde entonces. Un buen día, mientras leíamos manga (debo decir que gracias a él soy un otaku)... No estoy seguro de lo que paso exactamente... Solo recuerdo sus labios sobre los mios. Cuando nos separamos de aquel beso, mi primer beso, él sonrió...-las lágrimas se volvieron a escapar, pero no eran de dolor, eran lágrimas de alegría-. Y me dijo: <<Pensé que nunca lo harías.>> Recuerdo que mis mejillas ardían en aquel momento. Desde aquel momento, él se convirtió en mi todo. Me prometí que lo haría el chico mas feliz hasta que su momento llegara. Espere a que papa volviera para decir que me gustaban los chicos, que me gustaba Sebastian... <<Ya veo.>> fue todo lo que él dijo, no me pareció que su respuesta fuera mala, así que no le tome importancia. Un día, la hermana de la sra. Ruescas enfermo gravemente, así que le pidieron a mi padre que cuidara de Sebastian, mi padre acepto, después de todo, ellos me habían cuidado por mucho tiempo. Le pedí a papá que me dejara ir a cuidar a Sebastian <<ve a hacer una maleta>> fue lo que me dijo... Me encerró en mi cuarto he hice lo que me dijo. Habían pasado cinco minutos de eso cuando escuche gritar a Sebastian, él estaba gritando mi nombre, patee la puerta para salir pero no pude hacer nada... Papá abrió la puerta a los 10 minutos de aquel grito,mis mejillas estaban mojadas <<¿Qué tiene Sebastian?>> le pregunte, pero el no me respondió. Salí corriendo a casa de Sebastian... No debí de haberlo hecho... Estaba en su cama, si no hubiera ese hilillo de sangre corriendo por su boca... Podría haber jurado que estaba dormido. Me acerque a él y lo abrace con todas mis fuerzas como si de esa manera pudiera evitar que la vida se le escapar del cuerpo. Lo bese en los labios desesperadamente. Mi padre llego, me empujo <<Ninguno de mis hijos sera un marica!>> me saco cargado de ahí, llevaba un par de maletas en una mano. Sabia que no volvería a ver a los Ruescas jamás... Y me prometí que nunca, nunca, un inocente sufriría por mi culpa...

Cuando termine, Fanny se quedo callada por un rato.

-No. Esta vez sera diferente- levante la cabeza y mire a Fanny, tenia las mejillas húmedas-. Yo te voy a ayudar, haré que Daniel sea tuyo, te ayudare a esconderlo de tu padre... Vamos a conseguirlo.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Konnichiwa! :3

Sinceramente, este especial lo escribí con lágrimas en mis ojitos T.T
No como termino esto de esta forma :/
No se que decir... Así que, hasta aquí el especial...
Ah! Casi lo olvido... Ya mas de 3 mil leídos <3 gracias, gracias, gracias! :3
Los loveo con todo mi kokoro :'D

Especial dedicado a:
@yukita-2727
@AmiHolmes

Eso es todo, nos leemos luego Miniminos! :3

Nya! :3

-MH

Say I Love You. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora