Say I Love You.

Capitulo 3, segunda parte

-¿Cómo te sientes,Daniel?

-Estoy bien, mamá.

-¿Mi hermano se va a morir?

-Ni siquiera digas esas cosas, Denisse.- le reprende mi madre.

-Hermano, ¿por qué tu cabello esta blanco?

-Porque... Porque no le hice caso a mamá y no me comí mis vegetales...

-Daniel...deja en paz a tu hermana.

-¿Y el señor?

-Daniel, es tu padre, no "el señor"... Trabajando...

-Claro que esta "trabajando"... Y esta tan ocupado que no puede ni visitar a su hijo...

-Daniel, tranquilizante, alterarte no es la mejor opción teniendo en cuenta tu situación...

-Mami, tengo hambre...

-Daniel, nos tenemos que ir...

-Si, solo no te preocupes por mi, ¿de acuerdo?

-Esta bien. Denisse, despidete de tu hermano.

-Adiós, hermanito.-se sube a la silla que esta junto a mi cama y me da un abrazo.

-Cuida a mamá mientras no estoy.

Mamá se acerca y me da un beso en la frente.

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Comenzaba a quedarme dormido, cuando alguien toco a mi puerta.

-Adelante.

Lo primero que veo es un oso de peluche y un ramo de rosas... ¿pero qué...?

-Creo que se ha equivocado de habitación...

-N-no...

-¿Disculpe?

Un segundo mas tarde, el peluche y las rosas yacían en el suelo, y unos brazos delgados rodeaban mi cuello.

-Oye... ¿podrias quitarte de encima? Tienes tu rodilla en mi entrepierna...

<<Supongo... Supongo que debo de acostumbrar a mi entrepierna a ser lastimada cuando estas cerca...>>

-Lo siento- dice y se sienta a un lado de mi sobre la cama, sus manos sobre su rostro.

-¿Fernando?

En un movimiento rápido, el chico posa sus labios sobre los mios por unos segundos y se quita con la misma rapidez.

-¿Qué demonios estas haciendo?- limpio mis labios con mi antebrazo-. Que seas gay no significa que puedes ir besando a cuanto chico se te pase por enfrente sin que nadie te diga nada...

-¿Qué estas diciendo, Danny?- las lágrimas comienzan a acumularse en sus ojos.

-Por favor, no me digas "Danny"... Y si no te molesta, te agradecería que te largaras de aqui y, por favor, no te molestes en volver o mandarme mensajes- cruzo los brazos sobre mi pecho, mi primer beso, y era con una clase "hombre", que más bien era un niño?

-Danny, no juegues de esa forma conmigo...- las lágrimas rodaron por sus mejillas, él esta llorando, llora con esa clase de sentimiento con la que lo hace un niño, por un momento, siento una punzada en el pecho.

-No lo hagas más difícil, solo vete ¿si?

-Si es eso lo que quieres...

Baja torpemente de la cama, y cae en cuatro patas, se levanta apresuradamente y sale de la habitación, creo que choca con alguien pues escucho un "lo siento" antes de que la puerta se cierre.

Diez minutos más tarde, la puerta se abre, y escucho la voz del médico.

-¿Puedes esperar? No tardo.

-Doctor, Robbinson.

-Hola, Daniel, ¿como te sientes? La enfermera me dijo que no habías terminado tu comida.

-Estoy bien. Pero, seamos sinceros, la comida de hospital no es la mejor, y ciertamente, el olor a desinfectante de este lugar no le ayuda mucho que digamos.

-En eso tienes razon, Daniel. Pero tienes que comer bien si quieres irte rápido de aquí.