YOUR LOVE IS MY DRUG

DECISIONES

En la mañana, Peridot despertó a lapis y fueron a la casa del ya afamado jaspe. Lapis está nerviosa, no sabe que podría pasar. Obviamente no estaba tan segura de las palabras de Peridot, sintiera lo que sintiera, aun le tenía desconfianza ya que seguía siendo una persona que la acababa de comprar y la pensaba rentar.

Llegaron a un gran apartamento, se veía lujoso y así es. Peridot toca la puerta, quizá sin mucho ánimo pero convencida de lo que estaba haciendo. La puerta se abre casi de inmediato.

-hey pero si es mi compañera de juego favorita.- es jaspe. Una chica alta, de cabello blanquizco, fornida y con cierto problema en la piel que pareciese que se hubiera quemado ¿oh estaría quemada?

-hey Jaspe. Ya sabes a lo que vine.

-sí, sí. Pero... ¿recuerdas la condición?

-¿recuerdas que es solo ver y no tocar?

-ese fue el trato.

Peridot se hace a un lado para dejar a jaspe ver a lapis. La chica de pelo azul baja la cabeza ya que jaspe es algo imponente para ella.

-vaya, creo que si voy a invertir en algo que vale la pena.-jaspe sonríe maliciosamente.-me parece un precio justo... eh ¿Cuántos años tienes?

-17.-responde lapis tímidamente.

-bien, ya la conociste. Las llaves del auto, ahora.-habla Peridot en un tono irritado.

-claro, claro.- jaspe se mete a la gran casa y sale con el juego de llaves.- creo que es más que obvio cual es la del auto. Y unas que debes recordar muy bien.

-¡Agh! No tiene importancia. Te lo devuelvo mañana, a primera hora.- Peridot se da la vuelta, agarra a lapis y salen rápidamente del lugar, no sin antes tomar el auto.

Emprendieron la marcha a un centro comercial de esos de alto prestigio ¿no llamarían así la atención? Claro que no, ya que los más altos personajes se paseaban por ahí para las compras y la clase más "baja" que se podía ver eran los criados de estos.

-bien, primera regla, permanecerás a mi lado el tiempo donde sea requerido. Regla número dos, estarás en mi campo visual y tres, todo articulo tiene que ser aprobado por mí.-señala Peridot a la joven lazuli.-así que... a comprar.

Lapis, sin importarle tanto esas reglas llevaba a Peridot de un lado a otro de todo el centro comercial comprando de todo un poco. Ropa, calzado, perfumes, cremas, cepillos dentales, jabones... lo que según ella eran de primera necesidad. Aunque tratando de ahorrar el dinero de la rubia, pero la otra no necesitaba que lo hiciera, así que cuando lapis no se daba cuenta por andar probando ropa, zapatos, pruebas de perfume, o cualquier pequeña distracción, Peridot aprovechaba para comprarle cosas de mayor lujo, por ejemplo el celular más reciente, que estúpida. Aunque, no todo tenía solo que ver con cosas para darle buen aspecto.

-bien, creo que también iremos por un poco más de despensa.- sentencia lapis.-ya me harte de frituras y bebida energizante.

-¡¿Qué?! ¡No, no, no! La comida la dejaremos igual.-dice enfadada Peridot.-estoy acostumbrada a eso.

-pero yo no. ¿Qué acaso no has checado debajo de la cama?

-¿Qué? ¿Acaso vomitaste otra vez?

- no, pero como la primera vez sí lo hice, empecé a guardar todas las frituras debajo de la cama, lo único que si me tomo son las bebidas energizantes, pero si tomo otra más, juro que también las empezaré a tirar debajo de la cama.

-entonces es ahí donde está toda mi alacena.-dice en tono irónico.- bien. Como no creo que nadie te vaya a "ya sabes que" estando gorda, creo que será lo mejor.