YOUR LOVE IS MY DRUG

MI PRIMERA Y NO MÁS.

ATENCION! L.E.M.O.N F.U.T.U.N.A.R.I

Pasó el día de la retirada de habla, había llegado la hora de ir con jaspe, Peridot tenía que ir a dejar el auto, pero si no fuera por eso, ella ni se acercaría.

El camino fue silencioso, ninguna palabra o ruido. Lo único que se había escuchado en la mañana había sido las indicaciones de Peridot sobre la vestimenta que lapis debía llevar, una falda larga azul marino y un top azul. El top le sentaba muy bien con el tatuaje, se podía ver y le quedaba muy bien.

Lapis no sabía exactamente por qué tenía que ir así, ella pensaba que iría más descubierta, algo así como las verdaderas putillas que andaban en las calles, pero a comparación, iba muy cubierta.

Llegaron a la casa enorme que unos días atrás habían visitado, era tiempo ya. Lapis sabía que eso pasaría y esperaba que pasara rápido, jaspe le había dado una impresión demasiado mala. No sabía cómo la trataría o algo así. La duda de lo que Peridot tanto le decía "ella no es exactamente...ella" ¿a qué se refería con eso? Antes de decir algo, la puerta se abrió casi de inmediato en cuanto bajaron del auto.

-Peridot, por fin me regresas mi auto.-se escuchó la voz de la fornida.- ya era hora.

-sí lo sé. Solo que me quedé sin gasolina y pues...- Peridot trató de excusar.

-oh no te preocupes por eso. Así me lo hubieras dejado.

Lapis con la mirada baja, no quería saber nada y se sentía terrible. Ambas chicas entraron a la casa, seguidas de jaspe por supuesto.

-Ahora si Peridot, tenemos que hablar de... negocios.-dijo jaspe haciendo un gesto para dar a entendido que hablaran ellas en privado.

Ambas pasan a lo que parece ser la cocina. Lapis se acerca muy cautelosa para escuchar la plática.

-¿y que entonces? ¿Ya me la puedo coger?- se oía la voz gruesa de jaspe.-que créeme que ya estoy urgida.

-se te nota.-se oye la voz gangosa de Peridot.- si ya, pero...es su primera vez. Ya sabes que se puede poner un poco...difícil.

-me encanta domar ¿recuerdas?

-sí, pero domas de una manera muy fea, así que no quiero que le pegues, cortes, u otra cosa por ese estilo. Usaras... ya sabes, condón. No quiero que resulte embarazada y menos con alguna enfermedad.

-¡babosadas! Sabes que eso no funciona.

-no si alguien no los usa.

-no me digas que sigues molesta.

-¡claramente! ¿¡Cómo no iba a seguir molesta?! ¡Eso nunca se olvida, es imperdonable!-grita furiosa la rubia- ¡eso nunca te lo pasaré por alto!

-te hice un favor.

-¿¡Qué?! ¡No es cierto! En fin...-suspira-te dejo a lapis. YA te di la advertencia. Dónde tenga queja alguna o le pase algo, juro que no te la acabas jaspe.

-qué miedo me das Peridot.-dice sarcásticamente.-en fin.

Lapis se aparta rápidamente de la puerta. Salen Peridot y jaspe, como si no hubiera pasado nada y ni siquiera habían hablado de negocios.

-bien lapis, te vas a quedar y pues... ya sabes.-Peridot se dirige a lapis y le da un abrazo.- te cuidas ¿vale?

Lapis asiente con una pequeña sonrisa.

-y tú...-voltea a ver a jasper- ya te dije.

Peridot suelta a lapis y sale de la casa.

En cuanto salió Peridot, lapis empezó a temblar, estaba absolutamente nerviosa, sentía la pesada mirada de jaspe sobre ella. ¿Cómo pasa lo demás? ¿Cómo se empieza a hacer "eso"? no muy segura, voltea a ver a jaspe.