COMENZANDO A CONOCERTE

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-¡¿Cómo que no tienen el dinero?!-grita furiosa la rubia a las clientas.

-tranquila, tranquila. Prometemos que te pagaremos pero no en este momento.

-¿¡Y que, acaso yo les negué el producto?! Yo se los di en un preciso momento y eso mismo busco de mi paga.

-primero conserva la calma ¿oh acaso quiere llamar la atención?

-bien-baja la voz- pero exijo mi paga. AHORA.

-quizá no traemos efectivo, pero podemos negociar otra cosa.

-Rubí y Zafiro, más les vale que sea algo bueno.

Las dos jóvenes llevaron a la parte superior del casino, mientras pasaban entre las personas distraídas, Peridot aprovechaba para quitar el dinero de los bolsillos de las personas, enrollaba los fajos de billetes y los metía en su chamarra. Llegaron a la habitación posterior, abrieron la puerta y dejaron el paso para Peridot.

En una esquina de la habitación estaba una joven de tez morena, cabello teñido de azul y ojos azules, sentada en el piso y amarrada a un poste para evitar que escape.

Peridot se acerca a la joven y la analiza brevemente.

-¿ella de que me servirá?- pregunta Peridot a las otras dos.

-será algo mejor que el dinero que te debemos, si la sabes administrar claro.

-saben que yo no manejo estos tipos de negocios. Y necesito saber sus datos.-dirigiéndose ahora a las otras jóvenes.

-pero vas a sacar más dinero del que te debemos.

-no me interesa Zafiro.

-pero es un gran negocio, tiene 19, californiana y lo que más les interesa a los clientes, virgen.

-podría funcionar. ¿Cuánto por ella?

-bien, solo porque sé que te debemos demasiado, solo te pediremos un kilo de marihuana.

-nada más.-recalca.- en fin, trato hecho, pero después les envió la mercancía.

-verás que no te arrepentirás.- dicen las otras para retirarse.

Peridot se queda a solas con la otra joven.

-te sacaré de aquí pero no tienes que hacer mayor lio ¿bien?-Peridot desata a la joven.

-no tengo otra opción.-contesta la joven.

-buena niña. Ahora levántate.

La otra obedece.

-muy obediente ¿Eh?

Se queda callada.

Peridot agarra a la joven y se la lleva del cuarto, atravesando todo el casino para salir al estacionamiento y se fueron en el coche de la encargada de la jovencilla azul. Todo el camino estuvo en silencio, la joven de azul lanzaba miradas asesinas a su cuidadora, llegando a hacer un ambiente más pesado.

-no es mi culpa-dice Peridot.- no me mires así.

-¿entonces cómo quieres que te vea si eres parte de esto? ¿Sabes que te ves implicada en esto en cuanto me compras? ¡Eres parte de un delito!

-no me dices nada nuevo niña. ¿Delito? Se llama necesidad económica.

-¿Cuánto pagaste por mí?- recrimina la chica de azul.

-mucho, ahora cállate.

-pero... si pagaste mucho ¿Por qué dices que es necesidad económica?

YOUR LOVE IS MY DRUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora