YOUR LOVE IS MY DRUG

PIADOSA

Se quedaron un rato admirando, nunca se habían detenido a analizar a la otra en detalle. Era algo extraño pero es una sensación agradable, aunque todo terminó en cuanto el celular de Peridot empezó a sonar, lo busca en uno de sus bolsillos de su sudadera y contesta.

-habla Peridot.

-Peridot ¿ya pasó el tiempo de jaspe? perdí la cuenta.-era Perla.

-no aún no. Ya te dije que es un mes.

-¿y ya pasó...?

-cinco días, te faltan 25 más, aunque...-voltea a ver a lapis algo preocupada.- estoy tratando de reconsiderar tu oferta.

-¿¡Qué?! ¿¡Acaso no te agradó?! Créeme que estoy jugándome el pellejo por tener a esa niña.

-pues creo que te lo estas gastando a lo estúpido. Dejaría de esforzarme tanto. Y aparte no me engañas, sé que la quieres para convencerla de irse a tu estúpida casucha de citas.

-claro que no. Aunque...vele el lado amable, te daría el 50 por ciento de lo que gane tu niña.

-ningún trato perla.

-entonces...habíamos quedado en que voy a ser la segunda, bien entonces... en un mes voy a tu casa por la chiquilla esta.-cuelga.

Peridot sabía que para un mes, Perla ya sería la tercera pero ni de eso se enteraría la otra. Pero ¿Cómo hacer que lapis fuera de ella antes del mes? Ya se estaba algo traumada para lo de jaspe, apenas unas horas atrás. ¿Qué decirle?

-lapis, tienes otra cita arreglada.-dice Peridot totalmente seria.

-¿¡Qué?! Pero... ¡sí apenas pasé por lo de jaspe!

-tranquila, tranquila, será dentro de una semana más. Espero que esa marca ya se te haya quitado para entonces.

-eso mismo espero yo.

-no te angusties, esta persona que te va a rentar esta vez... ya la conoces. Y es más tranquila y no salvaje cómo jaspe.

-¿perla?

Peridot quedó en silencio, a lo cual lapis interpretó como un sí. Solo suspiro profundamente y se pasó una mano por su cabello.

-bien...Peridot. ¿No tendrás por ahí en alguna chaqueta, bolsita o rincón un poco de... ya sabes?

-¿¡en serio?!

-me siento algo presionada ¿tienes sí o no?

-un poco pero creo que sí alcanza para dos. Uno y uno ¿sí?

Peridot no se podía negar a un poco de su adicción y ahora menos, con tantas presiones no podía seguir un minuto más en su realidad.

Pasaron unas horas, y ambas estaban ya bajo el efecto de la droga. Lapis aún no se acostumbra al efecto así que en poco tiempo quedó dormida, pero Peridot entre sus desvaríos de la droga, empezó a toquetear a la joven peli azul poco a poco ¿desvarío o deseo? Le estaba gustando el tacto tan suave que tenía con lapis, esa dulce sensación en su cuerpo, la piel suave y delicada de la joven era algo simplemente embriagador.

Repasó con delicadeza las piernas de lapis, subiendo hasta sus muslos pero deteniéndose en esa parte tan privada de lapis ¿no lo haría o sí? Aprovecharse de que lapis está drogada no sería lo mejor, o por lo menos eso le parece. Quizá si está bajo el efecto del narcótico, pero ella tenía muy presente que si algo haría con lapis, sería con ambas en sus cinco sentidos.

Se aleja de donde está lapis y va al lugar más apartado que se le ocurrió, o mejor dicho, que sus piernas pudieron aguantar es decir, en su baño. Cómo pudo se sostuvo del lavamanos y se mira al espejo. Ella se ve hecha un desastre, no físicamente pero psicológicamente sí.