Capítulo 35

64.7K 4.5K 622
                                    


Por supuesto que lo conozco, pero no puedo creer que sea su hijo.

No me molesto en disimular, lo observo de pies a cabeza, completamente anonadada. Ahora que lo tengo cerca me parece aún más alto de lo que recordaba, sus ojos tienen un particular color miel, su cabello rubio y largo le da un aspecto salvaje. Esto es completamente inesperado.

―¿Eres el hermano de Armen? ―pregunto con voz ahogada. Kassia sonríe moviendo ligeramente la cabeza.

―Solo de sangre ―responde él. Su voz es áspera, se ajusta a la perfección a su aspecto tosco. ¿Solo de sangre? Claro, él es un híbrido, nacido de la unión entre una humana y un vampiro; y Armen es un humano que fue transformado en vampiro. Ambos comparten la sangre de Regan. Farah da un paso hacia el interior del lugar y al instante retrocedo, intimidada por su aspecto―. Tranquila ―dice alzando las manos, reprimiendo una sonrisa.

Me siento un poco ridícula por mi reacción involuntaria, él fue quien me salvo antes, pero...

―¿Cómo es que puedes entrar en mi cabeza? ―La pregunta le hace sonreír abiertamente y la rudeza de su rostro se suaviza ligeramente. Es tan distinto a Armen, aunque sé que no son realmente hermanos, no puedo evitar compararlos.

―"Entrar en tu cabeza" ―repite con aire pensativo―. Yo no diría eso.

―Te escuché ―aseguro tocándome la frente―. En el bosque, te escuché dentro.

Hace una mueca y se encoje de hombros.

―Sí, pero no entré en tu mente, solo hice que me escucharas. Trasmití mis pensamientos.

―¿Cómo?

―Me encantaría responder a todas tus preguntas, pero debes irte o tu amigo se pondrá nervioso. Solo te diré que mi habilidad es similar a la de Armen. Él puede leer y trasmitir sus pensamientos a la mente de otros vampiros; yo lo hago, pero con los humanos. Digamos que es herencia de la sangre que llevamos.

Increíble.

―Aunque tú también pareces ser distinta ―comenta su madre observándome con detenimiento. ¿Yo distinta?

―No lo creo ―difiero extrañada.

―Mi madre tiene razón ―coincide él, observándome con interés. Cosa que me hace sentir rara.

―Espera... ¿Eres tú quien me llama en sueños? ―Ambos intercambian una mirada y Farah niega con un movimiento de cabeza.

―Te repito que solo proyecto mi voz a tu mente. No puedo controlar tus pensamientos, ni muchos menos entrar en tus sueños.

―Pero hay otros que si pueden hacerlo ―asegura Kassia con una expresión extraña―. ¿Se lo has contado a Armen?

―¿Sobre los sueños?

―Sí.

―Algunos ―murmuro incómoda. Los últimos me ha sido imposible, hay demasiadas cosas importantes en este momento como para inquietarlo.

―¿Qué es lo que ves en tus sueños, Gema? ¿Cómo es la voz que te llama? ―inquiere con cierta fascinación.

―Madre... ―Levanta la mano, haciendo que su hijo guarde silencio.

―Dime, Gema, ¿cómo son esos sueños? ―Tomo aire y trato de rememorarlo, a pesar de lo desagradables que resultan.

―Me veo a mí de niña, siendo un vampiro y también... lastimando a Armen ―digo recordando la horrible imagen de esta mañana―. Tengo su sangre en mis manos. ―Sus labios forman una línea tensa. Mueve la cabeza, indicándome que continúe―. La voz... me resulta familiar, siento que la he escuchado antes, pero... no estoy segura. Dice mi nombre y... pide que le entregue mi sangre.

La donante (#1 ) *Resubida*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora