Las primeras luces del alba iluminan los pálidos rostros. La tensión se respira en el ambiente. Algunos vampiros y también humanos se han reunido en torno a la puerta principal de la ciudad, donde la guardia está lista para partir rumbo a Jericó.
Armen besa mi pelo y acaricia mi espalda, tratando de infundirme valor. Está inquieto, puedo percibirlo, más aún después de ese extraño sueño que he tenido. Intentó contactar con Vasyl, pero no fue posible. Aun así, Danko parece confiado en salir victorioso, pero por lo que he escuchado de Uriel, Abdón es uno de los mejores estrategas y también un buen combatiente, así que podríamos llevarnos una sorpresa. Por ese motivo, ha pedido que Armen se quede en el segundo grupo, como elemento sorpresa y al mismo tiempo resguardándolo.
―Debes permanecer a mi lado ―susurra aferrándome contra su pecho, asiento dedicándole una ligera sonrisa.
No será algo sencillo, me lo ha repetido de nuevo intentando persuadirme. A diferencia de lo que piensa Danko, él hubiera deseado que me quedara, pero no puedo, ellos son de los míos. A pesar de lo que ocurrió no puedo dejarlos. Recordar los rostros de esos pequeños y de las mujeres que permanecían ahí me hace pensar en mis hermanos y en mi madre. No podemos abandonarlos.
―Sí ―respondo justo antes de que la voz de Danko rompa los murmullos de la multitud.
―¡En marcha! ―exclama dando la señal de partida al primer grupo, dirigido por Anisa, Pen y Rafael. Doscientos miembros lo conforman, los mejores en batalla. Ellos tienen la tarea más difícil, abrir la brecha para que entremos a la ciudad.
El segundo grupo está formado por ciento cincuenta individuos, incluidos nosotros y Danko.
Noto como Rafael vuelve la mirada hacia lo alto de la muralla donde se encuentra Elina en compañía de un par de sirvientes. Ella parece serena y le dedica una mirada significativa antes de que él mire al frente y comience a moverse. No me equivoqué, ella le quiere o al menos, es la impresión que me da. A pesar de sus comentarios y su actitud despreocupada con la mayoría de los varones, solo a él lo mira de esa forma. Supongo que anoche hablaron y por eso ella no ha insistido en acompañarnos.
Pero no es la única que parece más tranquila en estos momentos, la mayoría de nuestro grupo ha cambiado de actitud. A diferencia de los días anteriores, ahora Pen y Anisa caminan cerca sin parecer que se golpearán en cualquier momento y eso es un alivio. Tal como dijo Armen, todos estamos unidos por una misma causa: recuperar la ciudad y rescatar a esas personas. No han querido darnos detalles de lo que ocurre con ellos, pero es evidente que no puede ser nada bueno. Lo que dijeron los rastreadores solo Danko, Uriel y Armen lo saben.
∞
La marcha se detiene al caer la noche ya que se intenta que todos lleguen en buenas condiciones para luchar. La atmosfera es silenciosa, los vampiros son demasiados callados, al menos externamente. Salvo las charlas de Uriel y Danko, el resto del grupo permanece en sigilo. Algunos como Pen y Alain practican, otros parecen dormir o intentar ocupar el tiempo en algo ya que los vampiros no duermen demasiado.
Retomamos la marcha antes del amanecer para poder estar en el valle antes del atardecer, el mismo que está cerca del barranco en el cual nos enfrentamos a los impuros y repudiados.
―Haremos un descanso en este lugar ―anuncia Uriel―, aliméntense y descansen. En unas horas estaremos llegando al río que marca el inicio del territorio de Jericó. Deben estar alerta, puede que nos den una calurosa bienvenida ―murmura con una sonrisa burlona, como si la idea lo emocionara.
Se acerca a dónde nos encontramos y se deja caer a un lado de Irina.
―¿Cuál es el plan? ―inquiere Alain, mirando de reojo a Uriel que desliza una mano por el muslo de Irina. Lo hace a propósito para que él lo vea.
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La donante (#1 ) *Resubida*
VampireLibro 1 de la Saga La Donante. En unas semanas iniciare a publicar los capítulos. ¡Atentos! Un mundo donde la sociedad esta formada por humanos y vampiros... Una chica dispuesta a todo por salvar a su familia, un misterioso vampiro y una conexión...