Capitulo 42

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Capítulo 42

Apoyo la mano sobre la superficie de cristal y observo de nuevo la ciudad. La noche ha caído por completo, las luces de la ciudad se han encendido, así como también las de la muralla que la rodea. Puedo distinguir el movimiento de los guardias a lo largo de la parte superior. La muralla debe medir al menos 20 metros de altura, en el borde tiene lo que parecen ser sensores de movimiento, los cuales emiten una luz intermitente de color verde que crea un efecto hipnótico. Sin duda todo lo que hay en este lugar es mucho más avanzado. He podido ver cámaras en los pasillos y en algunas partes de la ciudad mientras nos conducían hacia aquí. Las armas y vestimentas de la guardia también son mucho más modernas.

Un profundo suspiro escapa de mi pecho al evocar la última imagen del muro, antes de escapar de Aquiles y sus hombres. ¿Ese hombre los habrá traicionado como aseguró Farah? ¿Cómo estarán las personas que se quedaron? ¿Los impuros habrán atacado de nuevo? ¿Los aliados de Abdón habrán regresado? Puedo comprender la preocupación de Pen, quizás no de la misma forma en la que lo hace él, pero tampoco he dejado de pensar en ellos, aún cuando estuvieron dispuestos a entregarme a ese vampiro. No los culpo, se trataba de su supervivencia, de proteger a sus familias y a la cuidad. Y por proteger a los que amamos somos capaces de hacer muchas cosas, incluso ir en contra de tu propia sangre. Como lo hice yo.

Trago saliva mientras mis dedos se deslizan sobre el cristal hasta que forman un puño que hago impactar ligeramente. El recuerdo de mi madre y lo sucedido esa noche está grabado en mi memoria y jamás se borrará. Me pregunto cómo estará mi padre y Mai, cómo lo estarán llevando. Cierro los ojos y apoyo la frente en el ventanal, permitiendo que el frío refresque mi piel.

«Cumpliré mi promesa, mamá. Voy a protegerlos. Esta vez no dudaré».

El sonido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos. Abro los ojos y vuelvo la mirada. Armen acaba de entrar en la estancia y tras cerrar la puerta, se dirige a donde me encuentro. Después de que todos se marcharan del comedor de un modo brusco, decidió hablar a solas con ellos. En particular con Anisa y Rafael. Él no suele perder la compostura, nunca lo vi comportarse de ese modo, pero desde que llegamos ha actuado de un modo distinto.

―¿Todo bien? ―pregunto en voz baja. Sé que todos hemos pasado por momentos complicados y que la personalidad de cada uno puede chocar con las de los demás. Pero lo que más me preocupa es lo mal que se llevan Anisa y Pen.

―Sí ―responde abrazándome―. Deberías estar acostada ya. ―Sonrío ligeramente y sacudo la cabeza.

―Preferí esperarte.

―Vayamos. ―Asiento dejándome conducir a la habitación.

Armen es muy bueno ocultando sus emociones, pero poco a poco empiezo a ver a través de sus silencios y su serenidad. Ha estado inquieto desde que hablamos con Danko y después de la cena parece haber aumentado su intranquilidad. No es para menos. Las cosas no van bien, ni entre nosotros, ni en la ciudad. Sé que no quiere que me preocupe y que no desea que toque el tema ahora. No lo haré, no quiero aumentar su inquietud, solo espero que la situación no empeore. Aunque las palabras de Anisa me han dado mucho en que pensar. Quisiera poder ser de ayuda. Sin embargo, aquí no hay mucho que pueda hacer y eso me llena de impotencia.

La noche ha pasado tranquila. Hoy tampoco he tenido ningún sueño y aunque en parte me alivia, sigo sin comprender cuál es el detonante de ellos. Las primeras veces que ocurrieron fue después de que Armen bebiera, pero luego sucedían sin que lo hiciera. ¿Cuál es su verdadero significado? ¿De verdad puedo ver el futuro? Lo he visto en dos ocasiones, pero, ¿habrá una tercera? ¿Tienen alguna relación con ese vampiro?

La donante (#1 ) *Resubida*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora