9. La escuché

18.9K 1.5K 518
                                    

AGATHA APARTÓ LA MIRADA DE LA LISTA y mordió el interior de su mejilla. Estaba furiosa con eso, le molestaba en maneras que nadie era capaz de comprender. ¿Qué demonios significaba su nombre en esa lista? No lo entendía, pero lo iba a averiguar. Observó a Lily y esta la miró con un deje de preocupación.

—¿Qué significa esto? —preguntó Agatha, exigiendo saber.

Lily tragó y mordió su labio inferior. No sabía con exactitud cómo explicarle el sentido de esa lista.

—Yo hice esto —dijo—, con la intención de saber cuán lejos llegaría mi hermano. Son muchas chicas para los dos años que lleva haciendo esto.

—¿Por qué mi nombre está escrito? ¿Por qué tiene más énfasis que cualquier otro nombre? —continuó con el interrogatorio.

Sabía que la respuesta no le iba a gustar, pero necesitaba escucharla para poder aceptarla. De otra manera no lo haría, aunque quisiera. Ella sabía lo que había hecho en el pasado y por eso necesitaba que alguien se lo recordara. Necesitaba que le recordaran que así como ella sufrió, otras personas también lo hicieron.

—Tú no sabes lo mucho que James sufrió cuando te fuiste. No es por culparte, pero tú eres la principal razón por la que existe esto —cogió la lista en sus manos—. Por eso es por lo que tu nombre es el que más énfasis tiene.

Eso fue una respuesta suficiente para confirmar la hipótesis que estaba formulando en su mente, y la odiaba. Rascó su cuello y se despidió con un gesto. No quería hablar más sobre el tema porque siempre terminaría en una leve discusión, ya fuese con una persona o consigo misma.

A mitad de camino chocó con James, quien la fulminó con la mirada. Agatha lo miró de la misma manera, cuando él la acorraló contra la pared. Al diablo las paces que habían hecho. Todo acuerdo que hubiesen hecho se había roto con aquella mirada de odio que se proporcionaron.

—¿Qué demonios te dijo Lily? —preguntó y Agatha pudo ver cómo los músculos de él se tensaron.

—No me dijo nada —espetó—. Y si me hubiese dicho algo, no es de tu incumbencia. Ahora suéltame, maldito cerdo.

James no la soltó, sino que se acercó más.

—¿Qué te dijo? —repitió.

—¡Suéltame, Sirius! —exclamó, sin pensar en cómo lo había llamado.

Él se quedó desconcertado un minuto. Había pasado años desde la última vez que lo llamaron por su segundo nombre. Acto que solo le dieron ganas de besarla, pero cuando pensó en hacerlo Agatha se había escabullido de su agarre.

—Maldición —masculló con furia.

ϟ

—Todavía me estoy preguntando qué hacemos aquí —dijo Hugo mirando todo con curiosidad.

Agatha se envolvió en la sábana y se sentó en el suelo frente al televisor. Se podía decir que estaba encerrada en su antiguo apartamento con sus hermanos. Quizás era porque no quería encontrarse con James esa noche, puesto que los Potter irían a cenar a su casa o porque estaba pensando en cómo reunir la valentía para verlo.

Ella había visto aquel brillo en los ojos de James cuando lo llamó por su segundo nombre. ¡Lo conocía como la palma de su mano!

—Está a punto de entrar en crisis —aseguró Scorpius.

Agatha negó de manera efusiva y encendió el televisor.

—No voy a entrar en crisis —balbuceó. Suspiró al ver las miradas de Hugo y Scorpius—. Está bien, voy a entrar en crisis. Necesito hacer algo con mi vida que no sea pensar en todo y en nada al mismo tiempo —hizo una pausa—. ¿Puedo volver a Hogwarts? Todo era más sencillo cuando estaba allí.

La maldición Malfoy (#LHDDMYHG2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora