7 de octubre de 2029
—¡AGATHA! —EXCLAMÓ ALEX, ABRAZANDO A SU AMIGA en forma de saludo. La castaña traía una enorme sonrisa en su rostro y sus ojos brillaban con alegría. Sí, Alexandra Lexington, de soltera Nott, se veía espléndidamente feliz—. Viniste, por un momento pensé que no lo harías.
Agatha le dedicó una mirada que decía '¿es en serio?' y Alex soltó una ligera carcajada.
Desde que se casó, Alex se veía renovada. Se tomaba las cosas de una forma más tranquila y no buscaba la perfección en la que había nacido. Era bueno verla así. Siempre traía una sonrisa contagiosa y podía poner a cualquiera feliz con tan solo una simple mirada. Ese era el nuevo efecto de Alex en las vidas de las personas que la rodeaban.
—¿Por quién me tomas? ¿Pensabas que me perdería el primer cumpleaños de mi ahijado? —inquirio con incredulidad. Alex rodó los ojos—. Por cierto, ¿dónde está?
Alex miró a su alrededor y encogió los hombros. Su hijo Miles había desaparecido de su vista desde el momento en el que las personas comenzaron a llegar y ahora que solo quedaban ellos de llegar, no tenía ni idea de dónde podía estar el pequeño.
—Buena suerte tratando de encontrarlo —comentó Alex—. La fiesta es en el jardín, en alguna mesa están sentados aquellos que tenemos por amigos. Los veo en unos minutos.
Agatha asintió y le agarró la mano a James, el cual no había dicho ni una sola palabra desde antes de que salieran de su casa. Era extraño en él, pero prefirio no decirle nada al respecto. James tenía cambios de humor que ni siquiera ella misma entendía. Caminaron juntos hasta el jardín, dejaron el regalo para Miles en la mesa indicada y se dirigieron hacia la mesa donde todos los demás estaban luciendo más felices de lo que se suponía.
Amanda se puso de pie y los abrazó de una manera extraña. Estaba riendo y le costaba mantenerse de pie. Sí, Amanda Hall estaba extremadamente ebria en una fiesta de cumpleaños para un bebé. Era increíble, pero al mismo tiempo demasiado creíble.
—¡Son Bambi y Casper! —exclamó, apartándose de ellos y sentándose en la falda de su novio, Fred, el cual le dio un beso en la mejilla de manera afectuosa.
Cuando Amanda y Fred anunciaron que estaban teniendo una relación a escondida de todos fue un caos. Él era cuatro años mayor que ella y tuvieron que esperar a que ella cumpliera la mayoría de edad para que sus padres no tuvieran una excusa y les impidieran estar juntos. Estaba claro que nadie se había esperado ese anuncio porque Fred era bromista y se tomaba pocas cosas en serio y Amanda era...única en su especie.
—¿Por qué está ebria? —preguntó Agatha, frunciendo el ceño.
Fue en ese momento en el que notó que todos estaban en la misma situación que Amanda, quizá un poco menos ebrios. Inclusive Scorpius estaba ebrio y todos pensaban que él era de los más rectos de su grupo de amistades, al igual que Albus. Ni siquiera sabían de dónde habían sacado el alcohol.
—Ven aquí, Aggie —dijo Scor, halándola de la mano para sentarla en las sillas libres.
Agatha le dirigió una mirada confundida a James y este encogió sus hombros. Él tampoco comprendía lo que estaba sucediendo en ese momento.
—Está ebria porque es divertido. ¡Somos el alma de la fiesta! —exclamó Skylar, levantando una copa en el aire. Los demás coincidieron con ella y chocaron las de ellos. Estaban peor que en la boda de Alex.
¿Por qué siempre se emborrachan en alguna fiesta de Alex?, se preguntó Agatha. Era imposible saber la respuesta a esa pregunta. Quizá solo era una coincidencia que eso ocurriera.
ESTÁS LEYENDO
La maldición Malfoy (#LHDDMYHG2)
Fanfiction«Esto no es un don, al contrario, es una maldición.» Secuela de "La Hija de Draco Malfoy & Hermione Granger". Es totalmente necesario haber leído la primera parte de esta novela para poder comprenderla. La sinopsis está en la primera parte ya que n...