TODOS SE MIRARON LOS UNOS A LOS OTROS, examinándose entre ellos, tratando de adivinar quién de ellos sería el traidor. James había agarrado la mano de Agatha y la había ocultado detrás de su espalda, protegiéndola de cualquiera que fuese a atacar. Si había un traidor no podían confiar en nadie, ni siquiera en sus propias sombras.
Draco, al ver el movimiento de James, sacó su varita y lo apuntó, dispuesto a atacar. Si bien James no confiaba en nadie, él tampoco lo haría. Dos segundos luego, Lucius apuntó a Draco y Hermione apuntó al mayor de los Malfoy. Narcissa apuntó a Hermione y Skylar apuntó a Narcissa. Scorpius apuntó a Skylar y Albus a Scorpius. Lysander apuntó a Scorpius y Lily a Lysander. Era algo sucesivo, una secuencia peligrosa.
De una cosa estaban seguros: nadie confiaba en nadie.
—James, no lo hagas —pidió Agatha cuando vio a su novio sostener su varita dispuesto a atacar a cualquiera.
James tragó y sus ojos no se despegaron en ningún momento de la escena frente a él. Seguía protegiendo a Agatha, pero también estaba en posición de ataque.
—No. No sabemos quién es el traidor, cualquiera puede estar utilizando una poción multijugos haciéndose pasar por uno de ellos —susurró para que solo ella lo escuchara.
En parte, James tenía toda la razón del mundo. Alguien podía estar haciéndose pasar por alguno de ellos, esperando a que bajaran la guardia para atacar. ¿Qué podían hacer para saberlo? Nada, porque en esos momentos todos estaban dejándose dominar por la desconfianza.
—¿Y si no hay tal traidor? —inquirio Agatha—. ¿Y si solo pusieron eso para confundirnos y que nos ataquemos entre nosotros?
Y en esa parte, Agatha tenía razón. Ellos desconocían lo que esa persona podía llegar a hacer solo para que dejaran a Agatha sola y así tomar ventajas. Lo único que sabían era que jugaba con las mentes de las personas y en esos momentos podía estar sucediendo eso. Nada era predecible y tenían que estar alerta para lo que iba a ocurrir.
—No más 'Y si...', Agatha. No nos podemos dejar llevar por las probabilidades cuando eres tú la que está en juego. Yo no estoy dispuesto a perderte por eso.
Agatha gimoteó, sin saber qué hacer. Comprendía el punto de vista de James, pero tampoco quería que las personas que amaba resultaran heridas. Estaba entre la espada y la pared. Podía dejar que se atacaran entre ellos o podían averiguaran si había tal traidor. De hecho, ninguno se había puesto a pensar en el resto del mensaje, solo en la primera parte.
Aquel que sobreviva el amanecer...
Agatha abrio sus ojos como platos cuando la realidad la azotó. Estaban en un juego, un juego manejado por el enemigo y tendrían doce horas para que terminara todo. Sus ojos grises recorrieron las personas que estaban presentes: Draco, Lucius, Narcissa, Hermione, Scorpius, Lily, Skylar, Albus, Lía, Lysander, James y ella.
Doce personas. Doce horas. Un juego.
—James, para. Esto es un juego, su juego. Durará doce horas y acabará cuando salga el sol —explicó Agatha. Volvió a mirar el mensaje. Ese será—. En dos horas comenzarán a desaparecer las personas.
—¿Cuál es el drama del juego si todos estamos en un solo sitio? —preguntó James en un susurro.
Se escucharon diferentes aullidos en la mansión y fue cuando comprendieron lo que iba a suceder.
—Tal vez no vamos a estar todos juntos —murmuró Agatha.
Todos habían dejado de apuntarse los unos a los otros para enfocarse en los aullidos que se aproximaban. ¿Cómo era que habían entrado a los previos de la mansión? Era casi imposible que eso sucediera, estaban protegidos. Se suponía que nada fuera de lo común entrara, pero eso no estaba ocurriendo.
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La maldición Malfoy (#LHDDMYHG2)
Fanfiction«Esto no es un don, al contrario, es una maldición.» Secuela de "La Hija de Draco Malfoy & Hermione Granger". Es totalmente necesario haber leído la primera parte de esta novela para poder comprenderla. La sinopsis está en la primera parte ya que n...