Extra: Everyone

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LA NIEVE CAÍA EN HOGWARTS ADORNANDO EL PAISAJE con una fina capa de su blancura. Aún con el clima frío los estudiantes aprovechaban para pasear por el lago o por los alrededores del castillo en general, mientras que otros se preparaban para coger el tren hacia sus casas para las vacaciones de invierno. Los Malfoy, Weasley y Potter siempre se iban para pasar las vacaciones juntos. Quizá se debía porque eran una familia enorme y hacían diferentes actividades que los entretenían.

—¿Nervioso? —preguntó Cecilia dándole un beso en la mejilla a su novio.

Miles encogió sus hombros para fingir que no lo estaba, pero la verdad era que sí. No solo sería la primera navidad que compartían juntos como pareja, sino que tendrían que decírselo a sus familiares. Cecilia era la princesa adorada de sus abuelos, siempre la consentían y la protegían como fieras. No solo temía a los abuelos, sino que la chica también contaba con tíos que la adoraban y ni hablar de su padre. James una vez quería que dejara de usar la falda de su uniforme porque la encontraba muy corta, cuando en realidad solo le llegaba tres dedos sobre la rodilla.

—Claro que no —mintió.

Cece soltó una pequeña carcajada y apoyó su mentón en el hombro de Miles para abrazarlo por la espalda. Él rápidamente cubrio los brazos de ella con los suyos y entrelazó sus manos con cariño. Cecilia acercó sus labios al oído de Miles.

—Estás mintiendo —susurró.

Miles bufó, rodando los ojos en el proceso.

—¿Cómo lo haces? —preguntó.

Cece frunció su ceño, confundida con la pregunta.

—¿Hacer qué?

Miles giró su cabeza para poder mirarla a los ojos.

—Conocerme tan bien —murmuró.

Ella sonrió, mordiendo su labio inferior mientras lo hacía. Miles quiso besarla en ese instante, pero quería su respuesta primero. Quería saberlo.

—No lo sé. Es instinto, creo —contestó.

—Pues tu instinto está en lo correcto, chica fuego —dijo antes de darle un beso en los labios. Sabía que si alguien los llegaba a ver, en especial Brett, lo iban a matar, pero le gustaba correr el riesgo. Él correría cualquier riesgo por ella.

—Deberíamos ir a esperar el tren —sugirio Cecilia antes de darle un casto beso en los labios a su novio y alejarse para recoger su equipaje.

Esa sería una navidad interesante.

ϟ

Addison agitó su cabello rojo para sacar la nieve que había caído en él. Le gustaba la nieve, pero ella era más de verano. Prefería tener su cabello lleno de arena antes que de nieve.

Fue la primera de su familia en llegar al tren. Ni siquiera sabía dónde estaba Aiden en ese momento, todos habían dicho que estarían allí a las once de la mañana y eran las once y cinco. ¿Por qué rayos siempre llegan tarde?, se preguntó Addison buscando un compartimiento perfecto para el viaje.

Iba a abrir uno cuando fue jalada hacia otro sin poder ver cuál. Rápidamente cerraron la puerta detrás de ella y maldijo cuando vio de quién se trataba. Los ojos color café destacaban en su piel trigueña y nariz perfecta.

—Déjame salir, Donovan —exigió, cruzando sus brazos para mantener una pose firme.

Donovan sonrió y unos hoyuelos se marcaron en sus mejillas. Sí, se veía irresistible en todo el sentido de la palabra.

La maldición Malfoy (#LHDDMYHG2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora