POV JACKMinutos antes...
-Buenas noches Anna- me despido.
-Buenas noches Jack- Me dice mientras recoge una vela.
Salgo del castillo por una ventana, necesito calmarme, no puedo creer que Elsa haya salido así, sin más...
Tal vez no me hubiera molestado tanto si no supiera a quien fue a ver, me di cuenta cuando entramos a la habitación de Elsa, encontré una nota sobre su tocador, la que le habían traído esta mañana, era de ese chico que conoció en la fiesta, le pedía que se viera, de verdad me dolió cuando me di cuenta de que ella había ido a verse con él.
Nunca creí que llegaría el día en que Elsa buscara a otra persona, la verdad no pensé que podría llegar a perderla, Anna tiene razón no puedo quedarme sentado esperando como alguien más la conquista, la amo demasiado como para permitirlo, ahora me doy cuenta de ello.
Debo, debo hablar con ella, estoy en su ventana, la veo dormir, se ven tan bonita así, sin miedo... sin querer congelo el vidrio, será mejor alejarme un poco, estas emociones fuertes harán que congele el castillo entero.
Creo que vale la pena, si quiero estar con ella, quiero que seamos algo mas, no permitiré que alguien más se acerque a ella. Por ahora necesito espacio, creo que será mejor ir a ver a Rapunzel.
¿Qué es eso? Es un dragón, hace tanto que no veía uno, solo abundan al norte en las islas vikingas, que extraño por acá no suelen venir, creo que será mejor ir de una vez, cuando vuelva arreglare las cosas con Elsa, miro por última vez su ventana y me voy.
Después de unas horas de viaje por fin llego a la torre de Rapunzel, acá ya salió el sol, seguro ella ya esta despierta.
Entro con cuidado, creo que debí ver si su madre estaba o no.
-¿Quién está ahí?- Pregunta una voz femenina dentro de la habitación, creo que Punzi está sola.
-Punzi soy yo- Digo.
-¿Jack?- Dice cuando saca la cabeza y se da cuenta que soy yo - ¡Jack!- Viene y se lanza sobre mí, es muy ligera pero casi caigo.
-Hace tanto que no te veía- Dice mientras se para - Ingrato- Se da la vuelta cruzando los brazos, su rana, o camaleón, lo que sea... aparece sobre su cabeza y me mira amenazante ¿Cuál es su problema?
-Lo siento Punzi, es solo que...- No puedo continuar, tiene razón soy un ingrato, tal vez no quiera escuchar mis problemas.
-¿Te pasa algo?- Dice mientras suaviza la voz.
-Lamento no venir antes, estaba ocupado- Trato de justificarme. Punzi se da la vuelta y me mira compasiva, de inmediato empuja una mesa y dos sillas hacia el centro del salón y hace que me siente.
-Dime que te sucede- Dice cuando trae una bandeja llena de galletas, vaya esta chica sabe qué hacer para hacerme sentir mejor, no me animo a responder pero creo que ella lo adivina.
-Es por ella ¿verdad?- Dice inquisitiva, solo me limitó a lanzarle una mirada que afirma su hipótesis.
-Hace unos días fue la fiesta de quince años de su hermana y ahí conoció a alguien, hoy salió con él y no le dijo a nadie, los vi en el pueblo en cuanto encontré esto- Explicó mientras saco la carta y la pongo en la mesa. Punzi solo la lee y me mira compasiva.
-Esto te preocupa- Dice seca.
-Más que eso, me enfurece...-Me levanto bruscamente de la silla y empiezo a dar vueltas, esto es tan confuso - ... me irrita, me encela, me aterra-