Apocalipsis Zeta - Parte 4: Destinos separados

LOS SECRETOS DE LA FAMILIA

{RACHEL}

El tiempo vuela, los minutos, las horas, pasan sin apenas darme cuenta.

Jeff llegó junto a Andrew, el pequeño niño pelirrojo, el cual necesitaba un hogar y aquí lo ha encontrado.
Son como hermanos. Para mi sorpresa, Jeff se ha unido mucho al pequeño y ahora lo trata como a un hermano de verdad. Jamás lo hubiera imaginado, Jeff parecía un gilipollas sin sentimientos.
Pero hay algo que me preocupa. Jeff, además de enseñarle a defenderse, le está enseñando a cómo comportarse, igual que él, ahora Andrew parece un mini Jeff.

Aún recuerdo el día que llegaron. Jeff dirigió su mirada a Mary y su expresión fue una mezcla de alegría y sorpresa pero se guardó un poco sus sentimientos. Caminó tranquilamente hacia Mary y la abrazó, le dijo que le alegraba verla viva pero Mary tan solo lo miró, seria, fría.
De mí pasó olímpicamente, después de una mirada de un profundo odio.

Ese mismo día iba a quejarme a La Familia por dejar que violaran a Olivia pero esta me paró y me suplicó que no dijera nada para que no la metiera en problemas, así que, con un suspiro de frustración, decidí callarme para no ponerla en peligro.

Y en estas tres semanas nos hemos ido adaptando.
Yo, Mary y Olivia seguimos en la misma caravana y Jeff y Andrew en una pequeña casa de montaña en medio del campamento.
Olivia desaparece de vez en cuando y sé la razón, sigue con su trato para que pueda seguir en este sitio.
Mary y yo salimos fuera en busca de provisiones pero ya apenas queda nada por Las Vegas, así que la mayoría de las veces regresamos con las manos vacías.
Con el agua no tenemos problemas porque tenemos un pozo cerca, un pozo asegurado por unas resistentes vallas, para que no se cuelen zombis y mantener el agua limpia. Nuestro trabajo pasó de ir a por provisiones a ir a por agua.
De la comida se encargan los hijos de La Familia, que van a cazar, aunque aún no los he visto salir y regresar con comida. Parecen invisible, apenas salen o, si lo hacen, no los vemos.

Mary sigue con la misma actitud de superioridad y suficiencia que siempre, no cambiará, pero ya estoy empezando a soportarla, no me queda más remedio.

Me despiertan los gritos de Jeff y Andrew, ambos se ríen.
Miro por una ventanilla y los veo cerca de la caravana, pasándose un balón que trajeron al llegar. Seguramente lo encontraron por el camino.

Andrew se da cuenta de que lo miro y le sonrío, pero este no me devuelve la sonrisa y en vez de eso me mira sombrío.
Me habla pero no consigo oírlo por culpa del cristal de la ventanilla. Aún así, puedo leer sus labios y me dice algo como: "¿Y tú qué miras?".
Jeff se da la vuelta y cruza su mirada con la mía.
Este le dice algo a Andrew que no consigo entender y los dos se ríen. Luego me hacen un corte de manga.
Me aparto de la ventanilla, furiosa por la persona en la que se está convirtiendo Andrew por culpa de Jeff. Cuando el pequeño llegó, era un niño bueno e inocente que estaba aterrado, ahora es un cabrón como Jeff.

Me ruge la tripa pero por la mañana no dan desayunos así que tendré que esperar al almuerzo.
Me quito el pijama y me visto con la ropa que traje el día que llegué, una sudadera azul oscuro de cuero y unos pantalones del mismo color, el traje de guerra que llevaba cuando quise destrozar Mercury. Tengo más ropa aparte de esa, ropa que he ido encontrando en mis marchas para encontrar provisiones, es lo más productivo que he ido encontrando.

Salgo de la caravana y del campamento.
Los guardias nos permiten salir siempre que queramos, somos los invitados y si nos ocurrieran cualquier cosa, no les importaría. Salvo a Olivia, que dicen que ya es como de su familia pero yo sé la verdad, que no la dejan salir por temor a que huya, es la única que tienen para satisfacer sus necesidades.

Salgo a dar un paseo, con la única arma que el cuchillo que siempre llevo escondido bajo el sostén.
Solo salgo para despejarme y entrenarme, para correr un poco y matar a algunos zombis que me encuentre por el camino.
No puedo dejar atrás mi forma física porque sé que mi estancia en La Familia no será para siempre y que volveré a enfrentarme de lleno a ellos, a los zombis.