Apocalipsis Zeta - Parte 4: Destinos separados

REENCUENTROS (III)

[Un mes después]

{LIAM}

Empuño mi lanza, junto a Caine.
Golpeo. Golpeo.
A la cabeza.
Los dos guardias que protegen la entrada caen.
Los separamos de la entrada, abrimos las puertas y volvemos al todoterreno.
Escapamos de New Riverside.
Vuelvo a cerrar las puertas.
Esperamos a Kat.

{KAT}

Corro hasta la entrada de New Fontana.
Los guardias me dejan pasar, saben que tengo la autorización de Caine para venir cuando quiera así que no tengo ningún problema.

Irrumpo en la habitación de Maya y Clare.
Las dos están allí, cambiando a los bebés.
- Uff, que mal huele aquí- me quejo tapándome la nariz.
- ¡Kat!- exclama Maya-. No te esperábamos...
- Terminad con eso que nos vamos- les digo con una voz aguda, provocada por taponarme la nariz.
- ¿Y eso quién lo decide, tú?- me pregunta Maya con las cejas alzadas.
- Mirad, hay un barco que nos puede llevar a una isla muy segura. Los alcaldes de las dos ciudades van a irse y abandonarlos a todos. Solo quedan diez plazas y queremos llegar antes que ellos, no nos dejarán a nosotros con el muerto de ciudar sus ciudades. Liam y Caine nos espera a las afueras de la ciudad. ¿Venís o no?- les digo atropelladamente.
- Tía, es una oportunidad perfecta para que los niños crezcan sanos y salvos en un sitio seguro- le dice Clare a Maya y esta asiente.
- Vamos que nos vamos- sonríe Maya.

Escapamos del hospital. Alguien le pregunta a las dos chicas adonde van, ya que van cargadas de mochilas, y ellas le responden que se mudarán a algún edificio de la ciudad.
Yo cargo con un bebé, el niño, Maya con la niña y Clare lleva la mochila de ella y la de Maya.

Me encargo de los dos guardias con una distracción y salimos por las puertas antes de que se den cuenta de que es mentira que no hay ningún infectado.
Cerca nos espera el coche de Liam.
Dejamos las mochilas en el maletero y nos subimos a los asientos traseros.
- Hola Liam- lo saluda Maya-. Encantada, Caine.
Liam dirige su mirada hacia los pequeños.
- ¿Puedo?- le pregunta a Maya, dirigiéndose a los pequeños.
- Claro, para eso eres su padre- le responde esta, secamente.
Liam coge en brazos al niño que yo tenía y le acaricia la carita, con una expresión de ternura. Luego Maya le deja coger a la niña pero se la devuelve casi al instante.
- No tenemos tiempo. Cuando lleguemos, hablamos, Maya- le dice Liam.
- Eso espero, tenemos una conversación pendiente- le dice Maya fríamente.

Liam arranca y acelera.
Maya saca dos biberones llenos de leche de la mochila donde guardan las cosas para los bebés.
- Kat, déjale un bebé a Clare para que le dé el bibe- me pide Maya.
- ¿No puedo dárselo yo? ¡Me hace ilusión!- le pido poniéndole ojitos.
- ¿Sabrás hacerlo?- me pregunta Maya.
- Eso creo...

{LIAM}

Mis niños...
Son preciosos...
Pero cada vez que pienso que Maya es su madre y no Rachel, me alejan de la idea de ser padre.

Acelero, conduzco rápido.
Pero no logro alcanzar el coche de Keith y Amanda, que se pusieron en marcha antes que nosotros.
A lo mejor han cogido por otro camino...
No, este es el único camino que hay según Caine, mi guía.

- ¡Allí están!- señala Caine al frente tras una hora de viaje.
- ¡Y nos han visto!- dice Kat al ver que el coche de delante acelera.
Piso el acelerador y aumento de marcha.
Los voy a adelantar.
Estamos en una autovía, la carretera es ancha pero algunos coches sueltos se interponen en el camino.

Llego hasta el coche de los dos alcaldes traidores y su familia.
Estos nos miran y se sorprenden cuando se dan cuenta de quiénes somos.
Entonces, de repente, Amanda, que va al volante, desplaza su coche hacia el nuestro, golpeándolo y provocando un movimiento brusco en mi todoterreno.
- ¡Liam, esto no es bueno para los bebés!- me grita Clare pero hago caso omiso.
Me coloco firme al volante. Tengo menos experiencia que Amanda conduciendo pero no dejaré que me gane.
Acelero hasta adelantarlos pero Amanda no soporta perder.
Y también acelera.
Nuestros coches van al mismo ritmo, uno al lado del otro.
Pero no contraataca.
O espera al momento adecuado.