Apocalipsis Zeta - Parte 4: Destinos separados

SEGÚN LO PLANEADO

{KENDRICK}

- Todo está saliendo según lo planeado- le informo a Joseph-. Pronto será todo tuyo y conseguirás esa cura.
- Espero que ese "pronto" no se demore mucho- insiste el científico.
- No seas impaciente, todo llegará a su debido tiempo.
- ¿Estás seguro de que saldrá bien?- me pregunta.
- ¿Quien está al mando aquí?- le pregunto seriamente.
- Tú- me responde igual de serio.
- Pues muestra más respeto. Lo tengo todo bajo control.
- ¿Por qué no podemos simplemente drogarlo, secuestrarlo y mutilarlo?
- Porque no. Eso desataría el caos. Sus amigos se darían cuenta y la gente también, empezarían a sospechar y se rebelarían, ese chico es como Dios para ellos, lo adoran, es la cura a la zombificación, Joseph.
- ¿Y por qué no puedes contarme el plan? Tarde o temprano vas a tener que apartarlo para que podamos actuar con él.
- Sí, pero no debemos hacer que cunda el pánico. Antes de nada tenemos que hacer que lo odien. Jack Blair tiene que convertirse en un virus para todo el mundo.

{JACK}

Llamo a la puerta de la casa donde habitan Mike y Noah, aunque yo ya no.
Solo he vuelto para gritarles, necesito desahogarme.
Me han traicionado.

Llamo de nuevo y espero a que me abran mientras observo las miradas curiosas de los que pasan alrededor.
- Ah, Jack, pasa, estás en tu casa- me sonríe Noah dejándome paso.
- ¿De qué habéis hablado tú y el rarito ese?- me pregunta Mike desde el sofá, con un libro en la mano.
Cuando Noah cierra la puerta, los miro a ambos con odio.
- Oh, me da que esa mirada no sugiere nada bueno...- dice Mike.
- Te lo ha contado, ¿verdad?- suspira Noah y yo me quedo mirándolo con los puños apretados-. Lo siento, Jack, fue un error, se me escapó sin querer.
- ¡¿SIN QUERER?!- le grito dando un paso amenazante hacia él-. ¡Os perdoné, os dí otra oportunidad! ¡Me traicionasteis! ¡Me mentísteis en mi propia cara!
- Jack, tienes que calmarte...- me dice Noah.
- ¡¿QUE ME CALME?! ¡¿DESPUÉS DE TODO LO QUE ME HABÉIS HECHO?! ¡SOIS UNOS GILIPOLLAS MENTIROSOS DE MIERDA!
- Tranquilo, Jack, no te estamos gritando- intenta calmarme Noah.
- Yo no te he hecho nada malo- dice Mike ofendido por mi comportamiento.
- ¡Tú!- señalo a Mike-. Tú podrías haberte salvado desde el minuto uno si no hubieses estado al lado de Noah todo este tiempo. Le ayudaste a que me investigara en contra de mi voluntad, deberías haberte negado, como tu hermano, Luke, el cual no parece importante lo más mínimo. Puede estar muerto y aquí estás tú, tan acomodado en esta casa de mierda- le digo con asco.
- ¡No te atrevas a decir eso!- me grita Mike levantándose del sofá-. ¡No me conoces! ¡Quiero a mi hermano más que a nada y si no estoy preocupado por él es porque sé que está vivo, él siempre ha sido el más fuerte, puede con todo. Y me uní a Noah en tu investigación porque veía correcto lo que hacía, necesitamos una cura y tú eres el medio para conseguirla.
- ¡Pues se acabó lo que tanto queríais! ¡La gente sabe que soy la cura y K, digo, Kendrick, el líder de este sitio, no va a investigarme a la fuerza como ustedes! ¡Me ha dicho que sin mi consentimiento no harán nada que yo no quiera, ni siquiera sacarme una mijita de sangre! ¡Así que nunca lo haré, olvidaos de la puta cura! ¡Y olvidaos de mí para siempre!- les grito y salgo de la casa dando un portazo.

Camino por la comunidad en busca de un lugar donde pasar la noche.
Encuentro unos árboles robustos en un parque y me siento bajo ellos, es un buen sitio.

Me siento sobre la hierba del parque y veo una pelota rodando hacia mí.
La paro y se la devuelvo al niño al que se le había escapado.
- Toma- le sonrío.
- Guau- dice el pequeño asombrado-. Eres el que va a ayudarnos para que no muera nadie más, ¿no?
- Yo... eh... no sé qué os han dicho que soy... pero no soy ese...- le digo con una sonrisita de disculpa.
- ¿Quieres jugar conmigo a la pelota?- me pregunta como si no hubiera oído mi respuesta, creo que están muy convencidos de que yo los voy a salvar a todos.
- Vale, venga- le digo y me levanto.