{JACK}
Tic toc.
Suena el despertador.
Hora de levantarse.
Hoy comienza un nuevo día en El Desfiladero.
Nada puede ir mejor.Han pasado ya cinco meses desde las votaciones para el nuevo líder.
Estaba seguro de que Jared, el padre de Kendrick, ganaría las votaciones, pero desde mi discurso a toda la población, todos me adoran.
Yo soy el nuevo líder.
Ahora yo estoy al mando.Se demostró que Jared, el preso, era el padre de K, todos los habitantes que estaban en El Desfiladero desde sus inicios lo confirmaron.
Ahora trabaja junto a mí como mi mano derecha. Es un buen hombre, muy distinto de su peligroso y loco hijo. Para mí es como un padre.En las primeras semanas me costó mucho adaptarme al papel de líder. Era mucho trabajo pero poco a poco me he ido acostumbrando y ya no tengo que soportar tanto estrés.
El ayuntamiento antes era por una parte la casa de Kendrick y por otra parte, un lugar de trabajo. Ahora solo es un lugar de trabajo, ya que sigo viviendo en la casa de Crystal y Gigi, aunque siempre hay alguien en el edificio, vigilando al preso, a K, que se encuentra encerrado en una caja fuerte bastante grande, de la cual solo yo sé la combinación para abrir la puerta.
Cuando termino el trabajo, preparo algo de comida y me dirijo a la celda de K.
Un guardia, Zeth, me sujeta la bandeja de comida y tecleo el número secreto en un panel de la caja fuerte.
76667
La puerta se abre cuando se retira toda la seguridad que la mantiene bien cerrada.
Vuelvo a coger la bandeja y entro en la celda.
Zeth se queda en la puerta, esperando.- Hola- le susurro al preso.
K está echado contra la pared metálica, cabizbajo.
Alza su cabeza hacia mí, con una mirada llena de odio.
Parece que nunca cambiará.
- Te traigo la comida- le digo acercándole la bandeja.
K se abalanza sobre mí pero retrocedo rápidamente hasta salir de su alcance.
Está atado por los pies por unas cadenas que solo le permite dar unos pasos.
- No quiero tu asquerosa comida- me gruñe K y le da una patada a la bandeja.
- Tú verás. Si murieras de hambre, me ahorrarías mucho trabajo- le digo con una sonrisa de superioridad.
- ¡Me vengaré, me vengaré de ti, ganaré yo!- me grita furioso.
- Estás muy mal- me río-. Eres un mal perdedor, normal que ni tu padre te quiera.
Me dirijo hacia la puerta pero antes echo un vistazo hacia atrás.
K se arratra como un perro hasta la comida que él mismo ha caído al suelo.
- Ah, luego nos pasaremos de nuevo. Ya ha pasado un mes, te toca un baño, hueles fatal- le comento y cierro la puerta.
- ¿Sigue igual?- me pregunta Zeth.
- Nunca cambiará- suspiro.
Zeth se ha convertido en mi guardia más fiel, además de mi mano derecha, le prometí tener los mismos privilegios que yo si me protegía. Entre los nuevos guardias también está Luke pero no es tan bueno como Zeth, aunque durante estos meses el enmascarado que solo se quita la máscara para trabajar, le ha estado entrenando y el rubio ha mejorado en muchos aspectos.
A Zeth en un principio le ofrecí entrenar a los que quisieran ser guardias pero este se negó rotundamente, no quería malgastar su tiempo con gente que no conocía ni tenía interés en conocer, salvo a Luke, así que aceptó el puesto de guardia.Con Crystal estoy mejor que nunca, cada segundo que pasa estoy más seguro de que es la mujer de mi vida. Aunque sigo sin entender como le puedo gustar con lo pálido que me estoy convirtiendo. Mi piel cada vez está un poco más grisácea, va lento pero se nota. Creo que me estoy convirtiendo en un zombi, que soy inmune pero no del todo, tardo más en morir y convertirme en uno de ellos, esa es mi teoría.
Luke y Mike vuelven a llevarse como hermanos, lo ha perdonado del todo, pero a Noah no, a este no le dirige la palabra.
Aunque con Zeth se lleva mucho mejor. Luke pasa más tiempo con él que con nadie. En sus ratos libres, ambos prefieren salir de la comunidad, ya sea para entrenar o para darse un respiro de la multitud.
Cualquier persona puede salir de la comunidad si así lo desea pero antes tienen que avisar de ello y siempre, cuando regresan, tienen que ser observados para comprobar si tienen alguna marca, algún mordisco. Esas son las normas.Le ofrecí a Noah una muestra de mi sangre. Ahora es científico y quería volver a investigar con las cosas que tenían allí y para eso necesitaba mis anticuerpos. Pero ni con todas las tecnologías que había en El Desfiladero ha podido encontrar una cura, todavía no ha encontrado un patrón que indique la salvación a la infección.
Aparte de todo eso, la comunidad está más radiante que nunca. No ha habido ataques de zombis y cuando han llegado algunos en pequeños grupos, los guardias se han encargado de ellos sin problemas.
Nada puede ir a mejor.
Todo están felices, todos menos K.Por la tarde, vuelvo al trabajo, al ayuntamiento.
Una vez allí, Mike, que trabaja con los ordenadores y las pantallas, como vigilante y locutor de radio, me llama urgentemente.
- ¡Ey, Jack! ¡Necesito que escuches esto!
- ¿Más transmisiones de gente desesperada?- le pregunto con el ceño fruncido.
- Para nada. Tú ven.
Lo sigo hasta la sala donde las pantallas vigilan toda la ciudad. Es una sala que antes estaba oculta, K me tenía engañado, pero eso ya se acabó.
- La transmisión se repite y se repite sin cesar. Puede ser una oportunidad perfecta para muchos supervivientes- me informa Mike y me entrega unos auriculares por donde escucho la misteriosa transmisión que tanta atención le ha llamado a Mike."Abadón es vuestro destino. El barco os espera junto al Río Rogue, en Oregón, cerca de la ciudad Gold Beach. Evitad la ciudad, zona invadida. Todos los que llegan, viven. El barco os llevará hasta Yanna, el lugar más seguro que existe, el paraíso hoy en día. No estaremos mucho tiempo, cambiaremos de rumbo. Si queréis llegar, si queréis vivir, daros prisa. Repito, daros prisa. Solo aceptaremos a los últimos cien supervivientes que lleguen primero."
Me suena la voz, mucho, pero no logro asociarla a nadie.
Es una oportunidad única.
La oportunidad perfecta.
Tengo que avisar a mi prima.
Rachel tiene que saber esto.
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Apocalipsis Zeta - Parte 4: Destinos separados
HororEl destino los ha separado. Cada uno coge por un camino diferente y se enfrentan al apocalipsis en grupos menores. Viajarán, sufrirán, sobrevivirán y morirán. Una vez que la amenaza de La Llama ha sido eliminada, se enfrentarán de lleno con los zomb...