EL EQUIPO GHOST

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{RACHEL}

Disparos, disparos y más disparos.
Zombis por doquier.
Nos rodean.
Rodean a los dos vehículos.

Explosiones, misiles.
Poco a poco, los zombis van decreciendo en número.

Me preparo, me preparo para actuar.
Tengo una nueva ballesta, casi igual que la primera que tuve pero no igual de especial.

- ¡Adelante!- me grita Adeline.
Salto del vehículo blindado cuando ya quedan menos zombis, a la mayoría se los han cargado Kevin y Michelle con las ametralladoras.
En el salto, el aire ondea mi pelo turquesa.

Cargo y disparo.
Una flecha sale disparada al cráneo de un zombi.
Otra y otra más.
Otra flecha derriba a un zombi que se acercaba a Mary, la cual sale del tanque que ha contruido a derribar a la mayoría de zombis que invadía este lugar con sus misiles.
Mary se echa su pelo rosa para atrás, para que no le moleste. Esta prepara sus shuriken, o como Mary prefiere llamarlos, "estrellas ninjas".
Lanza una y dos, acierta con cada una de ellas. El acero de las estrellas ninjas se clavan en los cráneos de los zombis y luego Mary los recupera de nuevo.

Poco a poco, acabamos con todos los zombis de Flagstaff, una ciudad en la que aún quedaban cientos de supervivientes, escondidos y repartidos por algunos edificios de la ciudad.

- ¡Tenemos que irnos!- grita Kevin y subo de nuevo al coche blindado.
Mary vuelve al interior del tanque mientras que Michelle termina de dibujar su marca, nuestra marca, en la pared con la punta de un cuchillo afilado.
"Ghost". Y una calavera.
Somos el equipo Ghost.
Somos Los Fantasmas.
Salvamos a personas y luego desaparecemos, dejando nuestra marca.
Esa es nuestra misión.

[Hace cinco meses]
{RACHEL}

- Seguidnos- nos dice el peliplateado, el hijo de Eduardo, el difunto líder de la extinguida Familia.
Yo y Mary, la cual lleva a Andrew en brazos, seguimos a los seis jóvenes con pelos de colores.
Pasamos por una abertura un poco estrecha, hasta que una puerta gigante de metal nos impide el camino.
Los chicos tocan la puerta, una vez cada uno, como si fuera una contraseña.
Pasa un minuto y la puerta se abre en dos.
En el interior nos espera un anciano, será el que habrá abierto la puerta.
- Bienvenidos de nuevo- nos dice a todos con una sonrisa-. Oh, más gente nueva, encantado, soy James, el abuelo de Mario- nos dice señalando al pelirrojo.

Caminamos unos metros más hasta la sala principal de "Los Fantasmas", una sala grande llena de pantallas, ordenadores, radios, entre otras muchas cosas, todo dentro de las paredes rocosas de la montaña.
- Esto es la sala de informática- nos informa el pelirrojo, Mario-. Os preguntaréis qué hace todo esto aquí. Era una base militar, hay muchas habitaciones donde podréis acomodaros hasta que el pequeño se recupere.
- Espera- le para Mary-. ¿No podemos quedarnos un tiempo más?
- ¿Sabéis lo que eso significa?- nos pregunta Mario seriamente-. Tendréis que uniros a nuestro equipo y colaborar en nuestras misiones. Y para ello tenéis que saber luchar.
- Sabemos luchar- le aclaro-. Si no nos crees, ponednos a prueba- le reto.
- Lo haremos- afirma Mario-. Pero antes vamos a presentarnos. Yo soy Mario, ella- señala a la chica con el pelo azul oscuro- es Nelly, mi novia. El chico con el pelo rubio ceniza es Salva. Su hermana, Michelle, la del pelo blanco, está con Kevin, el del pelo plateado. Y la del pelo violeta es Adeline.
- ¿Y por qué teneis pelos de colores?- le pregunta Mary.
- Porque somos únicos, especiales, intentamos salvar a la raza humana y para ello tenemos que destacar- le aclara Mario con una sonrisa de suficiencia.
- ¿Y si nos unimos tendremos que ponernos el pelo de colores?- pregunta Mary, con cara de asustada.
- No hace falta, solo si queréis- nos dice Mario.
- Yo quiero- les digo y Mary me mira mal.

Apocalipsis Zeta - Parte 4: Destinos separadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora